Castigos ejemplares
Y por qué pagar la boda de unos desconocidos.
Hubo una vez que lo pasé francamente mal, cuando era pequeño. Estaba en 5º de primaria.
Me sentí verdaderamente humillado.
Ahora lo recuerdo y pienso que simplemente éramos unos críos, en una riña de recreo.
El caso es que me llevé un mordisco en el brazo, y vi mi orgullo herido. Porque mis amigos rieron cuando me dolió.
Y por eso no dije nada al volver a casa.
Y nada pasó ese día.
Pero al día siguiente, mi madre me vio la dentellada y puso el grito en el cielo.
Así que por la mañana tuve que hablar con mi tutor.
Y mi compañero fue castigado a quedarse unas horas extras por la tarde, a “barrer el patio”.
Mis padres me preguntaban si no se había comentado nada en clase. La verdad es que todo quedó un poco tapadillo, y como que no se le dio mucha importancia al asunto. Esto no les hizo mucha gracia.
Pero oye, en realidad a las 2 semanas todos tan felices. Cosas de críos.
Sin embargo si que es verdad que algo de recuerdo sí me quedó.
El aprendizaje es una de las habilidades más diferenciadoras del ser humano. Es lo que garantiza nuestras posibilidades de avanzar. Es el principal creador de cultura.
Y una de las mejores maneras de integrar el conocimiento es mediante la observación de ejemplos. La creación de nuestra propia biblioteca de soluciones nos permite extrapolar y adaptar de manera flexible nuestro conocimiento. De hecho este es el mecanismo que utilizan muchas IA para aprender.
Y es por ello que los ejemplos son también una herramienta especialmente útil en mano de las marcas. Hoy veremos cómo una marca prestigiosa aprovechó una crisis en redes sociales para reforzar su imagen de marca y lograr una mayor exposición.
Pero antes de ello, veamos cómo esto ha sido usado por todas las sociedades que nos precedieron. Porque quizá lo que no es tan evidente es que el aprendizaje no siempre consiste en identificar o aprender modos de cómo hacer las cosas. Igualmente importante es el cómo NO hacerlas. Porque el aprendizaje es lo que establece la mayoría de nuestros mecanismos de seguridad.
¿Qué te viene a la mente cuando te digo edad media? Una etapa oscura, ¿no?
Y es que el principal medio de control era el miedo. La población se dirigía mediante la fuerza y la intimidación. Y de hecho una herramienta bastante básica para educar a la población era la demostración pública. Y en concreto quiero destacar un mecanismo que es muy pertinente para este tema: Los castigos ejemplares. Con ellos, un individuo recibía una pena cuyo principal objetivo ya no era castigarlo por su comportamiento, sino que fuera algo visible e impresionante. Debía grabar una imagen suficientemente intensa en la mente de los espectadores. Uno de los ejemplos más tradicionales es el caso de cortar las manos a los ladrones.
De hecho la mayoría de los ajusticiamientos eran un acontecimiento popular. Escenas de rabia, odio y gritos, con una gran carga emocional. Se animaba a los asistentes a expresarse en voz alta, a gritar, a lanzar objetos. Las escenas eran absolutamente brutales. Pero el objetivo no era la justicia. No importaba lo apropiado que fuera la pena en relación con el castigo. El mecanismo de justicia no buscaba rehabilitar ni educar al ofensor. La máxima era infundir miedo y demostrar el gran poder de la ley. Por fortuna nos hemos alejado bastante de estas figuras en el ámbito de la justicia. lo que no quita que este concepto se siga utilizando de nuevas maneras. Porque estamos programados para interiorizar este tipo de situaciones. Y esto nos puede volver vulnerables.
Porque hay muchas situaciones en que nuestra capacidad de aprendizaje se puede volver contra nosotros.
Y más si toca uno de nuestras capacidades clave. Como es el casos de nuestra capacidad para alterar nuestro entorno y mejorar nuestras posibilidades (de supervivencia, de apareamiento, de realización, comfort, etc…)
Te cuento un experimento que seguro te resulta interesante.
La profesora repartió un sencillo ejercicio entre sus alumnos. Consistía en distintos anagramas que debían completar(reordenar letras para formar una nueva palabra: MONJA-JAMON) A su señal, los alumnos trataban de completar el primero de ellos, y levantaban la mano al acabar. La mayoría de alumnos levantaba la mano rápidamente. A continuación, la profesora daba la indicación para proceder con el segundo. Igualmente, casi todos los alumnos resolvían la tarea de manera ágil. Finalmente, por tercera vez, se daba la señal .
El número de alumnos que finalizaba el ejercicio satisfactoriamente era constante en las 3 series.
El quid de la cuestión es que en realidad había dos sets de palabras. Uno que comenzaba con 2 anagramas fáciles, y otro que tenía en primer lugar 2 anagramas imposibles. La tercera palabra era idéntica en ambos casos. Sin embargo, aquellos que habían empezado con los ejercicios difíciles, no eran capaces de completar la tercera, al contrario que el resto de alumnos.
