¿Cómo jugaremos al golf dentro de 20 años?

¿Cómo jugaremos al golf dentro de 20 años?

Facebook se creó hace menos de veinte años. Y si “20” no parece una cifra que estimule el efecto “ciencia ficción”, seguro que estamos de acuerdo en que la sociedad puede cambiar mucho de aquí al 2038. Así que no me resisto a plasmar mi visión de cómo se jugará al golf en un futuro al que sí espero llegar. Y reconozco que no espero que se le dé ningún valor científico.

-         1. El recorrido estándar de golf será de 9 hoyos. No 18. Porque lleva demasiado tiempo jugar 18 hoyos. Porque si estás jugando bien no lo quieres estropear en la segunda parte. Porque si estás jugado mal no quieres continuar con el suplicio. Porque jugar 9 hoyos es más barato que 18, y la cerveza sabe igual de bien (o mejor). Y porque si la media de edad de los golfistas sigue aumentando (y nada indica que se vaya a estancar, y mucho menos a bajar) jugar 9 hoyos en dos horas y media es un entretenimiento y un ejercicio suficientemente razonable. Esto animará a más gente a jugar al golf, y los campos podrán dar más salidas en el mismo número de horas. Algunas competiciones se harán en 18 hoyos, sí, pero sólo por prestigio… o por sentimentalismo.

-         2. Cada jugador tendrá su “perfil” digital de golf. Incluirá todos sus resultados, los campos que ha jugado, sus sesiones de entrenamiento, planes personalizados para mejorar su juego… También incluirá su preferencia de palos y de bolas, su talla de guante, de zapato, de pantalón y de jersey, y lo más importante: la valoración que hagan sobre él (su conducta, su comportamiento, su ritmo de juego) otros jugadores con los que haya compartido partido. Incluso los clubes en los que haya jugado.

-         3. La mayoría de los jugadores no tendrán palos propios. El green-fee incluirá la elección del juego de palos que prefiera cada uno. El código identificativo del jugador incluirá sus preferencias técnicas para los palos (marca, modelo, flexibilidad y longitud de varilla), y el club pondrá un juego a su disposición por un precio razonable. Se acabó el llenar de hierba y suciedad (y de carritos y baterías y cargadores) el maletero del coche.

-         4. Las bolas tendrán un chip, porque si no tiene trascendencia perderla desde el punto de vista de las reglas (más sobre esto más adelante) entonces lo mejor es encontrarla cuanto antes. El chip asignará la bola al jugador y enviará a su smartphone (y por wifi al módulo del ordenador que gestiona la competición del club) información sobre cada golpe que recibe hasta completar cada hoyo.

-         5. En la mayoría de las competiciones se utilizará la Regla Única del Golf: “La bola y el campo se jugarán como se encuentren; excepto si la bola se hubiera perdido o si se declarase injugable por cualquier motivo, en cuyo caso el jugador podrá colocar una bola en el punto del campo que desee, que no esté más cerca del hoyo que la bola original, o del lugar donde ésta se hubiera perdido”. Ahora el que hace trampas las hace “de verdad” porque es absurdo decir que uno no se sabe la única regla. En algunas competiciones de relevancia, o para jugadores profesionales, se utilizarán las Reglas de Alta Competición, desarrolladas y revisadas cada año por el R&A y la USGA. Y sanseacabó.

-         6. No habrá intercambio de dinero en efectivo. El green-fee se habrá prepagado en el momento de hacer la reserva. El alquiler de buggy, de carrito, o cualquier otra consumición dentro del recinto del campo, se abonará por proximidad con el teléfono.

-         7. El sistema de GPS de cada campo se instalará mediante bluetooth en el teléfono del jugador tan pronto como éste acceda al club. Tendrá medición biométrica, aconsejará al jugador el palo ideal y la línea idónea de juego, y le apuntará correctamente en la dirección deseada. El sistema GOLFCHAMP almacenará la información de cada golpe del jugador y dará el consejo con más posibilidades de éxito en cada caso, en función de los resultados pasados o del efecto de sus sesiones de entrenamiento (cuanto más entrene más datos se almacenarán en la memoria del sistema, y el jugador tendrá más “suerte”)

-         8. No habrá buggy-bars: cada buggy tendrá el suyo propio, en el hueco que dejen las antiguas baterías de ácido, junto a una caja/tienda con bolas, guantes, tees, y otros artículos de “primera necesidad”.

-         9. El código de vestimenta habrá desaparecido... o casi. Nike venderá pantalones vaqueros. La mayoría de la gente no tendrá que pensar en llevar ropa en el maletero del coche para jugar al golf cuando salgan del trabajo.

-         10. El jugador tendrá su propio seguro de accidentes y de responsabilidad civil, vinculado a su póliza de seguros del coche, del hogar, o de otras actividades deportivas en las que participe. Ahora es fácil identificar al causante de un accidente de golf en caso de siniestro, pero para evitar estar constantemente intermediando en disputas, se generaliza en los campos la instalación de altísimas vallas para evitar que se salgan las bolas. No tendrán redes: serán electromagnéticas y desviarán la bola de golf hacia el interior del campo.

