¡Cambia el sofá por el sillín!

¡Cambia el sofá por el sillín!

Con mi reciente paternidad soy consciente, ahora más que nunca, de la obligación que tengo de actuar de forma responsable, como ciudadano comprometido y preocupado por el bienestar actual y futuro de las generaciones venideras, entre las que se encuentran mis hijas. Durante estos últimos meses nos hemos enfrentado a una pandemia mundial que ha puesto en jaque nuestros hábitos y nuestra forma de relacionarnos. Al final se trata de encontrar el equilibrio perfecto, y en mi caso particular, de poder garantizar la seguridad de mis hijas a la vez que planteo su infancia de la forma más sana y “normal” posible dentro de esta nueva era. Y como apasionado que soy de la bici y del sector, no veo mejor modo de hacerlo que educándolas en una forma de ocio muy alejada de lo que hoy en día está de moda, pero que, a cambio, permite diversión sin límites y es una gran forma de preservar la salud propia y ajena, que en este contexto en que nos toca vivir, está tan cotizada. Fuera tablets, fuera pantallas, fuera wifi… ¡hola aire libre y naturaleza sobre la bici! Por supuesto, soy consciente de que un cambio tan radical no es posible y es sin duda una utopía, pero ahora que soy padre (por partida doble, que no es poco) me ha dado por analizar el panorama con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los míos y tengo claro que aún nos queda mucho trabajo por delante para llegar a buen puerto.

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Si me paro a pensar el panorama es incierto y hay varias cuestiones que, sin duda, tenemos que tener en mente para mejorarlo.

La primera de ellas es que, analizando los datos del sector, está clara la importancia de no perder de vista al público más joven. Si bien es cierto que en los últimos días la movilidad ciclista está en el punto de mira y la venta de bicis ahora mismo está en la cresta de la ola, debemos surfearla lo mejor posible, y no soltar al perfil más junior. Y es que, el sector muestra unas cifras positivas en líneas generales, pero sin duda el aumento más significativo se ha producido en el segmento infantil (+45% con respecto al año anterior según los datos oficiales que AMBE ha publicado recientemente), una clara señal de que nuestro sector está al alza entre el público más joven y que tenemos que seguir apostando por él. Aún nos queda un largo camino por recorrer y debemos buscar la mejor forma de seguir fomentando la bici entre los más pequeños, que como todos sabemos hoy día están bombardeados por el ocio digital, donde evidentemente el factor generacional tiene mucho que decir. Todos sabemos que las nuevas generaciones son nativos digitales que han venido al mundo acompañados de las nuevas tecnologías, de las redes sociales, etc. pero estoy convencido de que la conciliación entre ambos mundos es posible y debemos apostar por ella. Es algo beneficioso para ellos, y si no se lo mostramos nosotros que conocemos mejor que nadie la libertad y disfrute que te da una bici … ¿quién lo hará?

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Este es otro punto importante, el de los beneficios que tiene el ciclismo para todos, especialmente para los más pequeños, tanto a nivel físico como para mantener la distancia social, al tratarse de un deporte individual que no es preciso realizar en grupo. Pero por encima de todo, es una disciplina única, que permite que los niños ganen confianza en sí mismos, mientras aprenden a desenvolverse de forma independiente, desarrollando sus capacidades y venciendo sus miedos. Si a esto le añadimos la dosis extra de imaginación y creatividad que estimula en ellos, el ciclismo se convierte en el contexto ideal para seguir inventando, imaginando y abriendo la mente. Algo que para la vida adulta, es una cualidad provechosa y útil.

Una buena forma de ofrecerles este mundo de posibilidades era, hasta ahora, la asistencia a campamentos infantiles con todo tipo de juegos y deportes. Pero dado el escenario actual, muchos padres dudamos en que esta opción sea la mejor para nuestros hijos, y es que, los sitios con gente generan a estas alturas un incipiente rechazo. ¿Se contagiarán, estarán las instalaciones desinfectadas…? Estas y muchas otras dudas nos asaltan a todos. Sin embargo, yo mismo soy de la opinión de que los niños merecen disfrutar de la naturaleza, y que pasando la mayor parte del tiempo al aire libre, no tenemos por qué prescindir de las jornadas de campamentos infantiles y actividades al aire libre, siempre y cuando se prepare todo de forma responsable y concienzuda. 

De este modo, si bien la práctica del ciclismo infantil puede ser un gran aliciente para los niños, no hay que perder de vista el entorno hostil post Covid-19 que nos asola y si queremos que los más jóvenes disfruten de la naturaleza y la bici, hay que tomar las medidas oportunas que garanticen su seguridad, protejan su salud y minimicen el riesgo de contagios entre colectivos, adoptando precauciones muy concretas con respecto al higiene y al control sanitario tanto de los participantes, como del personal y proveedores de las instalaciones. Nosotros mismos, sin ir más lejos, pusimos en marcha el Campus SCOTT Future Pro para niños entre 8 y 16 allá por febrero, y tras replantearnos su celebración o bien posponerlo, finalmente hemos decidido seguir adelante con él y presentarlo este verano. La razón principal para llevarlo a cabo y que nos deja a todos más tranquilos es que hemos establecido un protocolo de seguridad para los participantes con medidas tales como: reducción del número de niños por grupo, medición diaria de la temperatura corporal a monitores y niños, distanciamiento seguro en la impartición de los talleres/cursos, reparto de pack de mascarilla y gel desinfectante entre los participantes, habitaciones y aseos individuales…

Con todas estas medidas, creemos que es buen momento para llevarlo a cabo. Cada año, cerca de cuatro millones de niños participan en actividades de ocio y campamentos al aire libre, y este en sin duda un dato alentador que nos da alas para mostrarles las infinitas posibilidades sobre la bici. Menos wifi y más senderos, menos TV y más escaladas a la cima, menos redes sociales y más contacto real con la naturaleza. ¿Tiene sentido, no creéis? A veces es tan sencillo como recordárselo.

Y es que los cambios, nos ayudan a crecer y pueden sacar los mejor de nosotros. En esta nueva normalidad, volver a los orígenes y a las cosas sencillas está en mente de todos. Quizá esta sea una buena ocasión para acercar posturas con las generaciones más jóvenes y mostrarles el valor del esfuerzo y el sacrificio, y si es sobre una bici, mejor todavía.

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Si quieres estar en forma toda la vida, lo mejor es empezar en la infancia. - Michael Kley de Garmisch.

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Jack Minto

Senior Lead of Online Sales at Magnum Photos

3 años

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