¿Cómo nos alimentamos en la dimensión digital?

Esta semana estuve pensando mucho sobre el concepto de la ¨dieta digital¨. Me acuerdo que desde el año pasado, decidí eliminar la aplicación de Twitter (ahora llamado X) de mi teléfono para no someterme a tantos discursos de odio. Este detox, o limpieza digital, fue un pequeño hábito que creo que mejoró un poco mi nutrición digital. Aunque, como a la gran mayoría, nos cuesta muchas veces escaparnos del famoso doomscrolling. Quizás porque es lo más fácil, o mejor dicho, lo que menos esfuerzo requiere.

Podríamos definir a la dieta digital en ser conscientes de qué consumimos en la dimensión digital. Así como elegimos alimentos que son más o menos saludables para nuestro cuerpo, debemos elegir contenidos saludables, dentro de todo, para nuestra mente, y más cuando estamos expuestos a un sinfín de contenidos posibles. En este sentido, es sano ocultar historias, ocultar publicaciones, dejar de seguir e incluso bloquear personas. Aunque suene polémico, estas herramientas nos permiten mejorar nuestra dieta digital. ¿Cuántas veces en un grupo de amigos hemos debatido si dejar de seguir a alguien es drástico o simplemente una medida de autocuidado? Personalmente, me divierte ver cómo estas decisiones pueden generar debates muchas veces acalorados.

En otras noticias, hace unas semanas fui confirmado como columnista de opinión para el medio uruguayo El Observador. Y en los últimos días, hablé mucho con amigos y amigas acerca de qué significan algunas interacciones digitales. Un like en un mensaje, por ejemplo, puede ser interpretado de mil maneras. Los stickers también tienen una polifonía de interpretaciones, y a veces nos encontramos debatiendo si un sticker es un signo de apoyo, sarcasmo o alguien que nos está tirando onda.

En este sentido, el viernes publiqué una columna titulada "Escapándonos del síndrome del mundo cruel", donde exploro cómo la exposición constante a contenido digital negativo y alarmista está moldeando nuestra percepción del mundo. El término fue desarrollado por George Gerbner en los años 70 para describir cómo la exposición a contenido violento en los medios puede hacer que percibamos el mundo como un lugar mucho más peligroso de lo que realmente es. En la era actual, dominada por la IA generativa y redes omnipresentes, este fenómeno se ha amplificado, alterando profundamente nuestra percepción del mundo.

Esta semana, también, di una clase para el MBA en Salud de la Universidad de San Andrés. Fue una experiencia muy linda, donde hablamos sobre la dieta digital y sobre cómo la sobrecarga de información afecta nuestra salud mental. Vinculé esto con la muerte del autor, resaltando cómo nuestra identidad digital se diluye en el mar de información que consumimos y producimos. Además, presenté las habilidades que describo en mi último libro, enfocándome en cómo podemos adaptarnos y prosperar en esta era. Discutimos la importancia de habilidades como la alfabetización digital, la capacidad crítica para evaluar información y la resiliencia mental para enfrentar el constante flujo de datos.

Este mes llega a su fin y con él se van los memes de Julio: parece que julio duró tanto que hasta Julio Iglesias se cansó de los memes. Pero aquí estamos, despidiéndolo con una sonrisa.

Les deseo un agosto lleno de descubrimientos digitales saludables y momentos de desconexión auténtica. Que encuentren tiempo para nutrirse no solo de contenido, sino también de experiencias reales y significativas.  

Recordemos que, al final del día, somos más que nuestras interacciones en línea. Somos historias, memorias y emociones.

Los quiero mucho, gracias por estar del otro lado,

Joan

P.D.: Mientras disfrutan de un cafecito caliente en este día frío, recuerden que cada click es una elección. Al igual que cuidamos nuestra alimentación, cuidemos también lo que consumimos digitalmente. A veces podes darte gustitos, obvio, pero tratemos que no siempre sean papas fritas. A disfrutar de cada momento, desconectar cuando sea necesario, y abrigarse bien del frío. Y si llegaron hasta acá, lo valoro un montón. Estas entregas semanales serán un desafío, pero saber que están del otro lado las hace mucho más gratificantes, de verdad.