Capacidad de Fomentar Esperanza y Optimismo (Parte I)
El propósito del líder (coach, profesor o empresario) es aprender a ayudar a las personas no solo con sus trabajos sino también con sus vidas. El famoso filósofo norteamericano del crecimiento, Jim Rohn, una vez expresó que tenemos una doble responsabilidad: una menor, que es la de ayudar a las personas con sus habilidades laborales y otra mayor, que es la de ayudarles con sus habilidades para vivir. De ahí su recitada frase: “Trabaja más duro en ti mismo que en tu trabajo”. De tal manera que lo esencial en el liderazgo no es enseñar a la gente cómo trabajar o aprender cosas, sino enseñarles cómo vivir: cómo articular y acumular mayores tesoros que solo un cheque de pago o una sesión de tecnología. Tesoros tales como la conciencia, la comprensión, el entender a los demás, el establecimiento de metas, el crecimiento, el cambio y la expansión. Tocar la vida de las personas así como sus habilidades.
A menudo nos preocupamos por nuestras tareas y agendas y nos olvidamos de hacer preguntas fundamentales y reveladoras que nos dirán algo importante sobre las personas a las que queremos ayudar. Descubrir las esperanzas y los sueños de las personas es la clave que abre las emociones positivas y la motivación intrínseca y las impulsa a un cambio genuino y duradero (Boyatzis et al. 2019).
Abordar cuestiones básicas, y que la gente suele obviar, tales como ¿quién eres?, ¿cómo llegaste aquí?, ¿hacia dónde vas?, han demostrado ser las preguntas más significativas en la vida de las personas porque han provocado verdaderos cambios y obtenido genuino éxito. Winston Churchill, por ejemplo, no empezaba un día sin antes intencionalmente experimentarlo y vivirlo en tu mente imaginariamente. Esta técnica le ayudaba a mantenerse haciendo lo importante evitando espontáneamente todo lo que entraba en conflicto con lo que realmente quería lograr. Su propósito era trabajar por corto tiempo en lo más importante sin la necesidad de desperdiciar energía. Vencer el tiempo no era el objetivo sino vivirlo.
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Peterson (2017) y Boyatzis et al. (2019) han demostrados, en sus investigaciones, que desarrollar un visión positiva del futuro es crucial para generar emociones positivas, cambios, mantener un desarrollo sostenible, mejorar rendimiento académico, vivir una vida más plena, construir relaciones sanas e influir de manera significativa en la vida de los demás. Por ejemplo, un estudio científico conducido por Jordan Peterson (Self-authoring program/Programa de tu futuro yo), realizado en una escuela secundaria local de Canadá, demostró que los estudiantes varones que escribían sus objetivos y cómo deseaban verse en el futuro aumentaban su rendimiento académico de un 10% y mostraban más perseverancia y resiliencia en su vida y profesión.
Te mueves, quieras o no, de un punto A a un punto B. Necesitas articular una visión personal de lo que sueñas y deseas. Además, todo lo que eres es potencial y es un crimen ético que desperdicies tu potencial. Avanzar hacia un lugar implica que sabes lo que quieres, y de eso puedes ofrecer detalles, y que decidiste tomar un camino, lo cual es una especie de sacrificio porque estás sacrificando todo lo demás para perseguir eso y luego experimentas un poco de emoción positiva y significado mientras te ves a ti mismo avanzar hacia el objetivo. La implicación de eso es, que cuanto mejor sea el objetivo, más completa y rica será tu experiencia de lo persigues. Y esa es una de las razones para articular y desarrollar una visión personal de lo que quieres: para desarrollarte filosóficamente al apuntar a la meta más alta que puedas manejar y concebir, esculpir tu carácter y fortalecer tu liderazgo.