Burnout laboral, la importancia de la salud mental y de cuidar los límites y el tiempo personal

Lo llaman la pandemia de este siglo y, de acuerdo con las estadísticas, las generaciones más jóvenes lo padecen en mayor medida. Incluso, en 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoció oficialmente como una enfermedad y uno de los principales problemas de salud mental.

El “síndrome de estar quemado” o burnout es el desgaste profesional que deviene en trastorno como consecuencia de un estrés laboral crónico. Sus principales características son un estado de agotamiento emocional, la despersonalización frente al trabajo y una sensación de ineficacia en las tareas. Esto genera desde frustración, dificultad para concentrarse y falta de creatividad hasta síntomas físicos y, desde ya, reduce el rendimiento y la productividad.

¿Cómo se traduce esto en la industria publicitaria? Recientemente, la agencia Goldfish Colombia publicó una encuesta realizada por Muck Rack que revela que el agotamiento es una constante tanto en marcas como en agencias, afectando a todos los niveles de antigüedad. El 75% de los empleados de agencias reportaron un alto nivel de estrés, con una puntuación promedio de 8 sobre 10. Asimismo, según un informe de Mercer de este año, en todas las industrias, el agotamiento está aumentando y más del 80% de los empleados corren el riesgo de sufrirlo este año.

El artículo de Goldfish se centra en el costo que el burnout representa para las compañías, centrado en una alta rotación y pérdida de talento. Esto tiene que ver con que los empleados que experimentan burnout tienen más probabilidades de renunciar (89% de los empleados ha experimentado agotamiento durante el último año. El 70% de ellos afirmó que dejaría su trabajo por esta razón), ausentarse del trabajo (ya que suelen tomar más días de enfermedad o licencia por estrés) y bajar su rendimiento (lo cual supone una reducción de los ingresos de una empresa).

“Según la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos (SHRM), el costo promedio de reemplazar a un empleado puede ser de hasta 6 a 9 meses de su salario, incluyendo los gastos de reclutamiento, selección, capacitación y pérdida de productividad durante el proceso de incorporación”, se explicita en el artículo.

Una mirada hacia las causas del burnout

Las generaciones más jóvenes suelen ser más propensas a sufrir depresión profesional. El 59% de la Generación Y ya ha experimentado burnout, mientras que el 31% de los Baby Boomers lo ha hecho. Además, se considera que la Generación Z es la que más rápidamente muestra signos y síntomas de burnout.

A la hora de pensar en las causas, el foco se corre tanto del factor sueldo como de la pasión o vocación por la profesión. En el primer caso, diversos estudios revelan que solo hay un 6% de diferencia entre los miembros de un equipo que ganan 100.000 dólares y los que ganan 30.000 cuando se trata de burnout. En el segundo caso, 60% de los empleados a los que les apasiona su trabajo siguen experimentando este problema.

En este sentido, las causas más bien deben buscarse en el liderazgo, la carga de trabajo, la ansiedad y el equilibrio entre la vida laboral y personal.

Según un estudio de Deloitte, el 31% de los empleados declara no sentirse apoyado ni reconocido por sus jefes, mientras que solo el 20% asegura obtener motivación de parte de su líder.

Por otro lado, 30% de los empleados se sienten presionados y ansiosos por realizar sus tareas debido a plazos y objetivos poco realistas. Mientras que la mitad dice que está dispuesta a dejar su empleo si su organización no permite una mayor flexibilidad en la oficina, e incluso considera la flexibilidad como un aspecto clave para prevenir los síntomas del agotamiento laboral.

Sin embargo, aunque el trabajo híbrido se ha erigido como la solución ideal para lograr el equilibrio, sigue teniendo cuestiones sin resolver, que pueden convertirse en fuente de agotamiento mental, como la falta de límites claros en los días y horarios, que hacen que los trabajadores dediquen más carga horaria que si fueran a la oficina, o la presión por estar disponibles todo el tiempo.

¿Qué hacer frente al burnout?

De acuerdo con estrategias brindadas por la Asociación Americana de Psicología y por Great Place to Work, algunas medidas de prevención que pueden realizar las empresas son:

-Crear ámbitos de trabajo saludables e inclusivos, que fomenten un sentido de confianza y seguridad en el que los trabajadores se respaldan mutuamente, y donde se practique una comunicación efectiva. Esto permite a los colaboradores sentirse valorados y escuchados respecto de sus inquietudes o malestares.

-Promover el desarrollo profesional y oportunidades de crecimiento, ya que muchas veces la falta de ello genera desmotivación y frustración.

-Establecer límites claros: definir horarios de trabajo realistas y respetar las horas de descanso es fundamental para evitar el burnout. Así como fomentar la desconexión para recargar energías.

-Permitir más fluidez y autonomía: las personas con mayor nivel de influencia y control de tareas tienen niveles más bajos de síntomas de enfermedad y experimentan menos depresión.

-Proteger a los colaboradores de la microgestión: para esto se debe promover la iniciativa propia, hacer que las personas se responsabilicen entre sí, dar a los colaboradores poder en la toma de decisiones y ayudar a los colaboradores a conocer sus límites.

-Limitar los eventos incontrolables: los colaboradores tienden a sentirse nerviosos cuando los proyectos se organizan sin previo aviso, los parámetros de revisión del desempeño cambian con frecuencia o los estados de ánimo de los líderes son impredecibles.

-Crear conexiones 1:1: las personas necesitan que los líderes se interesen sinceramente en ellos para estar atentos a sus necesidades psicológicas.