Caerse y levantarse... uno de los regalos de la imperfección

Caerse y levantarse... uno de los regalos de la imperfección

Bueno, a veces ponemos todas nuestras expectativas en un proyecto al cuál le hemos trabajado mucho. Pensamos que es lo mejor, lo mas conveniente, le hemos dedicado tiempo, hemos puesto lo mejor de nuestra parte y… no funciona. Una y otra vez, esperamos algo que no se da, los resultados son poco satisfactorios y pasa el tiempo y parece que no logramos lo que nos hemos propuesto. Me ha pasado esto una y otra vez. Creo tomar el camino correcto y de repente me veo luchando contra molinos de viento gigantes, no obtengo respuestas, es demasiado difícil y empiezo a tirar la toalla. Y la verdad me considero una persona perseverante, pero simplemente a veces, creo que hay que ser un poco mas humildes, hacer un alto y reevaluar.

Y aquí es donde comienza la vida!! al darnos cuenta de que aunque tenemos una idea, los demás no la ven como nosotros y no logramos la sinergia necesaria. Para esto es necesario salir de nosotros mismos, conectarnos con los demás y visualizarnos de manera diferente. ¿Es facil? no. Lo he intentado una y otra vez. Pero creo que es el primer paso para encontrar nuevos caminos.

No quedarnos estancados, tercos, juzgando a los demás. Esa es la clave del cambio.

¿Cuántas veces podemos hacer esa reflexión? En lugar de quedarnos dándonos palo por haber fracasado, o culpar a otros por no entender nuestro punto de vista, podemos agradecer la oportunidad de hacer un alto y preguntarnos hacia donde debemos re direccionar nuestro proyecto. ¡En la flexibilidad está el éxito! Estar abiertos a cosas nuevas y aceptar la retroalimentación que nos dan los demás. Escuchar realmente las necesidades de otros a los que podemos acompañar. 

Cuando creemos que lo nuestro es lo único, lo mejor y lo mas perfecto, nos perdemos de conectarnos con los demás seres humanos que también tienen su verdad, sus necesidades y sus luchas. Estar atentos al otro, tratar de ver su realidad no desde la nuestra, sino desde la suya propia. No es ponernos en sus zapatos, -lo que no es realmente posible, ya que cada quien vive sus propias circunstancias- sino tratar de describir experiencias y ayudar a dar a luz nuevas ideas, como decía Sócrates. Cada persona vive su propia existencia y experimenta desde su mundo y sus relaciones.

Que bueno es darnos cuenta (momento ajá¡) que no estamos solos, que somos seres humanos llenos de riquezas, valores y cosas lindas, pero que también cometemos errores y que al aprender de ellos ganamos un mundo entero de posibilidades.

Lo bueno es que somos seres en constante cambio, somos capaces de innovar, de usar nuestra creatividad y crear cosas nuevas todo el tiempo. Lo importante es tener el coraje de exponernos, mostrarnos en nuestra vulnerabilidad, dejarnos ver en nuestras emociones y estar dispuestos a caer, pero que siempre habrá otros seres humanos a nuestro lado, ayudándonos, dándonos ánimo o retándonos a ser la mejor versión del momento, de nosotros mismos.

Un equipo de trabajo que cuenta con un líder flexible, capaz de escuchar y validar las ideas de los demás, y que tiene la valentía de reconocer que se equivoca, de dar un giro de 180 grados a un proyecto e intentar nuevamente una y otra vez, es un líder valioso que es capaz de conducir a su equipo al éxito. Varias cabezas piensan mejor que una y no se trata de ser reconocidos individualmente sino de caminar juntos hasta alcanzar la meta.

Esto aplica para todo en la vida, familia, amigos, trabajo y relaciones personales. 

Todos estamos juntos en este arte que es vivir.

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Farid Estefenn Uribe

Asesor de Empresas Familiares | Coach de líderes & Emprendedores | Liderazgo | Entrenador | Empresario

5 años

Que interesante post! GRACIAS

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