Cómo Explicarle a tus Amigos qué es un Podcast

Aunque este medio ha crecido en Latinoamérica, aún está a años de distancia de otros países

Imagen de Daniel Friesenecker en Pixabay

De los “booms” en plataformas de comunicación que ha sufrido el mundo en los últimos años, el más reciente en explotar, no así en existir, es el podcasting. A pesar de tener más de 15 años con nosotros, todavía en el mismo Estados Unidos mucha gente no sabe de qué se trata. Y no hablamos solo de gente mayor.

En este aspecto, el podcasting se vio superado por tecnologías que llegaron después, como las redes sociales, quizá por una combinación del enorme atractivo de éstas y el hecho de que los podcasts solo disponen de audio para capturar la atención del público (existen “videopodcasts”, pero no es la esencia de este medio, así como hay videos de solo audio en Youtube y no representan la mayoría de su contenido). 

Una vez más, incluso en Estados Unidos, a pesar de tener una audiencia de varios millones de personas y con inversiones en publicidad que casi rayan los 500 millones de dólares, existe el fenómeno de que cada año, desde 2016, se ha estado diciendo que “este será el año en que el podcasting finalmente llegará al “gran público”.

Vaya panorama para quienes aman y se dedican a este medio en Latinoamérica. 

El caso de España es aparte. Ahí, gracias a iVoox, una de las plataformas de podcast más famosas en español, éste país ha entrado al medio con fuerza, le lleva ventaja al resto de naciones que habla la misma lengua. 

Los chicos de iVoox incluso ya tienen contenido Premium en su plataforma y cobran por acceder a ciertos podcasts o episodios, una medida temeraria pero que puede garantizar su subsistencia como compañía. 

Evangelizar sobre el podcasting 

Pero entonces, eres un podcaster o aspirante a podcaster latinoamericano y después de investigar mucho por internet acerca de “cómo hacer un podcast”, finalmente lo lanzas y ahora quieres darlo a conocer.  O no eres productor de uno, pero te encanta escucharlos y quieres que los demás disfruten este medio también. La pregunta que sigue ¿Cómo lo hago?

En este artículo vamos a dejar de lado la promoción al gran público, para lo cual las redes sociales pueden ser de ayuda. Vamos a concentrarnos en la gente cercana a ti, o la gente a la que tendrías la oportunidad de explicarle “qué es un podcast”.

Un reto que tenemos quienes amamos el medio y quienes nos dedicamos a él a la hora de “evangelizar” es el tratar de hacerlo lo más comprensible a quien nunca ha escuchado un podcast.

Si nos atuviéramos a la definición “técnica” de lo que es un podcast, podríamos decirle a la gente que se trata de un formato de distribución de archivos multimedia (principalmente audio, aunque como ya dijimos, puede ser en video también), que mediante un programa de descarga o RSS feed reader permite escuchar esos archivos. En un principio esto era posible sólo descargándolos, y actualmente también permite reproducirlos, en lo que conocemos como streaming. 

*RSS: siglas de Really Simple Syndication, en inglés. Wikipedia lo define como “Un formato XML para distribuir contenido en la web. Se utiliza para difundir información actualizada  frecuentemente a usuarios que se han suscrito a la fuente de contenidos. El formato permite distribuir contenidos sin necesidad de un navegador, utilizando programas llamados agregadores de noticias diseñados para leer contenidos RSS”.

Pero creo que no tendríamos mucha suerte ganando nuevos adeptos usando esa definición. 

Un reto que tenemos quienes amamos el medio y quienes nos dedicamos a él a la hora de “evangelizar” es el tratar de hacerlo lo más comprensible a quien nunca ha escuchado un podcast. Se trata de hacerle ver que es algo que podría ser de su interés y que cuando lo descubra probablemente se volverá un aficionado. 

Una manera clásica de definirlo sin tanta tecnicidad sería decirles simplemente que es “como un programa de radio, pero por internet”. Aquí es importante aclarar que no se trata solo de “radio por internet”, porque se corre el riesgo que piensen que es una estación online, algo con lo que mucha gente sí está familiarizada. Aquí hablamos de programas, shows. 

-Sí claro, un programa que pasan a determinada hora en una estación por internet, ¿Cuál es la página?

-No, bueno, sí es un programa pero no tiene un horario fijo, lo puedes escuchar a la hora que quieras, que te resulte más conveniente.

-Ah, o sea que es como Netflix.

-Ándale

Y ahí tienes una buena analogía, que un podcast pudiera ser como Netflix, pero en audio, aunque no exactamente, ya que les explicarías que aquí, por lo general, no tienes que pagar una subscripción para escuchar los programas (aunque eso ya está cambiando, para bien o para mal).

Un ejemplo más fácil que uso yo es el decirles que un podcast es como un canal de Youtube, pero de audio. Tiene varias similitudes: el canal forma parte de una aplicación mayor; el canal por lo general es acerca de un tema en especial, y vas subiendo episodios; tu canal lo pueden ver prácticamente en todo el mundo; es gratis verlo (u oírlo) y suscribirse . Todo eso es un podcast. 

