¿Cómo trazar estrategias de empresa en un entorno tan incierto ?

¿Cómo trazar estrategias de empresa en un entorno tan incierto ?

Hablaba ayer con dos amigas empresarias de lo difícil de trazar estrategias de futuro cuándo en realidad nadie sabe qué va a pasar…

Y es que los empresarios/as y directivos/as necesitamos trazar estrategia si queremos que los empleados nos sigan en la misma dirección y que entre todos sumemos en vez de restar. Sin embargo muchas veces esto no es así. Nos encontramos con frenos internos tan fuertes que nos agotan.  Y sentimos que nos estiran desde dos direcciones opuestas: Por una parte el miedo al cambio de las personas y el aferrarse a lo conocido, y por la otra, esta nueva ola que viene, de lo nuevo, lo desconocido que se nos abre, nos invita a entrar en ella con los ojos tapados y sin saber si nos engullirá y nos arrastrará en un torbellino que desconocemos a dónde nos llevará.

Y con los brazos abiertos, lidiando entre estas dos fuerzas, nos rompemos, nos agotamos o sencillamente nos bloqueamos.

Nunca fue fácil ser empresario pero hoy en día lo es menos todavía ya que no existe un solo mapa del tesoro. Lo que antes funcionaba, ahora ya no e incluso los empresarios de éxito ven como sus grandes estrategias fracasan o cuando menos no tienen los resultados esperados. Y esta nueva situación frustra porque uno ya no sabe qué estrategia tendrá éxito. Porque nos adentramos en una era del “prueba-error” y el “recalculando” continuo. Esto nos obliga a vivir en el cambio y danzar sobre las olas sin aferrarnos a ninguna idea concreta. 

He visto muchas empresas que por las prisas, por estar ocupados con el día a día, no trazan una estrategia clara. Sin un rumbo claro, definido y medible es muy difícil saber si estás tomando las decisiones correctas. Porque los resultados a medir no son sólo la cuenta de resultados o los objetivos de ventas. Hay muchos intangibles que si no se cuidan pasarán factura a medio plazo.

Parar para ampliar perspectiva, reflexionar y tener clara la situación actual, la foto del momento es vital para tomar buenas decisiones. Darnos cuenta de nuestros puntos ciegos es "doloroso" a veces pero muy necesario para la salud de nuestras empresas.

También he visto a otras sufriendo el síndrome de "parálisis por análisis" donde por miedo a las posibles consecuencias de las acciones, deciden quedarse quietas sin darse cuenta que eso es, en sí mismo, una decisión estratégica que traerá también un resultado.

Levantar la cabeza continuamente para conocer el entorno, ver lo que viene, lo que se está haciendo a nivel mundial, nacional y local debería ser una de las tareas más importantes de cualquier dirigente. Luego, con toda esa información como nuevas tendencias que vienen hay que pararse, analizar y tomar decisiones que acaben en planes de acción con fechas en un calendario. El mismo ejercicio hay que hacerlo hacia dentro. Mirar nuestra organización como un todo y ver dónde tenemos los puntos fuertes y débiles, cómo está nuestro personal ,con quién contamos y con quién no y cómo ilusionar, motivar, alinearlos a todos para ser aliados y trabajar juntos en la misma dirección.

Titánico, sí, pero si decidiste ser empresario/a o directivo/a no creo que te asusten los retos, y mucho menos el trabajo. Sino, no estarías aquí.

Necesitamos de mucha maestría. Hoy más que nunca la visión estratégica, el saber quiénes somos y a dónde vamos como empresa y como empresarios/as o directivos/as se vuelven vitales. El propósito de la organización, los valores reales y la visión a largo plazo compartida por todos, usados como esqueleto vertebral sobre el que ir construyendo el plan estratégico.

En tiempos tan revueltos, tener ese propósito claro y muy presente nos sirve como ancla y como timón para coger las fuerzas necesarias para capear el temporal.

No podemos funcionar solo en el corto plazo porque no tenemos visión estratégica y la ola nos puede arrastrar. Y tampoco podemos ser inflexibles a una estrategia firme a largo plazo porque SEGURO tendremos que ir modificándola.

Visión a 3-5 años, objetivo del año y estrategias trimestrales claras, concisas y con un plan de acción que nos lleve a conseguirlas. Una vez finalizado el trimestre tendremos que revisar los resultados, volver a levantar la vista al entorno global y recalcular viendo qué tenemos que incorporar, mantener o quitar a nuestro próximo plan a 3 meses para que nos conduzca al objetivo anual que, insisto, no debería ser solo en términos de ventas o beneficios sino también incorporar temas internos de ambiente de trabajo, procesos o nuevas líneas estratégicas y externos como reputación o posición competitiva.

Perspectiva, estrategia y flexibilidad se vuelven imprescindibles en estos días. 

Claridad en lo que está pasando y cómo nos afecta dentro y fuera de nuestras empresas, Foco para decidir en qué área nos vamos a centrar en este momento porque quien mucho abarca poco aprieta y Poder, fuerza, determinación para llevarlo a cabo y obtener la posición competitiva y la reputación que deseamos.

¿Qué claves te ayudan a tí a trazar tu hoja de ruta?

Cristina Beascoechea Gual - Coach de Alta Dirección




Jaqueline Mulik

Gestão e Consultoria de vendas Ademicon

5 meses

Cristina, Obrigada por compartilhar!

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