¿Cómo funciona la Incapacidad Permanente Absoluta en España?

¿Cómo funciona la Incapacidad Permanente Absoluta en España?

En España, la incapacidad permanente absoluta se refiere a la situación en la que una persona trabajadora no puede realizar ninguna actividad laboral, ya sea por cuenta propia o ajena, debido a una enfermedad o accidente. Este concepto está regulado por el Real Decreto Legislativo 8/2015, que establece la Ley General de la Seguridad Social (LGSS).

Características de la Incapacidad Permanente Absoluta:

Esta incapacidad inhabilita a la persona trabajadora para ejercer cualquier tipo de empleo.

Se traduce en una pensión mensual que corresponde al 100% de la base reguladora.

Se otorga cuando se determina que la persona carece de la capacidad física o mental para desarrollar cualquier tipo de actividad laboral.

Postura del Tribunal Supremo y la Seguridad Social

El Tribunal Supremo ha dictaminado en diversas sentencias que restringir el acceso al mercado laboral a quienes han sido declarados en situación de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez podría violar su derecho fundamental al trabajo. Aunque estas personas no puedan trabajar de forma regular, esto no significa que no puedan desempeñar actividades remuneradas bajo ciertas condiciones.

Esta postura del Supremo ha quedado recogida en la revisión más reciente de la Ley General de la Seguridad Social, permitiendo que aquellos que reciben una pensión por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez puedan realizar actividades laborales compatibles. Sin embargo, es importante tener en cuenta varias restricciones y normativas específicas.

Requisitos para Trabajos Compatibles

Para que una actividad laboral sea compatible con la pensión de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, debe cumplir dos condiciones:

-        El empleo debe ajustarse a las limitaciones que dieron lugar a la concesión de la pensión.

-        La realización del trabajo no debe deberse a una mejoría de la condición que originó la incapacidad.

Es decir, el enfoque es similar al de la incapacidad permanente total, en la que se puede trabajar en otros sectores distintos a la profesión habitual. Sin embargo, en el caso de la incapacidad absoluta o gran invalidez, las exigencias son mayores, y se debe demostrar detalladamente que la actividad es completamente compatible con la incapacidad.

Por lo tanto, ¿Es posible trabajar con una Incapacidad Absoluta?

En términos generales, no es posible, ya que esta incapacidad implica la imposibilidad de trabajar en cualquier ocupación. No obstante, hay excepciones en las que, bajo ciertas circunstancias, algunas personas pueden desempeñar una actividad laboral. A continuación, se describen algunas de esas excepciones:

-        Compatibilidad con ciertos trabajos: En algunos casos, la persona beneficiaria puede realizar actividades adaptadas a sus limitaciones. Estos trabajos no deben requerir el esfuerzo físico o mental que originalmente impidió la realización de cualquier empleo.

-        Revisión por mejoría: Si la persona comienza a trabajar, la Seguridad Social puede revisar su situación para determinar si ha habido una mejora que permita una recalificación de la incapacidad, de absoluta a total.

-        Notificación a la Seguridad Social: Cualquier cambio en la situación laboral debe ser informado a la Seguridad Social. Si se trabaja sin autorización, la persona podría perder el derecho a la pensión y enfrentarse a sanciones.

Posible reducción de la pensión

En caso de que la Seguridad Social considere que el trabajo es compatible, la pensión podría ser reducida o suspendida, ya que la incapacidad permanente absoluta está diseñada para personas que no pueden desempeñar ninguna actividad laboral.

Posibles trabajos compatibles con la Incapacidad Permanente Absoluta o Gran Invalidez

Es complicado listar de forma general actividades laborales compatibles, ya que dependen de las limitaciones individuales. Sin embargo, algunas opciones comunes incluyen:

-        Afiliarse como persona autónoma y gestionar un negocio sin trabajar directamente en él, delegando en las personas empleadas.

-        Participar en actividades de voluntariado, siempre que no sean remuneradas.

-        Realizar trabajos esporádicos con ingresos mínimos que no impliquen estar dado de alta en la Seguridad Social.

-        Optar por empleos en centros especiales de trabajo, como los que ofrecen a personas con discapacidades, o instituciones como la ONCE.

-        Teletrabajar, siempre que el tipo de actividad y el entorno se adapten a las necesidades físicas de la persona trabajadora, permitiendo pausas y descansos según sea necesario.

En cualquier caso, cada situación debe ser cuidadosamente evaluada para garantizar que el trabajo sea compatible con las limitaciones que justifican la incapacidad permanente.

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