CÓMO SOMOS LOS PERUANOS Y CÓMO ELEGIMOS A LOS CANDIDATOS
En 1980 la Constitución de 1979 reconoció el sufragio universal, de modo que la elección de 1980 fue la primera verdaderamente competitiva y participativa de nuestra historia. Participamos los varones y las mujeres, los alfabetizados y los analfabetos, personas mayores de 18 años sin ninguna exclusión por razones sociales o económicas.
El gran problema desde la década de 1980 es la excesiva oferta política que, más que diferenciar por sus propuestas y visiones sobre el país o las jurisdicciones donde participan, es en realidad una disputa “canibalesca” por puestos y cargos públicos. En este periodo, el problema no es de acceso —para elegir o para ser elegido—, sino la calidad de la oferta política y la calidad del voto.
El JNE ha publicado en 2017, estudios sobre los perfiles del elector peruano teniendo como referencia las elecciones generales, principalmente para la Presidencia de la República. A continuación algunas conclusiones importantes para contribuir a la reflexión sobre el problema de la calidad del voto, que es la pregunta que se hacen los medios y los electores. Todos reclamamos del voto consciente, al tiempo que sin saberlo, nos excluimos del problema, como quien dice, la cosa no es conmigo. ¿Será? Respuestas a siguientes preguntas:
1. ¿Cuánto conocen antes de votar? El 54% de encuestados manifestaron haber recibido poca información durante las elecciones, el 19% no recibió ninguna. En total, el 73% votó con poca o ninguna información.
2. ¿Cuándo deciden el voto? El 22% de electores deciden el mismo día de las elecciones, el 17% una semana antes, el 27% un mes antes, el 21% tres meses antes y el 10% un año antes.
3. ¿Cómo participan? El 82% de personas menciona que no participaron en actividades de campaña, sean mítines, reparto de propaganda, ser personeros/as, caravanas de vehículos, visitas casa por casa, etc. Solo van a la mesa de sufragio y efectúan su voto.
4. ¿Tiene interés por la política? El 40% señaló que tiene poco interés en la política y un 27% que tiene nada de interés. En Lima llegó a un 32% de nulo interés.
5. ¿Qué dice sobre las identidades políticas? Señala que más del 60% no conoce los términos de “izquierda-derecha” y el 36% que sí los conoce. La mayoría de estos últimos se ubica en el centro: son “centristas”.
6. ¿por qué motivo participaría en política? El 29% dijo que estaría dispuesto a participar en un intercambio de favores o prebendas —prácticas clientelares— en beneficio de sus familias a cambio de elegir por un determinado candidato o candidata. El 14.5% cumpliría el acuerdo y el otro 14.5% no lo haría para finalmente elegir según sus propios intereses.
7. ¿Cuáles son las más importantes influencias para el voto de electores y electoras en el Perú? Los medios de comunicación tuvieron mucha o alguna influencia para un total de 35% de electores, los amigos o conocidos tuvieron influencia en el 21% de los casos. Por otro lado, los jefes de trabajo, impactaban a un 8% y la Iglesia y los sindicatos influenciaron sólo a un 9%.
La encuesta tiene otras conclusiones, la expuesta aquí, es suficiente para determinar que nosotros electores peruanos, nos encontramos precariamente informado sobre el proceso,, sus candidatos y sus propuestas; los electores reclamamos mucho pero no participamos en las campañas partidarias; demostramos no tener interés por la política, muchos dicen que lo harían si obtienen prebendas y beneficios personales, quiere decir que estarían dispuestos a vender su voto, pero mismo esos no la cumplirían, serian como buen peruano, “perro muerteros” también en estas lides. Finalmente, lo peruanos no tenemos decisión propia dependemos de los medios informativos, los amigos y don dinero que hacen la cabeza del elector, mismo así incrédulos y constreñidos, decidimos el voto en el momento o en días inmediatamente próximos a las elecciones.
No nos llamemos a engaño los peruanos mayoritariamente, tenemos el perfil arriba indicado. Los llamados a la cordura y la racionalidad, así como el voto consciente, solo existen porque confundimos ideales con realidad. Se dice también que nos falta educación y cultura política, es verdad, pero cuando las elecciones son mañana, la educación y la cultura seguirán siendo las mismas, la falsa consciencia que tenemos de nosotros mismos, nos llevará a elegir a los mismos de siempre, camuflados de discursos y otras vestiduras democráticas y libertarias.
En resumen, ¿vamos a dejar las cosas como están. O debemos preocuparnos por nuestro voto consciente, educándonos y culturizándonos? Todos sabemos cuál es el camino, pero requiere tiempo, conocimiento y compromiso, en su ausencia es imposible el cambio social. Entre tanto, la democracia representativa que permite esos desaguisados, al que llamamos “el mal menor”, seguirá siendo el referente y tendremos que seguirlo sufriendo. Alguien, apoyado por amplios sectores de la población, deberá llegar al poder para cambiarlo todo, comenzando por la constitución fujimorista que fue hecha para blindar a los bandidos y privatizar el patrimonio nacional.