Castigo a los ecocidas
Tan solo un loco o un tonto pueden celebrar la devastación en la Chiquitanía. El resto de la ciudadanía, cercana o lejana al lugar tiene sentimientos mezclados. Cólera, rabia, frustración e indignación, y tristeza son unos cuantos.
Muchos hablan de castigar a quienes encendieron el primer fósforo. Pero no es a ellos a quienes se debe escarmentar. Sino a quienes, permiso en mano permiten las quemas “controladas” y el desmonte.
En Bolivia tenemos ese permiso y se llama DS 3973. Es el que autorizó “quemas controladas” en Santa Cruz y Beni, de acuerdo con reglamentación vigente. Y el Presidente justifica que esta es una medida “estratégica” para fomentar la producción agrícola y pecuaria.
Ninguna medida justifica la muerte. Ninguna. Ni de humanos, animales o árboles. Sólo la avaricia, la codicia y los apetitos personales pueden creer que matando se genera más vida.
Observamos que hay una larga cadena de responsables y serán estos quienes deberán asumir las consecuencias de sus medidas. Un resultado evidente es la muerte de muchas reses, que afecta a la “ganancia” de los ganaderos.
Las siguientes consecuencias serán un verano hirviente, asma, bronquitis y ojos secos entre los males menores. Los males mayores pasan por una macrocontaminación que provocará huracanes, inundaciones y cambios en los ciclos agrícolas.
Estamos a tiempo para derogar ese decreto y pedir a las autoridades que esta medida infernal desaparezca ¿no le parece?
Asimismo podemos hacer otras cosas. Una de ellas es plantar un árbol, en el sitio que podamos, este domingo 1 de septiembre y transformar al absurdo día del peatón en una jornada ecológica.
Otra cosa que podemos hacer es evitar las parrilladas domingueras en las casas. Estamos tirando a la atmósfera una ingente cantidad de humo que se unirá al proveniente de la zona chiquitana.
Igualmente, y hablando de humo, será más que deseable dejar de lado las k’oas, que se han instalado en majaderos grupos sociales que creen que por tirar humo al aire estarán atrayendo a más clientes a sus negocios.
Potencialmente, y dependiendo de su bolsillo y de creerse el cuento de que tenemos estabilidad económica, podrá decidir si seguimos adelante con programas de gobierno que proponen, para estas elecciones seguir aprovechándonos de los “ingentes” recursos naturales que tiene Bolivia.
Hay un daño enorme realizado al país por criminales, un magno ecocidio se ha cometido en contra de la Madre Tierra que se juró defender.
Es hora de poner un alto a la violación cometida contra la mujer más importante que tiene el país, la Pachamama.
La autora es magíster en comunicación social y periodista
Arctic Five Chair (2024-26) born at 326.42 ppm CO2
5 añosDebes considerar el consumo de carne y su impacto ambiental. La demanda de carne en el mundo sigue creciendo y es para satisfacerla que se destruye la naturaleza. Es la angurria por el sabor umami de los que tienen plata. Y si, hay que dejar de comer carne y promover un estilo de vida más simple y natural... pero eso es demasiado pedir... es mejor o más fácil despotricar contra los gobernantes en lugar de tomar decisiones a diario que se reflejan en lo que uno compra y consume en casa. Porque es difícil evitar el silpancho, el lappin, el trancapecho, los chorizos, las fiambres y embutidos (no es acaso jailón comer jamón? Hasta rimó), las hamburguesas, el lomo montado, el pique a lo macho, los chicharrones, las pailas... es toda una cultura culinaria que se pone en entredicho y que es la raíz de los males que vemos hoy.