¿Cómo conviven las nuevas modalidades de trabajo?

¿Cómo conviven las nuevas modalidades de trabajo?

Posiblemente, hace 4 años en una entrevista laboral no escuchábamos de manera frecuente la pregunta “¿es para una posición virtual o presencial?”. Tampoco “¿cuántos días a la semana van a la oficina?”. Ahora, ese tipo de consultas son cotidianas. Claro, tiene sentido porque la virtualidad desembarcó, se instaló y se quedó pisando fuerte planteando una convivencia a veces competitiva y otras veces más amistosa. Sin embargo, ¿qué hay detrás de cada modalidad? ¿Qué implican y qué demandan?

💻 Trabajar de forma remota implica que la organización tenga muy bien desarrollado un esquema de trabajo por objetivos concretos, definidos y alineados a cada una de las áreas que la componen. Esta claridad y foco en el horizonte a alcanzar, permitirá que cada colaborador aporte valor de manera acertada, sin importar desde donde trabaje. Lograrlo implica además contar con sólidos lazos de confianza, comunicación fluida y un marcado sentido de pertenencia a la organización. Es importante asumir la responsabilidad del rol más allá del lugar desde donde uno se encuentre trabajando. En consecuencia, la cultura de la organización estará enraizada en el concepto de “trabajo desde casa, rindo y soy productivo en igual o mayor medida que si lo hiciera presencial” generando así el fortalecimiento de la dinámica cotidiana, la sinergia en los procesos  y, por sobre todo, efectividad en los resultados.

👩🏻 Hoy post pandemia, el trabajo presencial toma otra impronta. Asistir a reuniones, estar “cara a cara”, encontrarse con otros colaboradores de manera espontánea y compartir el café de la mañana, hacen que el cotidiano se sienta más cercano… más “vivo”. La cercanía y la visibilidad están totalmente sobre la mesa. En definitiva, el sentido de pertenencia y la cultura de la organización se construye desde ese aspecto: “estar allí”. Esto para ciertas organizaciones es sumamente importante y fundacional haciendo que sea muy difícil cambiar de modalidad.

🤝 Pero atención! Nos encontramos con un denominador común en ambas modalidades. Tanto el trabajo presencial como el remoto necesitan construir una cultura organizacional que acompañe la modalidad de trabajo implementada. Más allá de la decisión de optar por la modalidad presencial o remota, los objetivos deben estar bien definidos y la comunicación debe ser constante. Estos elementos son esenciales para garantizar el éxito en la práctica adoptada.

👀 Ahora bien, ¿por qué elegimos una u otra modalidad de trabajo?

Hay personas, industrias, empresas, equipos de trabajo incluso líderes que funcionan perfectamente bajo un formato de virtualidad, mientras que otros equipos necesitan el mix, y trabajan en forma híbrida o directamente de manera 100% presencial.

Más allá de las decisiones del empleador o las particularidades de cada industria, debemos prestarle atención a la experiencia de cada colaborador. Por ejemplo, alguien que trabajó muchos años de manera presencial, habiendo conocido la posibilidad de trabajar en forma remota, habiendo alcanzado buenos resultados y habiendo  logrando equilibrar “la vida con el trabajo”, probablemente preserve el trabajo remoto y se resista a volver a trabajar en un esquema 100% presencial. Contrariamente, nos encontramos con los casos de aquellos que obtuvieron su primer empleo a partir del 2020, donde muchos procesos ya fueron automatizados  o se realizaron de manera virtual (recruiting, onboarding, entre otros), por lo que no se experimentó el “cara a cara” con compañeros de equipo, otras áreas y colegas de la organización. Probablemente, en este caso nos encontremos con personas que elijan la modalidad híbrida como el “ideal” para trabajar y poder “experimentar la vida de oficina” y en paralelo seguir aportando valor desde la virtualidad.

En resumen, ya han pasado cuatro años desde que apareció la pandemia. Durante este tiempo, cada uno de nosotros ha tenido que adaptar su rutina, mientras que las organizaciones han modernizado/ automatizado paradigmas tradicionales para abrazar lo nuevo: la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar. Hoy nos encontramos en un escenario donde la virtualidad y la presencialidad conviven. En este contexto, la confianza, el compromiso, el trabajo por objetivos y la convivencia entre las distintas modalidades de trabajo se han vuelto fundamentales para alcanzar resultados positivos. Es esencial comprender que estas modalidades coexisten y es fundamental adaptarse a las demandas específicas de cada una, integrando y aprovechando todo lo aprendido hasta ahora para seguir construyendo estructuras funcionales.


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas