CANNABIS “TO THE MOON”: REGULACIÓN AVANZA EN EEUU LUEGO DE LAS ELECCIONES DE MEDIO TÉRMINO
El senado aprobó el miércoles pasado la iniciativa bipartidista que elimina las barreras burocráticas a la investigación médica del cannabis, además, se prepara el terreno para aprobar el proyecto de banking “SAFE Act” que regula el sistema bancario, prohibiendo, por ejemplo, a los organismos federales de control, aplicar sanciones a los bancos que hagan negocios con licenciatarios estatales de cannabis.
La buena performance demócrata en las elecciones de medio término, que le permitió retener la mayoría en el Senado, parece haber fortalecido el lobby pro-cannabis en el Capitolio y reactivado la agenda 420 a nivel federal. Todo indicaría que se avecinan vientos de cola para la industria del cannabis en la principal potencia mundial; la reciente aprobación del proyecto en materia de investigación con fines científicos sumado a los fuertes rumores de que se aprobará en las próximas semanas el proyecto de ley bancaria conocido como SAFE Act, son dos hitos muy importantes que la industria viene persiguiendo hace ya tiempo y que prometen ser disruptivos para el desarrollo de la industria.
En lo que se espera sea un mes de grandes novedades, el Senado norteamericano aprobó, y envió a la firma del Presidente Biden, el proyecto de ley de Expansión de la Investigación del Cannabis Medicinal y el Cannabidiol (CBD), que permitiría a las universidades y a las empresas privadas adquirir licencias de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) para cultivar cannabis con fines científicos.
Ésta es la primera vez que el Congreso de los Estados Unidos aprueba un proyecto específico sobre el cannabis, y se espera que esta tendencia continúe con la presentación de nuevos proyectos relacionados a la planta antes del receso legislativo. Hasta el momento, como el Cannabis figura en la lista 1 de sustancias controladas, es la DEA quien debe emitir las licencias para la investigación científica del cannabis, pero es preciso recordar que, ese aparato burocrático repleto de exigencias imposibles de cumplimentar, entre los años 1968 y 2021 había otorgado solamente una de éstas licencias, constituyendo para la afortunada Universidad de Mississippi un verdadero monopolio en el cultivo de cannabis con fines de investigación por más de 50 años; y que, con la llegada de la nueva ola regulatoria, desde el año 2021, la DEA ha otorgado 5 nuevas licencias, flexibilizando un poco esa oferta.
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Además de aliviar las barreras burocráticas para la investigación científica, la Ley permitirá expresamente a los médicos hablar con los pacientes sobre los daños y beneficios potenciales del cannabis en su salud, e instruiría al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos para que investigue fehacientemente el potencial terapéutico del cannabis.
Por otro lado, si bien no hay ninguna certeza oficial, varios especialistas aseguran que el proyecto de ley sobre el Sistema Bancario (SAFE Act) ya habría superado, en intención, los 60 votos necesarios para convertirse en ley. De aprobarse la SAFE Act., que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Representantes y que está copatrocinada por 42 senadores incluidos 9 republicanos, sería un verdadero cambio de juego para la industria porque acercaría las herramientas del financiamiento tradicional a los pequeños productores y retailers que sufren por no tener acceso a crédito tradicional y deben recurrir, los que pueden, a capitales privados mucho más voraces, y a su vez, contribuiría a reducir las asimétricas oportunidades de acceso al sector que sufren por lo general las minorías.
Poco a poco, envalentonada por el indulto del Presidente Biden a los condenados en la justicia federal por delitos menores, y por el buen desempeño del partido demócrata en las últimas elecciones de noviembre, la industria 420 parece retornar a la optimista senda regulatoria federal.
Si bien todavía no han avanzado los ambiciosos proyectos marco (Marihuana Opportunity Reinvestment and Expungement Act -More Act- y la Cannabis Administratrion and Opportunity Act – CAO Act), que además de eliminar al Cannabis por completo del listado 1 de sustancias controladas, regulan los aspectos de la producción, fiscalización, comercialización, también en materia penal, en la reparación a los condenados y el borrado de antecedentes penales, sobre financiamiento, fomentan el desarrollo de pymes e igualdad de oportunidades, tratan sobre temas impositivos, etc., estos pasos que se han dado y los que, aparentemente estarían por llegar, todos apuntan en el mismo sentido, en la completa regulación del cannabis y el desarrollo de una nueva y multipropósito industria. Esto podría suceder entre 2023 y 2024.
Por el momento, todo indicaría que la balanza, en cuanto a los resultados analizados en los Estados que han regulado por completo la planta hace por lo menos 10 años (e.g. Washington o Colorado) se viene inclinando positivamente por promover la completa legalización de la planta a nivel federal, en parte gracias a la mayor información disponible, datos empíricos y lecciones aprendidas, y en parte a la buena recaudación de impuestos, a una fuerza laboral en crecimiento, al desarrollo de nuevos negocios y otras variables ponderadas por los reguladores, así que mi consejo sigue siendo siempre el mismo, a seguir investigando y aprendiendo todo lo que se pueda en relación al cannabis en todas sus facetas y a abrocharse bien los cinturones porque esta nave está cada vez más cerca de su tan demorado despegue y como dicen los fanáticos cripto, ¡TO THE MOON!