Capítulo 2: El Árbol de Fallas
Resumen del capítulo anterior
En nuestro primer capítulo, "Necesitamos medir", hablamos de la importancia de establecer un sistema de registro de paradas de equipos en una planta automotriz. Este sistema nos permitió empezar a medir y entender las causas de los tiempos de inactividad, un paso fundamental para mejorar la eficiencia del mantenimiento.
Contexto
Hoy continuamos nuestra historia en una planta de carrocería con un nivel de automatismo del 30%. Esta planta enfrentaba desafíos significativos: un presupuesto limitado y una cultura de trabajo en el equipo de mantenimiento que estaba acostumbrada a operar de manera correctiva.
En este escenario, implementamos una técnica llamada el "Árbol de Fallas". Esta herramienta gráfica nos permitió identificar los sectores con mayor porcentaje de paradas de equipos, ya sea por repetitividad o por paradas prolongadas.
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Desarrollo de la Técnica
El gráfico del Árbol de Fallas se actualizaba diariamente y se presentaba al director de planta para mostrar el desarrollo del día anterior. Esta información provenía del nuevo sistema de registro de paradas de equipos que mencionamos en el capítulo anterior. Gracias a este sistema, podíamos recolectar datos precisos y utilizarlos para nuestro análisis.
Impacto del Árbol de Fallas
La implementación del Árbol de Fallas nos permitió determinar con precisión cuáles equipos necesitaban un análisis más profundo. Para este análisis, combinamos diferentes herramientas de análisis para encontrar la causa raíz de los problemas. De este análisis surgían acciones concretas para ejecutar y resolver los problemas identificados. Luego, se hacía un seguimiento de la efectividad de las acciones y se generaban registros históricos. Al centralizar nuestros esfuerzos en los equipos identificados, logramos una reducción significativa del downtime.
Conclusión
El Árbol de Fallas se convirtió en una herramienta esencial en nuestra transformación del mantenimiento en la planta de carrocería. Nos permitió tomar decisiones informadas y dirigir nuestros recursos de manera efectiva, mejorando así la eficiencia y productividad de la planta. Además, con la implementación de esta técnica, dimos inicio a la utilización de los KPIs de mantenimiento, lo que nos permitió monitorear y evaluar de manera continua nuestro desempeño y progreso.