CÓMO HABLAR Y NO DISCUTIR:
A menudo, las conversaciones suelen terminar en discusiones, casi todas son evitables. Bastaría con entrenar y practicar unas series de habilidades de comunicación.
1) Permanece tranquilo, si no es así, será tu enfado quien hable por ti. Es mejor esperar hasta que se enfríe la emoción.
2) Hay que intentar ser específico,procurar ser lo más concreto posible. Las quejas generales, abstractas (p. ej., “No puedo aguantarlo más”, “No me apoyas”) no son efectivas pues descentran el foco.
3) Centrarse en el presente, en el problema que se está tratando, no mezclarlo con otros asuntos del pasado.
4) Intentar no ser ambiguo.
5) Practica la escucha activa, intentando comprender la perspectiva del otro, sin interrumpirle. Cuando termine, esperar unos segundos antes de responder.
6) Sé flexible y empático/a: Considera y ten en cuenta las ideas de los demás antes de dar tu respuesta o tu solución.
7) Sé creativo/a: Intenta nuevos planes, y si no funcionan siempre se puede utilizar otro método.
8) Habla en primera persona.
9) Expresa tus sentimientos.
10) Emplea un tono de voz apropiado: Si estás enfadado puedes expresar tu enfado mediante un tono de voz firme y seco, sin gritar.
11) Sé coherente y auténtico/a: Que tu lenguaje no verbal, posturas, gestos y expresión facial, sean coherentes con tu tono de voz.
12) No emplees el sarcasmo ni la ironía, y por supuesto no amenaces ni hagas reproches.
12+1) Manifiesta tu interés de forma no verbal: Mira a los ojos, asiente con la cabeza, coloca el cuerpo de frente a tu interlocutor, etc.