Cómo da feedback un buen líder

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Dar feedback es completamente necesario para comprometer, motivar e inspirar a un grupo de trabajo, características sine qua non de un líder. Sin embargo, resulta una tarea bastante difícil si se tiene en cuenta tanto las implicaciones de darlo, como la necesidad de hacerlo de manera asertiva y lograr incentivar efectivamente a nuestros compañeros a ser cada día mejores y trabajar por un propósito común a nivel empresarial. 

Una de las cuestiones más importantes a la hora de dar feedback es mirar al compañero como persona, reconocerlo y pretender que ese momento sea una oportunidad de aprendizaje común, sin lugar a dudas un buen feedback puede cambiarle la vida a una persona.

Es necesario ser honesto con lo que generó una determinada acción o situación en uno y buscar ser constructivo, planteando las necesidades que se tienen a nivel laboral y como persona o lo que se espera sentir en determinada acción del otro, poniendo a disposición de la persona las herramientas necesarias que le permitan llevar a cabo un mejor trabajo. 

En esta misma línea, es necesario ser específico, concreto y puntual en el tema que se va a tratar, que no sea un rodeo, hablar puntualmente del tema que ocupa como equipo, evitando por supuesto emitir juicios de valor sobre la o las personas que conforman el equipo de trabajo. Hay que indagar y estar dispuesto a escuchar sobre cómo se llegó a una determinada acción, interesarse en las decisiones que tomó un miembro del equipo, partiendo de la premisa de la buena fé, de que cualquier acción que ocasionó una sensación determinada en el líder del equipo no fue buscada y que, por lo contrario, fue algo que escapó a la voluntad de la persona. 

La empatía es la base de la retroalimentación, es indispensable saber el contexto por el cual nuestro colaborador está atravesando al momento de dar feedback, saber cómo está, cuán difícil está siendo su trabajo, especialmente en estos tiempos en que la mayoría de los trabajos se llevan a cabo desde casa y es imposible saber qué ocurre del otro lado de la pantalla. Esto no quiere decir que se va a dar un falso feedback o compasivo, las oportunidades de mejora siempre serán planteadas desde la realidad y de ahí en adelante trazar una meta que lleve a cambiar positivamente esos aspectos de manera real y efectiva. 

Suele creerse que el feedback únicamente es una herramienta que se emplea de manera correctiva, pero no. También se utiliza como mecanismo potenciador de aquellas cosas que están saliendo bien en el equipo de trabajo. Así como se da feedback constructivo, es importante darlo cuando se están cumpliendo los objetivos del equipo, potenciando las habilidades del equipo y haciéndolos sentir que no son medidos por sus desaciertos, sino que sus logros son tenidos en cuenta a la hora de dar feedback, generando confianza en los colaboradores y haciéndolos sentir importantes y valiosos para la compañía. 

La comunicación no verbal es clave a la hora de dar feedback, si estamos hablando con la peor actitud, por más que lo que estemos diciendo sea acertado, el mensaje va a llegar de forma errónea al otro.

Es útil a efectos de dar una buena retroalimentación que nuestro lenguaje no verbal sea el mejor, estar predispuestos a escuchar y ver al otro como persona, despojándonos del ego y persiguiendo siempre un objetivo común.

Una vez dado el feedback, es vital hacer un seguimiento, poder acompañar al otro en la tarea, en la mejora de un proceso o acción específica, de manera que no sólo sienta que se le indicó que algo generó una determinada sensación en uno, sino que además fue acompañado en el proceso por su líder, contando con él como mentor y acompañante de dicho proceso, generando lazos de confianza y empatía mutua.  

Por último, pero no menos importante, un buen líder está dispuesto a recibir feedback de su equipo, agradecerlo y trabajar activamente por mejorar. Es de un buen líder reconocer que no sabe todo, que se puede equivocar y recurrir a sus colaboradores para depositar en ellos la confianza necesaria que los motive a hacer las cosas cada día mejor por ellos mismos y por el propósito común del equipo de trabajo.