Caso Jilguero: Una mancha en la evaluación ambiental de proyectos
Auditorías Ambientales: Lecciones en Delitos Económicos: Caso Jilguero

Caso Jilguero: Una mancha en la evaluación ambiental de proyectos

En un pequeño rincón de la Cordillera de los Andes, un ave cantora se ha convertido en un símbolo inesperado de la lucha por la protección ambiental en Chile. El caso Jilguero, como se le conoce popularmente, ha desatado una ola de indignación y debate sobre la transparencia y la ética en los procesos de evaluación ambiental del país.

Un comentario desafortunado:

Todo comenzó con la presentación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para el proyecto minero "El Encierro". En un apartado dedicado a la fauna local, una fotografía de un jilguero cordillerano fue acompañada de un comentario de un profesional de una consultora ambiental que sugería la eliminación del registro para evitar "complicaciones ambientales". Al tomar lectura del anexo presentado, se observan brechas normativas respecto de las guías y de elaboración del documento final que ponen en alerta al evaluador. Las guías son claras y en consecuencia, no aplicarlas correctamente, es un alto riesgo para la empresa que contrata el servicio.

Reacción y consecuencias:

La imagen y el comentario no tardaron en viralizarse, provocando una ola de críticas por parte de la comunidad ambientalista y la ciudadanía en general. El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) reaccionó presentando una demanda contra la minera, invocando la Ley de Delitos Económicos.

Más allá del caso Jilguero:

Este caso particular ha puesto en relieve problemas sistémicos en la evaluación ambiental de Chile. La falta de rigor en la revisión previa de las DIAs y ética de las consultoras ambientales, así como una normativa exhaustiva son solo algunos de los puntos que han salido a la luz.

Lecciones del Caso Jilgueros para la revisión de Consultorías Ambientales:

Para mejorar la calidad y la transparencia en los procesos ambientales, es crucial implementar cambios significativos.

En primer lugar, a partir de este caso el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) deberá ser más exhaustivo en la revisión de las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIAs), validando la veracidad de la información y verificando las fuentes de información presentadas en los proyectos, muchas de ellas, de "elaboración propia", sin fundamentar los criterios aplicados conforme las guías lo definen para poder resolver la viabilidad del proyecto.

Es fundamental también evaluar la experiencia y ética de las consultoras ambientales antes y durante su participación en proyectos, mediante la creación de mecanismos de validación profesional que promuevan altos estándares profesionales y éticos. No basta una charla de "30 minutos".

Las DIA's es un mecanismo simplificado que la ley permite cuando no hay un impacto significativo al medio ambiente. Es por ello, que la realización de auditorías ambientales previas a la presentación de las DIAs emerge como una medida preventiva para identificar y corregir posibles errores o inconsistencias, pudiendo ser llevadas a cabo por entidades independientes o por el propio SEA. Dada la complejidad normativa, estas acciones son esenciales realizarlo con profesionales altamente capacitados, para garantizar la integridad y la efectividad de los procesos ambientales, que incluye cruce de antecedentes entre las Normativas, Reglamento, Guías SEA, y diversos instrumentos técnicos, muchos de ellos complejos, incluido cambio climático donde las evaluaciones son técnicamente muy débiles.

Un llamado a la acción:

El caso Jilguero nos invita a reflexionar sobre la importancia de proteger el medio ambiente y garantizar la transparencia en los procesos de evaluación ambiental. Es un llamado a la acción para fortalecer la institucionalidad ambiental, promover la concientización y exigir a las empresas un compromiso real con la sostenibilidad.


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