-         11. Los campos de prácticas serán de hierba artificial. Después del magnífico resultado que está dando el del Centro Nacional de Golf, en Madrid, no hay ningún motivo para dudar de que, por estética, por comodidad, por limpieza, por el ahorro en mantenimiento, el césped artificial en los campos de prácticas es un modelo a extender. Los tees, y los antegreenes en el propio campo serán el siguiente paso.

-         12. La mayoría de las máquinas de mantenimiento serán eléctricas y autónomas. Segarán de acuerdo con la configuración cartográfica que se les programe y cuando terminen, o cuando necesiten recargarse, se retirarán a la zona de recogida y recarga. Dispondrán de sensores térmicos y de reconocimiento biológico, y mantendrán con sus datos un informe detallado de las necesidades hídricas de cada zona del campo y de las amenazas de plagas y de contaminación por malas hierbas. Reportarán en tiempo real cualquier anomalía técnica, y se detendrán o recogerán en la zona de recarga si la avería puede poner en riesgo alguno de sus componentes o del campo.

-         13. Los campos de prácticas serán divertidos. Habrá música. Habrá una pantalla en cada puesto de entrenamiento que ofrecerá consejos sobre todo tipo de golpes. Los jugadores dispondrán de cuantos palos necesiten y quieran probar, hasta encontrar los que les den mejor resultado.

-         14. La academia de la escuela estará equipada con sensores biométricos que identificarán las características físicas del jugador y de su swing. Una vez activada la clase, una voz dará al jugador las instrucciones básicas para adaptar su swing, progresivamente, a los parámetros que le pueden ayudar. Una serie de bips alertarán al jugador cuando la trayectoria de su subida, o el cambio de peso, o el giro de los hombros… (depende del ejercicio a practicar) se aleje de lo idóneo.

-         15. Los niños jugarán al golf. Por fin. La tecnología les hará interesarse por un juego que hoy les parece aburrido de aprender. Tener acceso a palos y bolas de sus características ideales les ayudará a ver volar sus golpes. Su red social a medida de su edad e intereses les permitirá acceder a juegos, a chats, a vídeos, a concursos, a “quedadas”, y a clasificaciones de todo tipo, con las que divertirse con sus amigos.

-         16. El sistema de hándicap se habrá modificado… hasta desaparecer. Tras pasar por una época en la que había tantas categorías que todo el mundo ganaba un premio, se decidió entregar los premios a la hora de pagar la inscripción, y dar un trofeo y aplaudir al final al que hace menos golpes.

-         17. Los carritos eléctricos y los buggies serán autónomos. Se conducirán solos, y se adelantarán a la zona donde el jugador va a jugar su siguiente golpe, orientados por el chip en la bola.

-         18. Y por supuesto el precio de jugar el golf dependerá cada día de lo que diga la pantalla del ordenador o del smartphone. Los campos dominarán la técnica de valorar cada salida al campo en función de los parámetros que contempla el revenue management, y, como sucede en los vuelos hoy, no habrá dos jugadores que hayan pagado el mismo precio por salir a jugar un mismo día a un mismo campo de golf.

¿Exagerado?

Ya veremos…

Alfredo Alvarez Guardado

Socio fundador CANNCURA en Canncura

6 años

Felicidades, 👏🏻👏🏻👏🏻👌🏼

Antonio A. Abellán Riba

Corporate Golf Sales Manager. Meliá Hotels International.

6 años

Buenas tardes Daniel, Me ha encantado tu visión del futuro Golf. Yo personalmente no estoy de acuerdo con un futuro en el que la tecnología lo inunde todo (aunque así es ya en gran medida) creo que se pierde el "toque humano" en cosas que deberían ser meramente humanas (solo hay que ver una reunión de amigos o una pareja en un restaurante....enganchados al móvil y sin conversar fluidamente). El contacto en el campo de Golf con los otros jugadores, sin teléfonos ni otra interferencia, debería ser una regla "per sé". Estamos perdiendo la esencia de muchas cosas "humanas" No obstante ha sido una mirada al futuro muy real me temo. Gracias por compartirla. Saludos

Julián Romaguera

Director General // Sports Clubs & Hospitality Management // Golf, Leisure & Asset Management

6 años

Muy bien Daniel, tienes razón en mucho de lo que dices en el artículo. Eso sí, los que hemos crecido jugando al golf tradicional, con sus reglas de vestimenta, etiqueta, 18 hoyos y demás sufriremos también de nostalgia, en cierto modo el golf dejará de ser golf, deporte lleno de reglas que nos enseñaba conforme crecíamos que no a todos sitios uno puede vestir como quisiese, que hay que respetar el turno del compañero, que puedes y debes tener valor de autocrítica y justicia y autopenalizarte si tu bola se mueve, muchos valores que este juego nos ha enseñado con los años serán echados de menos. Un abrazo fuerte, sigue dándonos buenas lecturas

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