Cómo amarte a ti mismo

Cómo amarte a ti mismo

Porque no puedes amar a otros si no te amas a ti mismo.

Uno de los versículos más conocidos de la Biblia es: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. El gran sabio Hillel dijo que esta frase resume toda la Torá, el resto es sólo comentario.

La gente tiende a enfocarse en la primera parte del versículo –tratar a los demás con amor y respeto– y pasa por alto un componente crucial: sólo puedes amar a otros si te amas a ti mismo. Amarse a uno mismo, tener un concepto sano de uno mismo, es el pilar de todas las buenas relaciones.

Sentirte mal sobre ti o tener baja autoestima impacta enormemente cómo tratas a otras personas. Si no te gusta cómo eres, lo más probable es que te resulte difícil permitirte ser vulnerable en una relación y tomar los riesgos necesarios para contactarte y dar a otros. La raíz de muchos problemas en el mundo actual es que las personas no se quieren a sí mismas.

Aquí hay algunas formas concretas para aprender a amarte a ti mismo de una manera sana.

Halágate

Encuentra algo sobre lo que puedas halagarte cada día. Si te cuesta quererte porque no te gusta algo físico de ti, halaga lo que sí te gusta. Por ejemplo: “Tengo una linda sonrisa” o “Mis uñas se ven realmente bien hoy”. Dilo en voz alta hasta que lo creas. Una vez que empiezas a amar una cosa sobre ti, comenzarás a encontrar otras cosas maravillosas por las cuales halagarte.

Practica la gratitud

Lo primero que hace un judío cuando se levanta por la mañana es recitar la plegaria “Modé Aní”, agradeciéndole a Dios por mantenerlo vivo y permitirle experimentar otro día. El día comienza con gratitud. Si a lo largo del día sigues enfocándote en todo lo que tienes para agradecer, comenzarás a ver las muchas bendiciones y milagros que experimentas todo el tiempo.

Si tienes un mal día, comienza con algo pequeño y di: “Por lo menos estoy vivo” o “Tengo alimento y refugio”. Si luchas con tu imagen física (por ejemplo, te desanimas de perder esos últimos 5 kilos que quieres bajar) di: “Estoy agradecida de que mi cuerpo funcione”. Ser agradecido levantará tu ánimo y hará que sea mucho más fácil quererte a ti mismo.

Háblate como a un amigo

Cuando un amigo se acerca a ti y está afligido, ¿lo rechazas? ¿Le dices que se merece el dolor que está sintiendo? ¡Claro que no! Le dices cuánto lo quieres y que te preocupas por él. Si no está bien hablarle con dureza a un amigo, tampoco está bien hablarte a ti mismo de esa forma. Cuando pienses en los problemas que tienes, no respondas en una forma negativa. Responde como le hablarías a un amigo. Recuerda: las personas te quieren por quién eres y tú también puedes quererte por la misma razón.

Usa afirmaciones positivas

Las afirmaciones positivas son formas simples pero poderosas de cambiar tu mentalidad y comenzar a quererte a ti mismo. Descubre un área en la que necesitas mejorar (quizás con la ayuda de un terapeuta), y piensa en una afirmación positiva que puedas asociar a eso. Por ejemplo, si siempre te menosprecias porque no te esfuerzas lo suficiente en el trabajo, puedes decirte: “Estoy trabajando lo más duro que puedo y hago mi mejor esfuerzo”. Escribe tu afirmación positiva y dila en la mañana cuando te despiertes y a la noche cuando te vayas a dormir. Empezarás tu día correctamente y te prepararás para una mejor noche siendo positivo justo antes de dormir.

Cuídate a ti mismo

Puede que no te quieras a ti mismo y que lo expreses al no tratarte amablemente. Por ejemplo, si crees que eres perezoso, podrías quedarte despierto hasta tarde por la noche, partiéndote el lomo en vez de tener una buena noche de sueño. Es crucial cuidarte, porque eso va de la mano con el amor propio. Cuidarse a uno mismo no significa pagar un montón de dinero para ir de vacaciones o hacerte la manicura. Puede significar salir a caminar en la naturaleza, leer un libro excelente, escribir en tu diario o darte un baño caliente. Tener buenos hábitos lleva a que te ames más.

Al cultivar cada una de estas formas de quererte a ti mismo, apreciarás tu yo único y esparcirás ese amor y bondad a los demás. Estos pasos no sólo te harán sentir mejor, también harán del mundo un lugar mejor y con más afecto.

Fuente: Rivky Itzkowitz / AishLatino.com

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