Una diferencia grande es que YouTube es un plataforma específica, mientras que un podcast puede existir en varias plataformas, a menos que tenga un contrato de exclusividad con alguna de ellas, como están haciendo ahora iVoox y Spotify. 

La diferencia con la radio

Aunque no hay un reglamento o un organismo gobernante que delimite qué es un podcast y qué es radio, aparte de lo obvio, muchos podcasteros coinciden en varias diferencias entre ambos medios. 

Antes de definirlas quiero señalar que en lo personal estoy en contra de que a un programa de radio que se transmite en alguna estación, y que simplemente al terminar se guarda en un archivo mp3, se le quitan los comerciales (a veces ni eso) y luego se sube a un feed RSS, se le denomine “podcast”. Pero como mencono, se trata de una opinión personal. Tristemente, en los agregadores de podcasts, cuando se trata de programas en español, un gran número de recomendaciones son de programas de radio que también puedes escuchar como podcast y no de podcast creados originalmente en ese formato. Eso poco a poco ya está cambiando y ya vamos teniendo podcasts originales dominando esas listas. 

Una diferencia notable, es que precisamente gracias a las raíces “amateur” de este medio, en el podcast no se requiere tener una “voz radiofónica”, esas que todos envidian y se preguntan cómo él o ella pueden hablar de esa forma tan impresionante. Obviamente sí debes tener buena dicción o por lo menos decente y conocer las técnicas básicas de hablar ante el micrófono.  

La radio no se pensaba para ser escuchada íntimamente, mientras que para los podcast es todo lo contrario.

Melvin Rivera Velázquez, gran promotor del podcasting en español, menciona en uno de los episodios de su programa “Vía Podcast”, que la radio en Latinoamérica tiene una tradición de ser hablada en fa, es decir, con una voz alta, enérgica, casi gritando al radioescucha. Esto tiene como origen el hecho de que antes a la radio se le escuchaba en esos aparatos que casi ya no existen llamados: radios. Tú estabas a distancia de ellos, haciendo lo que estuvieras que hacer y el locutor tenía que “gritar” para no perder tu atención. El uso de audífonos no se popularizó hasta la aparición de los Walkman, Discman y más tarde el iPod (a quien debemos el nombre de este maravilloso medio). 

La radio no se pensaba para ser escuchada íntimamente, mientras que para los podcast es todo lo contrario. Se asume que la mayoría de las veces los escucharás con audífonos (aunque eso también está cambiando con la llegada de los altavoces inteligente, así que podríamos decir también que se cierra el círculo), por lo que quienes hablan lo saben y lo hacen en el tono de una conversación casual. Muchos podcast quieren precisamente eso, platicar contigo, tener una conversación como la tendrías con un amigo en la cocina de tu casa. 

Eso nos lleva a otra distinción de facto de los podcast: usualmente no tienen tanta producción. Muchos podcast son precisamente eso, una conversación entre dos o más amigos en la cocina de tu casa. El podcast más famoso del mundo en este momento, el de Joe Rogan, empezó precisamente así, definido por su propio anfitrión, como “dos amigos platicando de cualquier cosa alrededor de una laptop”. Y eso sucede porque durante muchos años ese ha sido el espíritu del podcasting, el de aficionados, aún y cuando se trate de profesionales.

De hecho, algo muy distintivo de cuando la gente de radio se pasa al podcasting, sin haber sido antes “fans” del medio, es que sus programas tienen producción de radio: cortinillas, teasers, efectos y música incidental. Esto no es necesariamente malo, solo una muestra más de lo que ha sido la diferencia entre ambos medios, que ahora están convergiendo. 

¿Y dónde los van a escuchar?

Si tu amigo(a), familiar o conocido nunca ha escuchado un podcast, además del proceso detallado más arriba de cómo explicarle qué es, viene la parte esencial y es la de decirle dónde lo va a escuchar. Si estuviéramos hablando de videos, estaríamos hablando esencialmente de YouTube, aunque aplicaciones como Vimeo, Twitch o el mismo Instagram TV ya le hacen competencia. Pero aún así estamos hablando de un número pequeño de opciones. 

Los podcasts, al no ser exclusivos de una plataforma, están en tooodos lados.

Tú, como amante del medio seguramente tienes una aplicación favorita desde hace varios años y conoces otras opciones. Pero volvemos al mismo punto: la persona a la que le estás hablando de podcasts no está familiarizada con el medio y es fácil que se sienta abrumada, al no sabes dónde escucharlos y de repente encontrarse con 50 aplicaciones, como si estuviera en el pasillo de cereales del supermercado. 

La opción a la segura en iPhone y Android 

Históricamente, los usuarios de iPhone o productos de Apple en general están más familiarizados con los podcasts, debido a que la empresa desde el 2005 los incluyó en iTunes, y desde 2012 tiene una aplicación dedicada que viene preinstalada en sus teléfonos, iPads y iPods (y con la reciente actualización de OS, ahora también las computadoras). Aún así, es posible que algunos usuarios nunca hayan sentido la curiosidad de ver “para qué sirve esa aplicación”. 

