¿Cómo adaptarse al escenario que nos deja el COVID-19?
¿Cómo adaptarse al escenario que nos deja el COVID-19? ¿Es posible que la 'nueva normalidad' sea una continuación de las dinámicas existentes en el mercado o hay una inevitable disrupción en cuanto a las tendencias que lo rigen?
En estos momentos la empresa está ante un desafío que exige encontrar nuevas formas de comercializar su oferta. Lo que ha supuesto un desplome de las dinámicas asentadas de venta debido al confinamiento ha abierto una puerta a la reorganización de las estrategias de marketing que dan un mayor uso a canales que hasta ahora acaparaban una reducida cuota de atención del consumidor. Estos dos o tres meses pueden suponer un avance de dos o tres años en cuanto a la proliferación y atención de nuevas necesidades que con el tiempo pueden derivar en tendencias, el tiempo dirá y quizás dentro de un año podremos confirmarlo.
Un nuevo escenario que plantea;
-Movilidad reducida (corto plazo)
-Mayor conciencia del consumidor sobre el aprovechamiento del tiempo de ocio/en familia.
-Refuerzo del apego/sentimiento de pertenencia a una comunidad local en detrimento de una más global.
-Uso masivo de plataformas virtuales de comunicación, aprendizaje, ocio y consumo (la pantalla como herramienta practica para multitud de necesidades) a un nivel intergeneracional (no es solo cosa de millennials)
-Desarrollo lento de la economía en los próximos meses, una acusada caída del consumo y recuperación en forma de U más larga de lo que nos gustaría.
Esto nos da claves que serán fundamentales en los próximos meses;
-Una presencia publicitaria que gestione la imagen de marca y la refuerce, a ser posible sin caer en el intento de un rápido retorno inmediato mediante ventas. Como decía Rosario Flores en una conocida canción; '¿cómo quieres que te quiera si no te tengo aquí?'
-Captación y fidelización del talento y del mensaje de la marca entre trabajadores , convertirlo en un buen embajador y que transforme su experiencia laboral en una imagen positiva para la comunidad.
-Estrategia de omnicanalidad, estar presente y combinar varios canales dándole protagonismo al ecommerce (hay ejemplos que suponen poca inversión en la estructura). De esta forma ahondamos en la tendencia a la virtualización del consumo sin abandonar los escenarios físicos, los cuales creo que siguen siendo imprescindibles.
-Potenciar la cadena de distribución y sus operadores, que ahora llegan hasta casa en muchas ocasiones. Surgen nuevos empleos derivados del auge del delivery en cuanto a la relación con los stocks, el transporte y las empresas deben ser conscientes de ello.
Al hilo de lo expuesto podemos ilustrar lo que podría ser una punta del lanza en la adopción de estas claves con la iniciativa de Facebook e Instagram, dos gigantes en cuanto a RRSS que desde esta misma semana tratan de postularse como centros comerciales virtuales a través de la herramienta de Facebook Shop, que permite a las empresas anunciantes (¡la mayoría PYMES, ojo!) a tener escaparates en línea y poder comprar sus productos sin salir de la aplicación ni ser redirecionado a la pagina del vendedor, aprovechando por otro lado el engagement que se producen con el cliente a través de contenidos.
Con este diseño de comercialización integrado podemos decir que la perseguida transformación digital es un hecho consumado o al menos el COVID-19 nos ha allanado el camino para aplicarnos y adaptarnos a lo que está por venir.