Capoeira: ¿de qué se trata y de dónde viene?
En 2014, la Capoeira fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, este deporte/danza/baile/arte (es un poco de todo eso), tiene siglos de historia, que se remonta a la época de los esclavos coloniales.
Existen varias teorías en relación al origen de la palabra “capoeira”. Según algunos estudiosos, designaría un tipo especial de jaulas usadas en el transporte de aves (capón), que eran conducidas por esclavos a los mercados. El término se extendería de las jaulas a los esclavos traídos de Angola, en África. Según los defensores de esa hipótesis, mientras aguardaban la llegada de los comerciantes, los esclavos se divertían en la práctica de su arte-lucha.
Orígenes
Desde los siglos XIV al XVI, Portugal transportaba esclavos provenientes de África a Sudamérica. En el año 1544 se funda la compañía de Lagos, cuya finalidad era intensificar el tráfico de esclavos. Hay que tener en cuenta que la población nativa sudamericana fue diezmada desde la llegada de los europeos, principalmente como consecuencia de epidemias y enfermedades para las cuales no estaban preparados. Esta estrepitosa caída demográfica sería contrarrestada por las potencias coloniales con la intensificación de la mano de obra esclava llegada desde diversos puntos del continente africano. A finales de siglo, Portugal recibía una media de 12.000 esclavos por año provenientes de Guinea, Angola, Mozambique y demás regiones africanas. Brasil era uno de los principales destinos americanos para estos cautivos, alcanzando un 42% de todos los esclavos que cruzaban el Atlántico.
Los más vendidos habitualmente en Brasil provenían de Angola, Congo y Mozambique. Bajo condición de esclavos eran vendidos y llevados a trabajar a las plantaciones de caña de azúcar y algodón de los señores hacendados. Como cabe esperar, cada uno de estos grupos tenía su propio corpus de tradiciones, rituales y creencias, produciéndose una heterogénea mezcla cultural en la que también confluirían los propios habitantes del Brasil. Precisamente por ello, resulta difícil discernir si la capoeira como tal viene de uno de los citados países africanos, si es la adaptación de una práctica autóctona o si es una mezcla de ambos, lo que da pie a diversas interpretaciones y teorías al respecto.
En cualquier caso, sí podemos destacar un rasgo común a todos estos africanos: la situación de opresión a que estaban sometidos bajo el yugo de la esclavitud. La Capoeira surgió como una forma de resistencia a la opresión, un arte practicado en secreto, una transmisión de cultura y un estímulo espiritual. Muchos eruditos brasileños sostienen que nació como una forma de disimular el hecho de que los esclavos se estaban entrenando para pelear contra sus dueños, ocultándola bajo la forma de una alegre coreografía de danza. Como la mayoría de los esclavos permanecían encadenados al suelo, eso explicaría por qué la mayoría de los movimientos de la capoeira son ejecutados desde el suelo y casi sólo con las piernas.
Esta mezcla de lucha y baile fue un fenómeno cada vez más común entre el colectivo esclavo, sobre todo entre aquellos que lograban escapar de los dominios de sus señores y constituían «quilombos», especie de asentamientos en los que se organizaban de manera independiente y podían practicar libremente sus tradiciones y rituales.
Después de que la esclavitud se aboliera en 1888, los libertos se trasladaron a las ciudades de Brasil. Pero su integración a la vida social no fue fácil. Con la escasez de empleo, muchos se unieron y formaron bandas criminales. Continuaron practicando Capoeira, que con el tiempo se asoció con actividades delictivas. Como resultado, la Capoeira fue prohibida en Brasil en 1890 y el castigo por practicarla era extremo: a los infractores se les cortaban los tendones en la espalda y en los tobillos. Pero la disciplina continuó practicándose en la clandestinidad y los capoeiristas adoptaban ‘apellidos’, ‘motes’ o apodos para impedir que la policía descubriera sus verdaderas identidades.
En este difícil contexto, la Capoeira estuvo al borde de la desaparición de no ser por la iniciativa de Mestre Bimba, fundador de la primera escuela de Capoeira, cuyos alumnos impresionaron al presidente brasileño Getulio Vargas en una exhibición en 1937. Su labor y la de otros mestres que defendieron la conservación de los modelos tradicionales de este arte marcial permitieron que aquello que surgió como una práctica ligada a los esclavos y posteriormente estigmatizada como propia de criminales y bandas callejeras, fuese finalmente aceptada e incluso reconocida como deporte nacional brasileño.
Mestre Mimba junto con el presidente Getulio Vargas
Desde entonces, y hasta nuestros días han, proliferado gran cantidad de academias y escuelas en las que se puede enseñar y transmitir libremente este arte marcial que combina música, rituales ancestrales y una larga y rica historia que hunde sus raíces en la época colonial y que es fiel reflejo de la convergencia cultural del Nuevo Mundo.
Características
La Capoeira tiene tres vertientes, la angoleña, la regional, y la contemporánea. La de Angola es la más antigua y genuina, la música es lenta y se caracteriza por un juego bajo en el suelo. La regional es invento de Mestre Bimba, que mezcla la variante de Angola con otra lucha, el Batuque, donde el objetivo es derribar al oponente usando las piernas; es más espectacular y goza de mayor aceptación. En esta vertiente dominan los golpes rápidos y están prohibidas las acrobacias. La variante contemporánea es una mezcla entre las anteriores y es la más practicada.
El uniforme de la Capoeira regional es blanco, con un cordón de diferente color, según la preparación del capoeirista, y de acuerdo al grupo a que pertenece. El cordón se lleva a la cintura con un nudo a la izquierda del pantalón, y el resto se deja colgando. Los practicantes de capoeira Angola en general usan el color negro y amarillo, pero sin cordón.
La Capoeira utiliza una variedad de técnicas de ataque. El movimiento fundamental es el Ginga, un balanceo que sirve para mostrarse como un blanco en movimiento al oponente y distraerlo para aplicar las diversas técnicas de ataque y defensa. Los disparos son casi todos de la pierna en forma de patadas voladoras y giratorias – meia lua (media luna), rabo de arraia (cola de cometa), queixada (mandíbula) – o de la cabeza (cabeçada).
Rara vez se golpea de mão (mano). También son importantes las técnicas de tropiezo como la rasteira, con la que se deja caer al oponente quitándole el apoyo de las piernas. La disciplina refuerza la musculatura y potencia la agilidad, la flexibilidad y los reflejos.
La Capoeira ofrece un juego de ataque y defensa basado en la velocidad y la agilidad del cuerpo. Es un conjunto de falsedades, donde se mezclan acrobacias, peleas y una seductora combinación de movimientos corporales que fascina al espectador.
El juego de la Capoeira sigue un ritual preciso: todos los instrumentos están dispuestos en “roda” y empiezan a tocar. En primer lugar el berimbau, un instrumento de cuerda percutida parecido al arco musical, hecho de una vara de madera flexible y un alambre, a los que se agrega una cashishi y una calabaza, que hace las veces de caja de resonancia. En este punto los luchadores se besan, rezan a los santos patrones y piden permiso a su maestro para luchar. Después, se arrodillan ante el berimbau, lo saludan y escuchan en silencio su sonido en busca de la fuerza y concentración necesarias. Sólo en este punto comienza la lucha real, en la que los oponentes se mueven primero con movimientos lentos de manos y pies como si fueran gatos estudiándose unos a otros, y luego con espectaculares movimientos de vuelo.
A diferencia de otras artes marciales en las que saber bloquear los golpes del adversario es tan importante como golpear, en la Capoeira no existen técnicas de frenado, pues los ataques no se detienen, sino que se esquivan con movimientos ágiles que siguen la dirección del tiro y lo despiden. Esta es la principal característica de este arte marcial, el que lo hace tan armonioso y fluido como un baile. También son importantes las técnicas de escape como las diversas ruedas (Aùs) que permiten al luchador alejarse del oponente con diferentes ángulos y colocarse rápidamente en una posición favorable para un contraataque inmediato.
Fuentes: Barcelona Capoeira, El País, Clarín, Descubrir la Historia, El Insignia, Deportes de Contacto
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1 añoLlevo seis años practicando. Es un deporte muy completo.