Cómo vivir la agilidad, en simple

La agilidad se entiende como la habilidad del cuerpo para cambiar de posición con rapidez y soltura. Y no es muy lejano al contexto empresarial, donde la agilidad permite adaptarse rápidamente, o incluso anticiparse al contexto y liderar los constantes cambios.

Para mí, esencialmente es un framework orientado a la entrega de valor mediante el aprendizaje constante y la colaboración.

De ahí la importancia de valorar a las personas por sobre los procesos; de colaborar y deleitar al cliente por sobre el contrato; de que los resultados tangibles primen por sobre la documentación y que la adaptación al cambio valga más que atenerse al plan.

Veo muchas empresas y/o equipos que quieren ser ágiles sin entender verdaderamente el trasfondo que esto implica. Por ejemplo, cualquier forma de trabajo (por más ágil que se auto proclame) no lo será dentro de una cultura organizacional jerárquica y estática, con modelos burocráticos y ciclos de aprendizaje lentos. La agilidad es un conjunto de habilidades y comportamientos que requieren una cultura centrada en las personas, donde exista una visión y propósito común que logre unir, motivar e inspirar a las personas para la generación de valor.

En mi experiencia, para que las organizaciones puedan adoptar la agilidad, deben comenzar, como siempre, por las personas:

• Asegurar que en los equipos haya niveles de confianza y motivación suficientes para colaborar activa y continuamente.
• Que la personas se sientan en libertad de innovar, para atreverse a experimentar y salir del status quo en pos de agregar valor.
• Dar a los equipos autoridad y empoderamiento para que puedan actuar con rapidez y de la forma más sencilla posible. 
• Potenciar la confianza y comunicación para poder reflexionar, mejorar y aprender continuamente. Que los equipos puedan detenerse a evaluar, ajustar, hacer introspecciones, dar feedback y rescatar lecciones tanto individuales como grupales, sea cual sea el resultado.

En mi trabajo diario en @M Consultoría intento aplicar estos principios ágiles. Si bien no trabajo con Backlogs, Product Owners, tableros Kanban, Scrums ni dailys (AÚN!!) estamos 100% enfocados en nuestros clientes y en exceder sus expectativas, atentos a identificar y captar nuevas oportunidades de mercado con rapidez e incentivando el trabajo en "tribus"auto organizado y con estructuras planas.

En lo personal también trato de aplicar los principios ágiles: Practicando mi flexibilidad cognitiva, desarrollando una mentalidad de crecimiento. Tratando en cada desafío que se presente de ser disruptiva, transparente y flexible, de propiciar ambientes colaborativos y amigables donde nos demos permiso para cometer errores, para pensar y experimentar con libertad y donde, por más rápido que nos guste ir... siempre encontrar momentos de pausa, reflexión y ajuste para la mejora continua.

El aprender es un verbo activo, por eso es trabajo de todos los días. Gracias Viviendo la Agilidad por permitirme estas reflexiones

Sólo un guerrero es capaz de soportar el camino del conocimiento.

Un guerrero no puede quejarse o lamentar nada. Su vida es un permanente desafío y los desafíos no son buenos ni malos.

Los desafíos son simplemente desafíos. La diferencia básica entre un hombre ordinario y un guerrero es que el guerrero toma todo como un desafío, mientras que el hombre ordinario toma todo como una bendición o una maldición.

Don Juan, Chamán Tolteca