¿Tú también eres de los que espera que el 2021 traiga consigo todo lo bueno que no hemos podido disfrutar y más?

Desde luego, comenzar el año con una visión esperanzadora es una buena forma de volver a empezar, pero yo soy de los que cree que hay que ir más allá y hacer una lectura más profunda.

Precisamente, ha sido esta imagen de la ilustradora y viñetista colombiana Daniella Martí la que me ha hecho pensar y me ha inspirado a escribir mi último artículo de este 2020, que hoy llega a su fin. 

Al fin y al cabo, somos muchos los que hemos depositado nuestras mejores expectativas en el 2021. Pero hay que ser sinceros y es que, realmente, 2021 no deja de ser un número más, como muchos otros. Ello implica que no hay trucos ni atajos que valgan: la realidad es que somos nosotros quienes debemos tomar la iniciativa y responsabilizarnos del cambio que queremos ver, tanto en nosotros y en la sociedad, como en el mundo.

La buena noticia es que es ahora cuando toca poner el marcador a cero (nunca es tarde, dicen) y empezar de verdad a cambiar las cosas que podemos controlar, empezando por nosotros mismos. Pocas cosas hay más ciertas que esta.

 Porque la pandemia ha traído consigo verdaderas desgracias, jamás estaremos tan de acuerdo en algo, pero también oportunidades de cambio y mejora. Puedes ver la situación actual tan mala como quieras, y de hecho, si quieres creer que es incluso peor de lo que dicen, encontrarás la forma fácilmente. Pero también puedes hacer un esfuerzo (te va a costar más porque somos así, hechos para focalizarnos en el peligro) y hallarás la manera de ver este escenario tan incierto, con otros ojos, y de darle la vuelta a tu enfoque.

Hay mucho que ganar y es decisión tuya. El futuro estará lleno de incertidumbre, así que tampoco hay que fijarse objetivos a largo plazo y obsesionarse con cumplirlos. Simplemente basta con asumir los cambios que trae la vida y a veces, nuestras metas. Pero sobre todo es importante trabajar en tu punto de vista. Creo firmemente que el cambio empieza por uno mismo, tratando de impactar en la vida de otras personas y de crear un efecto multiplicador, con el objetivo de reconstruir una sociedad en la que las personas vivan y se sientan plenas en la búsqueda de una sociedad mejor.

 Por mi parte, estoy seguro de que no vamos a tener mejor oportunidad que la de ahora, para reinventarnos y hacer del mundo un lugar mejor y más humano. Y es aquí donde creo que la bicicleta debe tomar el protagonismo que merece como medio transporte, porque la forma con la que elegimos desplazarnos tiene un impacto en el entorno, y deja una huella individual real, que contribuye a su vez en nuestra sociedad. 

 Así que, ¿a qué esperamos? Deja que el formar parte de la transformación de las ciudades se convierta en tu próximo reto y súmate a la movilidad sostenible.

Por ti y por las generaciones que vendrán.

 Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo – Mahatma Gandhi