Cáncer: Una noticia que cambia la vida

Recibir un diagnóstico de cáncer, o de cualquier otra enfermedad crónica, suele ser un impacto muy grande. Este tipo de enfermedades llegan para quedarse y su presencia trastoca la vida de las personas en casi todas sus dimensiones. Luego del cáncer ya nada vuelve a ser igual.

 Desde el diagnóstico la persona enferma tiene el reto de adaptarse a esta nueva situación. El proceso no es fácil. La noticia trae consigo una avalancha de emociones y obliga a que las personas tengan que replantearse su proyecto de vida. Cada persona reacciona de manera diferente. Algunos niegan su enfermedad, otros se sumergen en la tristeza, otros quieren luchar hasta el final, mientras que algunos se dan por vencidos incluso antes de haber comenzado el tratamiento.

 Algo que facilita mucho el proceso de adaptación a la enfermedad es que la persona, desde el momento de su diagnóstico, tenga a alguien con quien compartir sus pensamientos y temores. Que cuente con un espacio que le permita a comprender lo que siente y aceptar su enfermedad. Si bien, un familiar  o un amigo pueden asumir este rol, lo ideal es que la persona pueda ser acompañada por alguien ajeno a su círculo más cercano, ya que la noticia los ha afectado a todos por igual. Muchas veces la compañía de alguien externo es lo que más ayuda. Por eso, un espacio de terapia y de acompañamiento suele ser lo más recomendable en este tipo de situaciones.