Algo que puedes hacer para es simplemente tomar su teléfono, preguntarle cuáles son sus temas de interés, buscar un podcast acerca de eso y suscribirlo tú mismo. Puedes incluso aclarar que la “suscripción es gratis”, aunque teniendo toda la cultura de YouTube con nosotros, no creo que la gente relacione suscripción con pagar, al menos no en este tipo de medio. 

El caso de Android, afortunadamente ya tiene una solución similar, aunque esto ocurrió apenas el año pasado. Es una pena que se haya tardado tanto, porque esa es precisamente la razón por la que Latinoamérica lleva tantos años de atraso con respecto a países como Estados Unidos en el conocimiento de los podcasts. En aquel país, durante muchos años la mayoría de los usuarios de telefonía móvil tenían el producto de Apple que, como ya mencionamos, tiene una aplicación de podcast preinstalada. 

En América Latina el dominio de Android es absoluto, y Google nunca mostró interés en promover los podcasts en su sistema operativo. Los usuarios tenían que buscar en la Play Store una aplicación de podcast para escucharlos, lo que exigia tener un conocimiento previo que no todos tenían.

Hay quienes dicen que Google era reacio a los podcasts porque el mismo nombre indicaba una relación con Apple (el periodista que los bautizó les puso así porque eran archivos que se escuchaban en un iPod, de ahí el “Pod”). 

Con el lanzamiento de Google Podcasts, en 2018, se pensaba que por fin los dispositivos Android tendrían una aplicación nativa para este fin. El problema es que solo es nativa a medias. La aplicación sí está en el sistema, pero no es visible. Para ver el acceso directo, los usuarios todavía tienen que entrar a Google Play y descargarlo, igual que si estuvieran descargando la aplicación. ¿Por qué no simplemente integrarlo completamente de origen? ¿Quizá los celos acerca de Apple son ciertos? Quién sabe.

¿Pero qué puedes hacer entonces con un usuario de Android si quieres mostrarle directamente qué es un podcast? Puedes enviarle un link desde Google Podcasts para garantizar que pueda abrirlo y reproducirlo, ya que como te mencioné, por lo menos “oculta” la aplicación sí está en ese sistema operativo. 

Una opción práctica: Spotify

Otra opción, que muchos han optado como la opción de facto para usuarios Android, aún por encima de la aplicación nativa es preguntarles si tienen Spotify. Lo más probable es que usen la aplicación, ya sea en modo Premium o gratuito, da lo mismo. 

Debido Spotify está impulsando de manera importante su estrategia de podcasts, permite incluso a los usuarios gratuitos escuchar cuantos podcasts quieran, con muy poca publicidad, a diferencia de la música. También pueden crear listas de reproducción, algo que las otras aplicaciones de podcasting han ido perdiendo.

El interés de la empresa sueca por este medio, hace que tengan una buena sección de “Descubre”, con listas de popularidad y recomendaciones, algo ideal para los usuarios nuevos. 

Cabe señalar que desde luego hay mejores aplicaciones especializadas de podcasts, pero Spotify una buena opción “a la mano” para empezar a escucharlos. 

iVoox por supuesto es un clásico y sería una opción recomendable también para un novato en los podcasts, por la gran cantidad de audios en español que tiene curados para los oyentes, en eso no tiene comparación. El problema que yo veo de iVoox para los nuevos oyentes, tiene que ver con su estrategia de monetización.

Aclaro que estoy a favor de que las aplicaciones de podcasting y los mismos programas requieren tanto de publicidad como de cobrar por sus contenidos para salir a flote, eso es indiscutible. El problema específico que veo para un usuario nuevo que entra a iVoox es que podría verse abrumado por la cantidad de anuncios que tiene que escuchar antes de que empiece el podcast que eligió, y aunque usualmente es “uno”, el problema surge cuando cada vez que le da pausa a su adio, tiene que volver a escucharlo. Esto puede ser muy frustrante para una primera experiencia. Aquí, a diferencia de YouTube, no hay opción de “saltar”. 

De igual forma, este hipotético usuario nuevo podría decepcionarse de que cada vez más episodios de programas que podrían ser de su interés, tienen candado y puede escucharlos solo haciendo donaciones y pagando una suscripción (ahí si de paga) en el modo Premium. 

Repito: para oyente que ya sabe de esto o para un fan de determinado programa que está consciente de la necesidad de apoyar a su anfitrión favorito, eso no debe ser problema, pero estamos hablando de gente que no tiene ninguna inversión emocional ni intelectual en este producto, a la que hay que “enamorar” para que se quede más tiempo y lo conozca. 

Y sí. Para los amantes de este medio, promoverlo y hacerlo crecer es un gusto y una labor que uno puede tomar con cierto sentido de pertenencia. Si algo han revelado recientes estudios de Marketing es que los oyentes de podcasts, si bien son menores a los de otros medios, son los más fieles. Eso es muy importante y de ninguna manera una sorpresa para quienes no vemos la oportunidad de decirle a algún amigo ¿Sabes qué es un podcast?

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Benjamín Sumohano

Otros usuarios han visto

Ver temas