Porque habían aprendido que no tenían las capacidades necesarias para resolver la tarea, y habían perdido totalmente la motivación.
Este fenómeno se denomina indefensión aprendida, y es el mismo que se explica en la historia del elefante que está atado a una estaca(si no la conoces te dejo link abajo).
La indefensión aprendida tiene 3 efectos:
En definitiva, el individuo se vuelve más pasivo y se siente desamparado. Y la clave de todo esto es que lo importante para el individuo no es el estado de la realidad, sino la interpretación que cada una hace de ello.
¿Y qué tiene que ver esto con el márketing actual?
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Pues volvamos a la crisis de reputación a la que se enfrentó North Face.
Una usuaria subió un vídeo a TikTok en el que declaraba que acababa de estrenar su nueva chaqueta impermeable, y que estaba absolutamente calada. Denunciaba la falta de compromiso de la empresa y el bajo control de calidad. Y el vídeo se hizo viral casi al instante. Miles de comentarios añadían más leña al asador.
Y North Face callaba.
La marca sufría una avalancha de críticas.
3 días después, otro vídeo se hacía viral en la misma plataforma.
Un empleado de North Face se subía a un helicóptero con una chaqueta roja, pilotaba por en medio de un valle montañoso, y bajaba corriendo.
Se cruzaba con una chica y le lanzaba la chaqueta, para volver corriendo al helicóptero.
Era el vídeo de la cuenta oficial de North Face. Y la chica era la autora del vídeo-crítica original.
Obviamente se hizo súper viral.
Y claro, esta acción rápidamente levantó sospechas entre los usuarios de las redes sociales. Aunque finalmente parece que fue un acontecimiento genuino.
Y lo cierto es que no es la primera vez que vemos como marcas se implican hasta enormes extremos con usuarios anónimos. Ocean Spray regaló una pickUp a un usuario que resucitó su imagen mediante un vídeo viral, así como otra marca que ya nombramos en esta newsletter por sus estrategias de viralidad, que también regaló un coche a una fan.
Y no te creas que siempre implica a una única marca. A veces varias de ellas colaboran, e incluso se suman individuos particulares . Como en el caso de una pareja sudafricana cuya pedida de matrimonio en el KFC fue subida a internet. Súbitamente, y ante los comentarios de hate que estaba recibiendo, la comunidad online se volcó en ellos. Y acabaron recibiendo ayuda de marcas como KFC, Audi, Uber, Mango y hasta una aerolínea. De verdad.
¿Y por qué estas estrategias son relevantes? ¿Y cómo se calcula si son rentables?
Pues la verdad que nos adentramos en un mundo vertiginoso. Es una apuesta. Y el único elemento común para el éxito en estos movimientos tan arriesgados es la autenticidad.
Las muestras de humildad, la interacción directa entre seres humanos, así como la empatía y la comprensión de las situaciones ajenas son algunas de las claves para lograr conectar con las audiencias digitales cada vez más dispersas. Parece que es uno de los métodos para romper con la marea de monotonía y contenido basura, corporativo o automatizado.
Lo único claro es que tus acciones hablan por ti.
Y que tus ejemplos educan a tu público objetivo.
Así que lo mínimo que puedes hacer es mostrarlos, ¿no?
Falta autenticidad. Falta conexión.
Suerte con ello y,
feliz semana!
Si no sabes cómo hacer que tus ejemplos te acerquen a tus futuros clientes, yo me encargo justo de eso.
Ya te adelanto que casi seguro que te recomiendo vídeo, aunque a veces no es necesario, depende del caso.
Como puedes ver, aquí me comunico vía texto. Porque cada opción tiene sus ventajas.
Y yo te ayudo a elegir, que hay muchas.
¡Hablamos!
**HOY HAY MUCHOS LINKS**
Gerente y Socia Comercial en Flores Ohana / Cofundadora de TJ Buddy Network #Teambuilding #Networking/ Speaker
3 mesesEsto con un café, y una larga charla, daría para horas. Estamos en la era digital si, pero seguimos anclados, a mi forma de vivenciar, anclados en la época medieval sin duda.
Arquitecta independiente
3 mesesQue bueno Andrés Anadón. De tu reflexión extraigo distintos pensamientos, evidentemente estamos en un momento en el que todo va muy rápido y se toman estrategias en muchos momentos arriesgadas, todo esto da viralidad pero... como bien dices la autenticidad y el mantenerse cuando todo lo demás está revuelto marca la diferencia... Como comentabamos el otro día: Cuando hay épocas de inundación lo que se echa en falta es el AGUA POTABLE. Cómo aplicarias la ley de pareto 80/20 entre viralidad y autenticidad/comunidad?