Cómo conseguir un equipo de dirección de alta performance
Tras muchos años asesorando a compañías y participando de startups y grandes proyectos empresariales, puedo decir solo existe una fórmula ineludible para el éxito: un equipo directivo extraordinario.
No cabe duda que, si damos con la fórmula de fichar al mejor talento, las probabilidades de éxito del proyecto se multiplican exponencialmente, por encima del modelo de negocio, incluso del tipo de empresa. Con un buen equipo y en plena revolución tecnológica y social, todo es posible.
Pero hay dos palancas fundamentales que hemos de aplicar y tener, si no queremos que ese equipo pierda el rumbo, se corrompa o abandone el barco antes de tiempo. Son las “Golden rules” y un poderoso propósito.
Sobre todas las cosas, el propósito tiene que tener una función inspiracional. Es la expresión del enfoque filosófico de la empresa, que busca conectar con un aspecto emocional con el que los clientes se puedan sentir identificados.
En los propósitos se hace énfasis en que la empresa hace lo que hace por alguien más, por el mundo. El propósito es el porqué de una empresa, es su razón de ser. Así como la visión y misión ayudan a guiar a la organización internamente, el propósito sirve para crear un vínculo profundo entre la empresa y sus seguidores.
El propósito de una empresa es aquello que transforma lo sencillo en trascendental, las iniciativas en movimientos. El propósito debe darle significado a lo que hace la empresa y apelar directamente al corazón.
“La única forma para el éxito es contar con un equipo directivo extraordinario”
Expresar correctamente el propósito de tu empresa es fundamental, ya que si los clientes conectan con el porqué de su existencia conseguirás un mayor nivel de compromiso y lealtad de su parte. Y por encima de todo eso, conecta al equipo directivo y toda la compañía. El motivo por el cual vamos a trabajar todos los días y vale la pena el proyecto empresarial.
Os dejo algunos ejemplos de esto:
- Google: Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil
- McKinsey & Company: Ayudar a que los gobiernos y corporaciones líderes del mundo tengan más éxito
- Merck: Proteger y mejorar la vida humana
- Wal-Mart: Darle la oportunidad a la gente normal de comprar las mismas cosas que la gente rica
- Walt Disney: Hacer feliz a la gente
Las Golden Rules, son el principio de tratar a los demás como quieres que te traten.
Se puede considerar una ética de reciprocidad en algunas religiones:
- Trata a los demás como te gustaría que otros te trataran (forma positiva o directiva)
- No trates a los demás de formas que no le gustaría que le traten (forma negativa o prohibitiva)
- Lo que deseas sobre los demás, lo deseas sobre ti mismo (forma empática o receptiva)
La idea se remonta al menos a los primeros tiempos confucianos (551–479 a. C.), según Rushworth Kidder (Founder of the Institute for Global Ethics), quien identifica que este concepto aparece de manera prominente en el budismo, el cristianismo, el hinduismo, el judaísmo, el taoísmo, el zoroastrismo y “el resto de religiones más importantes del mundo”.
Por encima de todas, a la que más valor le doy es el AMOR y el RESPETO. Cuando estas reglas se instauran en el equipo directivo, todo fluye y se impregna en la compañía como valores infranqueables.
Yo os sugiero tengáis vuestro propósito y vuestras Golden Rules, siempre presentes (incluso físicamente en vuestra cartera), y que las reviséis a diario, pues son el mantra del éxito de un equipo de alta performance y un acelerador del éxito empresarial.
--
5 añosAsí es amigo se que estás bien siempre te recuerdo