¿Cómo he llegado aquí? Del MTM a fusionar tecnología digital y productividad

Muchas veces ni siquiera somos capaces de comprender nuestra propia historia. ¿Por qué haces lo que haces? ¿Por qué hay ciertos temas que te inspiran pasión?

Descubrirlo requiere una rutina que olvidamos. Tan solo tenemos que evadirnos del ruido cotidiano, hacernos preguntas, recordar y reflexionar investigando el origen de nuestro yo actual.

A estas alturas, seguramente ya sabréis quien soy. Una combinación entre tecnología digital y productividad efectiva. Dos pasiones con dos orígenes distintos, que me obligan a reinventarme constantemente.

Mi atracción por la tecnología digital se remonta a mi adolescencia. Quizá pienses que tantas horas fascinado delante de un monitor conectado a un antiguo MSX con 64 kilobytes de memoria, cargando el mítico juego “la abadía del crimen” desde un radiocasete, detonó mi pasión. O, años más tarde, batiéndome en duelo contra otros piratas en “the secret of monkey island” desde el IBM de mis tíos. Pero no, el momento clave llegó más adelante. Sinceramente, estos años demostraron que la tecnología digital únicamente estaba despegando. Si mi hijo viese esos cacharros, creería que soy un viejo dinosaurio.

Aún estaba en pleno bachillerato. Una tarde lluviosa decidí visitar a un amigo de la infancia. Nacimos en el mismo barrio y vivimos muchos años uno en frente del otro. A él no le interesaba estudiar. Terminada la EGB, decidió matricularse en un módulo de formación profesional sobre informática de gestión mientras yo próximamente iniciaría mi aventura universitaria como buen estudiante. Aquella tarde, inició su ordenador y me mostró las líneas de código de un programa que estaba desarrollando utilizando un lenguaje llamado RMCobol. ¡Un momento! ¿Cómo? ¿Escribiendo un código lógico podías crear tu propio programa? Mi inquieto cerebro no paraba de dar vueltas. Me copió los archivos de código en un disquete de 3,5 pulgadas. Aquel día todo cambió. No paré hasta descifrar el código, comprenderlo y ser capaz de diseñar mis propios algoritmos. Ya ves, es curioso. En el fondo sigo siendo el mismo niño friki, aunque ahora domesticado.

¡Y este mismo lunes, mi mujer me recordó inconscientemente el origen de mi otra pasión! La productividad efectiva. Sucedió tras la universidad. Una beca de prácticas desencadenó mi breve, aunque intensa, aventura en el mundo corporativo. ¡Qué curiosa es la mente humana! Seguramente hubo malos momentos, pero recuerdo especialmente todo lo bueno. 

Grandes líderes motivadores como Byron Vargas Herzberg , F. Javier Uria , Michael G. Huber , Maria Angeles Campo Lavin , Guillermo Fernández de Bobadilla y otros muchos de los que aprendí tantas cosas. O grandes compañeros a los que admiro, como Dr. Dr. Miguel Mediavilla Guisasola , Alex Mirones o Emilio Placer Maruri , entre otros. Me podría pasar horas nombrándoles a todos. Todos ellos me dieron una oportunidad única: introducirme en el mundo de los métodos y tiempos. Es cierto que aquello era el ámbito industrial, pero cuando nos formamos intensamente en la metodología MTM entendí la importancia de aprovechar el tiempo. Si optimizas el qué y el cómo haces las cosas, verás un efecto en los resultados.

Pero también aprendí otra valiosa lección. Nuestro equipo diseñaba las metodologías para optimizar los resultados, pero teníamos que explicar y convencer a los operarios en el taller de utilizar nuestras recomendaciones. ¡Zasca! ¡Cuantas discusiones! ¿Pero, por qué? ¡Únicamente queríamos ayudar! Creo que olvidábamos que frente a nosotros había seres humanos a los que naturalmente les costaba cambiar sus hábitos. ¡Eureka! No lograrás nada si no eres capaz de impactar en el mindset (mentalidad), desaprender y vencer la resistencia al cambio. Solo si lo logras, podrás cambiar tus hábitos, emplear mejores métodos y lograr los resultados que estás buscando. 

Entendiendo cómo he llegado aquí, es más fuerte mi compromiso para seguir investigando y desarrollando. Pero no solo con mejores metodologías y nuevas herramientas tecnológicas. También en la forma de ayudarte a cambiar tu mindset, y reiniciar tu chip integrado.

¿Me acompañas? Prometo seguir contándote cada nuevo aprendizaje.