¿Brasil necesita soluciones más innovadoras o innovaciones disruptivas?
En mis recorridos por el universo de mentoría empresarial, he notado el uso irracional de los términos relacionados con la innovación, sin un apoyo académico o empírico constante para validar su uso. A menudo, los empresarios citan el adjetivo "disruptivo" como calificador de una innovación exitosa.
El significado de la palabra "disrupción" aborda la discontinuidad de una trayectoria, por lo que es importante que exista un camino previamente trazado, y que las características del objeto resultante demuestren claramente la desviación de la trayectoria anterior. Sin embargo, cuando pregunto a los disruptores sobre la trayectoria anterior, noto una falta de profundización en la trayectoria, y especialmente en las razones que provocan las necesidades de innovación en las actividades abordadas.
Por otro lado, la industria brasileña, una vez más en expansión, ha encontrado obstáculos en sus diversas trayectorias que impiden la continuación del crecimiento. La mayoría de estos obstáculos provienen de la desconexión entre las capacidades instaladas, tanto en términos de equipos y experiencia, como de las demandas de un mercado en evolución.
Específicamente en las empresas medianas y grandes, que son los mayores generadores de ingresos en el país, los obstáculos a superar son en su mayoría soluciones tecnológicas que contribuyen al aumento de los ingresos sin necesariamente constituir una "disrupción" en la trayectoria empresarial, en el campo tecnológico o comercial.
En el otro extremo del llamado Ecosistema hay empresas de alta agregación tecnológica, pero aún en las primeras etapas de madurez: las startups.
Hackathon, una moderna herramienta de desarrollo de soluciones tecnológicas para facilitar la integración entre grandes empresas y nuevas empresas, ha contribuido en gran medida a superar los desafíos tecnológicos "tradicionales". Por otro lado, un llamamiento a la "unicornización" de las empresas exige un camino en el que los nuevos productos y servicios busquen desenredarse de los procesos tecnológicos que pretenden reemplazar.
Los nuevos productos y servicios, que se consideran disruptores, deben influir en los mercados de consumidores e inversores como portadores de un nuevo futuro para sus rutinas previstas. Sin embargo, la pregunta que surge es si las disrupciones son realmente más importantes, en los aspectos micro y macroeconómicos, que el desarrollo de soluciones a los problemas existentes.
Yendo más lejos en la discusión, pregunto si el conocimiento adquirido en las trayectorias comerciales no apunta a alternativas consideradas por los participantes como disruptivas, pero que en realidad ya se habían probado dentro de la dinámica comercial. Esta es una de las primeras preguntas que hago durante la tutoría: ¿la idea es realmente disruptiva? ¿No habría sido probado y refutado en su dinámica prevista?
Afortunadamente, el número de programas gubernamentales y privados que buscan establecer las conexiones de las nuevas empresas con la agregación de alta tecnología y los principales obstáculos en las tecnologías ya establecidas se ha intensificado, y las ganancias resultantes a menudo superan a las resultantes de las "disrupciones".
Finalmente, señalo nuevamente que un Ecosistema es una conformación de partes interdependientes con un elemento de retroalimentación. Las posibilidades de interrupciones económicamente sostenibles están directamente relacionadas con el fortalecimiento de las conexiones en cualquier ecosistema maduro que se estudie.
Este breve texto no es una defensa de las restricciones sobre el pensamiento innovador disruptivo, sino un llamado para desarrollar soluciones para que tengamos entornos maduros que contribuyan a la generación de innovaciones disruptivas.