Cambia tu realidad
Por Gustavo J. Aceves Díaz Infante
En un artículo previo, al que titulé Busquemos la Verdadera Transformación, cité a los doctores Land y Jarman quienes son investigadores de la genialidad. Ellos encontraron que a los 5 años todos somos genios y por efecto de la forma en que educamos y vivimos en la sociedad, vamos perdiendo con el tiempo nuestra genialidad, hasta el punto que a los 15 años ya solo el 12% mantienen su genialidad. Esta entrega busca generar una mayor consciencia en los lectores sobre los elementos clave que provocan este deterioro disfuncional, así como algunas sugerencias para neutralizarlos.
Una manera de interpretar esta degradación es que nos vamos adormilando, a medida que crecemos tanto la forma en que vivimos como la forma en que somos educados, nos va introduciendo en una hipnosis donde predomina el control basado en el miedo, el apego emocional y material, así como en la dependencia para ser aceptados por los demás. Dice Neal Donald Walsh: “Mientras te preocupes por lo que otros piensen de ti, les perteneces”.
En cada uno de nosotros se va perdiendo nuestra singularidad, es decir la concepción física, mental y espiritual con la que naciste y que te hace diferente a los demás y que te da la capacidad de hacer algo que nadie más puede hacer. El lugar que tú ocupas en la humanidad, nadie más lo tiene.
Aprendemos a vivir con una desconexión de lo que realmente somos, tendemos a vivir en el pasado, donde predomina la culpa y el lamento y en el futuro donde abunda la preocupación y miedo. Nuestra mente está el 95% del tiempo desconectada del aquí y del ahora, es decir sin conexión contigo mismo. La mayoría de los pensamientos y muchas de las emociones se repiten día a día, por lo que vivimos en una programación, una vida que se podría decir de autómatas.
De esta manera, se genera en ti una percepción errónea de lo que eres+, una identidad ilusoria a la que llamamos ego, en otras palabras es el yo creado por la mente. “Es un conglomerado de formas de pensamiento recurrentes, de pautas mentales y emocionales condicionadas a las que conferimos el sentido del yo” (Eckhart Tolle).
El mundo exterior es un efecto del mundo interior. Si adentro hay ilusión, afuera se genera un mundo de espejismo, un mundo donde podemos decir que hay locura, donde la manipulación está a la orden del día en los gobiernos, en las religiones, en la educación, en los medios de comunicación, en la mercadotecnia y en la cultura, entre otros.
Sin dejar de considerar y valorar toda la bondad y todo lo positivo que hay en nuestra realidad, el lado oscuro de nuestra vida y del mundo se genera por la desconexión que tenemos con lo que realmente somos y principalmente con nuestro espíritu.
El primer paso para cambiar nuestra realidad es tener consciencia de que el ego ha jugado un rol preponderante en nuestra vida. Cuando tenemos auto-diálogo, ahí está el ego, (qué fuerte hablamos con nuestro ego), cuando conversamos con otras personas, es una conversación entre egos.
La buena noticia es que nos vamos a dar cuenta que en nuestros papás, en nuestros maestro, en el trabajo, en la empresa , ahí está el ego presente. Si eres director o coordinas gente, qué útil es que te des cuenta cómo participa tu ego. Una explicación de por qué tenemos gobernantes que nos resultan funesto,s es porque con el poder crece su ego. De hecho, la desconexión con su interior crece y se manifiesta en una identidad egocéntrica, en la que su escucha es muy limitada o nula, se sienten el centro de atención y se vuelven adictos a esta circunstancia.
Ya con el hecho de tener presente la forma en que el ego afecta nuestras vidas, nos empezamos a liberar de la prisión en la que estamos. Una prisión virtual e inconsciente, que consiste en apegos a lo material, a la moda, a ciertas pautas sociales, a estar sujetos a la aceptación de los demás, entre otras características. Además, en el ámbito del ego sobresale el control, controlamos y nos controlan principalmente con el miedo y también manipulamos y nos manipulan.
