Cómo vender tu marca personal
Marca personal es el concepto de moda en el ámbito laboral, potenciado sobre todo, por el éxito de las redes sociales. Consiste básicamente en considerarse a uno mismo una marca con una serie de atributos que poner al servicio de los demás. Considerarse una marca tiene numerosas ventajas al permitirnos identificar y promocionar las características de nuestra persona más valoradas por nuestro entorno.
Qué es una marca personal
Una marca personal no es una enumeración de virtudes de las que nos sentimos muy orgullosos. Ni siquiera la promoción de las características en las que destacamos y que son más reconocibles para los demás. Se trata más bien de los atributos que los demás valorarían de nosotros a la hora de ficharnos para un trabajo o encargarnos un proyecto. Las marcas sirven para vender productos y en este caso, nos tiene que vender a nosotros definiendo los rasgos que aportan más claramente a nuestro entorno.
Para definir una buena marca personal, nuestra primera misión es identificar las personas ante las que nos queremos vender. Dependiendo del objetivo marcado, podrían ser nuestros propios colaboradores, los directivos de la empresa, un sector concreto de actividad, un grupo de profesionales, etc.
A partir de ahí, debemos identificar cómo les aportamos verdadero valor. Es decir, qué ventajas de nuestra personalidad y experiencia pueden hacer decantar su elección hacia nosotros frente a otras alternativas. Para ello, piensa por ejemplo, las tres características que destacarías si optaras a un nuevo puesto de trabajo. Pueden ser rasgos de tu personalidad o capacidades que has desarrollado a lo largo de los años. Piensa si serían realmente relevantes para que te contrataran pues si no es así, tendrías que potenciar o desarrollar otras que pudieran recibir la aprobación y el aplauso de tu público. Ahora, añade ejemplos reales que prueben lo que estás diciendo.
Formas efectivas de venderse
Una vez definida la marca personal, existen diferentes modos de darla a conocer o "venderla" a nuestro público:
- el cara a cara con clientes, amigos, colaboradores, etc. en reuniones o contactos informales es sin duda, una de las más habituales y efectivas. Para aprovecharla a tope es necesario preparar un breve discurso enumerando tus principales valores y los proyectos o éxitos que demuestren su ventaja. Tan solo serán necesarias un par de frases sencillas con palabras muy concretas, que puedan introducirse fácilmente en la conversación. Eso sí, no dudes en ensayarlo previamente para que resulte lo más natural posible
- las conferencias o eventos profesionales. Impartir conferencias constituye una excelente manera de darse a conocer y divulgar nuestros proyectos y éxitos ante un público profesional. Por ello, es recomendable ofrecerse como ponente en todos los foros posibles: ferias, seminarios, eventos de proveedores, etc. Conseguirás que los asistentes sean conscientes de tus capacidades y que las compartan con sus contactos.
- las redes sociales. Twiter, Facebook y sobre todo, LinkedIn son grandes escaparates en los que podemos dar a conocer nuestros intereses, logros y áreas de interés ante nuestros seguidores. Establecer una estrategia de publicación seria, interesante y continuada contribuirá a construir y afianzar nuestra marca personal.
- páginas web y blogs. Finalmente, podemos tener una presencia más intensa en la red creando nuestro propia página web o un blog personal en el que abordemos asuntos profesionales. Ambas exigen una alta dedicación pero sin duda, contribuirán a ofrecer una personalidad diferenciada dentro del caos habitual de la red.
Todos los que nos conocen tienen un concepto de nosotros y es nuestra responsabilidad convertirlo en el más positivo posible. Además, si tenemos en mente un objetivo laboral concreto, éste debe estar netamente orientado a conseguirlo. En ello radica la importancia de que construyamos una marca personal atractiva y consistente que convenza a nuestro entorno sobre nuestra valía.