Capitana Marvel: una heroína femenina, igual que lo fueron nuestras madres

Tras el #8M se ha estrenado Capitana Marvel, la película que presenta a una superhéroe femenina como protagonista, a la altura de los míticos Superman, Spiderman o Batman. Lo cierto es que no hay mejor termómetro de una sociedad avanzada que la supresión de desigualdades de cualquier tipo y, en el caso concreto de la mujer, es algo que nos afecta a todos de cualquier parte del mundo.

Es sorprendente que en pleno siglo XXI se tenga que reivindicar la igualdad política y civil, ante la ley salarial, derecho al trabajo, derecho a la educación, igualdad de oportunidades e igualdad de resultados de la mujer con respecto al hombre. Pero las estadísticas no engañan:

1.    La mujer y la pobreza: Las mujeres sin recursos sufren una doble discriminación a causa de su género y de su nulo poder adquisitivo.

2.    La educación de la mujer: La educación es básica para ofrecer las mismas oportunidades a hombres y mujeres y que de esta manera, las féminas lideren el cambio. Las mujeres que han estudiado mejoran el entorno y la sociedad en la que viven contribuyen en la economía y ayudan a cambiar los estereotipos de género. Hoy en día continúa habiendo grandes diferencias en la educación entre hombres y mujeres. (En África en educación secundaria en 64 niñas por cada 100 niños)

3.    La violencia de género: 1 de cada 3 mujeres sufren violencia física o sexual.

4.    Diferencias en salud: La salud abarca áreas tan amplias como la alimentación o el bienestar físico, pero también derechos sexuales y reproductivos (matrimonios infantiles, ablación, abortos clandestinos...), así como gozar de salud mental. Cada día mueren 800 mujeres por temas de embarazo, algo que podría evitarse.

5.    La mujer en el trabajo: Las mujeres contribuyen de una forma muy notoria a las economías de los países, ya sea trabajando en empresas o en el campo, o bien desde sus labores como cuidadoras o emprendedoras. La desigualdad en el entorno laboral se hace evidente en la brecha salarial y en el tipo de trabajo y condiciones que desempeñan muchas mujeres. Muy pocas ocupan puestos directivos. De promedio, entre un 10 y un 30% menos que los hombres.

6.    La política sigue siendo cosa de hombres: Aunque cada vez hay más mujeres que se dedican a la política o tienen cargos de responsabilidad, su representación sigue siendo mínima si la comparamos con la de los hombres. Solo representa el 22% de los parlamentarios.

7.    ¿Cómo tratan los medios de comunicación a las mujeres?: Los 'mass media' tienen un importante papel en la creación de opiniones y actitudes. La información que se ofrece en los medios puede deshumanizar a la mujer cuando habla de casos de violencia de género, pero también puede dar voz a aquellas que representen un modelo a seguir para muchas otras. Otra crítica muy obvia hacia las ediciones informativas es la poca presencia, por no decir nula, que tienen las mujeres deportistas en los diarios o webs. El 46% de las historias refuerzan esos estereotipos.

8.    La mujer en los conflictos armados: Las guerras causan una profunda herida en la sociedad y dejan a las mujeres y a las niñas en una situación muy vulnerable. Violaciones y agresiones son utilizadas como tácticas de guerra.

¡Sin duda queda mucho recorrido por hacer y quiero aprovechar para rendir un homenaje a todas las madres, y en especial a la mía, mi heroína Laura! Que viniendo de una familia muy humilde me crio a mí y a mi hermana, sin casi estudios y trabajando como ama de casa y empleada de un horno de pan, sin nunca perder la sonrisa, repartiendo siempre amor, a cambio de nada, solo dar y dar…. Mi madre si es una “superhéroe”, como tantas madres, que en la España post dictadura levantaron lo que es hoy nuestro país. Sin ella no hubiera llegado hasta donde estoy, ni hubiera aprendido valores tan importantes como el amor, el esfuerzo, la justicia, la paz, la generosidad, el tesón, el trabajo bien hecho, el ser agradecido, el amor a Dios y tantas, tantas cosas maravillosas.

¡Gracias MAMÁ! ¡Mi verdadera heroína!  

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