Al estar más conscientes de su prevalencia, podemos cada vez más darnos cuenta que no es con la auténtica persona con la que te estás relacionando, no es con su singularidad, sino con una personalidad alterada (personalidad significa máscara) que se ha desarrollado y que no solo aparece en lo individual, sino también en el inconsciente colectivo de humanidad, que a lo largo de la historia y en nuestros días parece vivir en una jungla, en la que hemos aprendido a usar máscaras para sobrevivir, aunque no seamos consciente de ellas.
Otras de sus características relevantes es que genera pautas para darte la razón y negársela a otros, tiende a ubicar al tener por encima del ser, algo así como si tengo, entonces soy, de tal manera que tu valía en el ego está basada en cuánto vales a los ojos de los demás. Adicionalmente, incide en que la persona tienda a identificarse con sus posesiones, no solo materiales, sino también con las psicológicas. Se fundamenta en las comparaciones y en las competencias.
Hablando de vínculos con los demás, también influyen en éstos de manera poderosa las emociones. Cada emoción que experimentas hacia una persona, te vincula con lo que ella posee en la frecuencia que tú estás experimentando. Si sientes tristeza, preocupación, enojo, lástima, carencia o cualquier otra emoción negativa, te estarás conectando con los aspectos de baja vibración de esa persona. Como estas frecuencias son tuyas, será común que se repliquen en vínculos que tengas con otras personas.
Como ya te habrás dado cuenta, para cambiar nuestra realidad, es clave que enfoquemos el cambio en nuestro interior. Un elemento de cambio está en salir de la trampa de la mente, ya que nos hemos identificado equivocadamente con ella, la mente está para servirnos y no al revés. Otro elemento importantísimo es la inteligencia emocional mencionado un poco de ella en el párrafo anterior y por supuesto un factor clave es la desconexión con nuestro espíritu, ahí es donde radica nuestro mayor poder y lo tenemos casi olvidado. En resumen aquí va la propuesta:
Cuatro frentes para cambiar tu realidad:
1) Vive más consciente del la influencia del ego para disminuir su impacto en tu persona, en los demás y en tu vida.
2) Desarrolla tu inteligencia intrapersonal. Es necesario conocer más cómo es tu mundo interior. El mundo de la mente, de los pensamientos, de las emociones, de las creencias y bloqueos, etc. Aquí está incluída la inteligencia emocional
3) Descubre tu singularidad. Todo aquello en ti que te distingue, aquí no solo se trata de tus talentos y habilidades, sino de las relaciones y las oportunidades que puedes capitalizar.
4) La más importante de todas, despertar nuestro espíritu (no necesariamente limitada a la religión que profesas), sino que se trata buscar y lograr una relación con Dios, la Fuente o como tú le llames de una forma personal, directa y amorosa. Además de que nos ayuda a descubrir lo que realmente somos, es la mejor alternativa para limpiar nuestro interior.
Esta pandemia nos abre una gran oportunidad para cambiar nuestras vidas, para voltear a nuestro interior y hacer un alto en el camino de nuestra existencia. Te invito a que retomes el gran poder que tienes y que radica en un mundo interior que tenemos olvidado.
El mundo exterior es un espejo del mundo interior, si queremos cambiar lo que pasa, las causas están dentro de nosotros, no se pueden resolver en el espejo, en nuestro entorno. Es por esto que en los últimos años mi enfoque de vida y por supuesto el profesional, está en ayudar a cambiar nuestro mundo interior.
Aprecio el tiempo que dedicaste a leer y reflexionar sobre este artículo. Para cualquier pregunta o duda, puedes dirigirte al correo gustavoaceves@visión.integral.com o a la página web de Visión Integral: www.vision.integral.com
Director, Visión Integral, S.C.
4 añosGracias 👍