Cecilia González, Periodista y Alumni Enseña Chile 2017: “¿Y cómo fue mi experiencia? Fue dura, maravillosa y realmente me cambió la vida”

Cecilia González, Periodista y Alumni Enseña Chile 2017: “¿Y cómo fue mi experiencia? Fue dura, maravillosa y realmente me cambió la vida”

Durante su trabajo como periodista para la revista Qué Pasa, M. Cecilia González E. cubrió diversas temáticas relacionadas con reformas educativas. En ese contexto, entrevistó a Wendy Kopp , fundadora de Teach For America y Teach For All , y conoció la apuesta de Enseña Chile y la invitación que hace a jóvenes profesionales a sumarse como profesores por dos años en establecimientos de alta vulnerabilidad. Tras su paso por el programa, trabajó como Mentora de Formación en el equipo de la fundación en la Región Metropolitana.  

Posteriormente viajó a Estados Unidos para cursar un Magíster en Liderazgo Educativo, Organizaciones y Emprendimiento de la Universidad de Harvard. Cecilia actualmente trabaja como Chief Learning Officer en Camino 21, Start Up mexicana con presencia en distintos países de América Latina que se dedica a hacer desarrollo profesional docente para profesores de educación superior. 

“¿Y qué pasa si este mismo trabajo que yo quiero hacer, en vez de partir desde arriba, como desde los medios de comunicación que tienen poder y tienen una audiencia muy grande, parto desde los lectores, desde los estudiantes, y que con ellos pueda conversar de estos temas y aprender a leer y a entender lo que estamos leyendo para poder ser ciudadanos informados y que sean estos ciudadanos los que construyen un Chile más justo y no al revés?” fue su reflexión. En ese momento decidió postular y tratar de cambiar Chile desde la sala de clases. “La idea de aportar desde donde me desarrollara profesionalmente para hacer de Chile un lugar más justo, es algo que me ha resonado toda la vida”, afirma.  

¿Cómo fue tu experiencia?  

Yo hice el programa en el Colegio San Lorenzo en Recoleta, el año 2017 y 2018 y después me quedé un año más. ¿Y cómo fue mi experiencia? Fue dura, fue maravillosa y realmente me cambió la vida. Mi primer año en el colegio fue súper duro, me tocaron muchas cosas que nunca antes en mi vida había experimentado. La más potente de ellas es el fracaso. Hasta ese momento en mi vida yo era una persona que las cosas le salían bien rápido. Fui siempre buena alumna en el colegio, me fue muy bien en la universidad, me iba bien en mi trabajo anterior y llegué a la sala de clase y fue duro. Darse cuenta que todo era mucho más difícil de lo que yo me imaginaba, que tenía muchas ideas bien romantizadas acerca de qué era ser profesora y que eran muchas horas de trabajo con estudiantes que no te quieren porque sí. Hay que hacer un trabajo para conocerlos, que te respeten y que haya un vínculo real y a mí eso me costó harto. Pero después de un primer año que fue muy duro, todas las cosas empezaron a caer en ese lugar. Generé mucho vínculo con los estudiantes, con sus familias, con mis compañeros de trabajo y creo que es uno de los lugares donde me he sentido más feliz y más a gusto trabajando. Y conocer a los estudiantes siempre es una experiencia que cambia la vida, que es tremendamente enriquecedora y es lo que me sigue impulsando hasta hoy en las distintas cosas que he venido haciendo. 

¿Qué competencias crees que desarrollaste en el programa y que te acompañan hasta tu rol o cargo actual? 

Es una pregunta que me han hecho hartas veces. Han pasado como seis años desde que hice el programa y he podido ver cómo esta respuesta también ha ido cambiando, porque la experiencia es tan, tan, tan significativa creo que me ha tomado años procesarla y años irme dando cuenta de todas las cosas que adquirí. Entonces, me acuerdo que al recién egresar del programa, al tiro respondía que una de las competencias más importantes que desarrollé fue mi capacidad de organizarme y de planificar, que es cierto. Pero hoy creo que las competencias más importantes que desarrollé son, en primer lugar, la capacidad de considerar otras perspectivas, la experiencia de Enseña Chile amplió mucho mi mundo. Y no tanto como mi mundo social, un poco como salir de la burbuja, porque si bien eso ocurrió, yo igual trabajaba como periodista, me movía en realidades muy distintas a la mía. Pero creo que hasta antes de entrar a la sala de clase, esta forma de aproximarme a otras realidades era egocéntrica, era como desde mi posición. Y estar en la sala de clase te obliga a salir de ti, porque por ejemplo, las y los estudiantes aprenden de una forma distinta a la tuya. Entonces ya no sirve enseñar solamente como a ti te sirve enseñar, necesitas entender cómo es que todos los demás aprenden y que hay realidades distintas y formas de entender el mundo distintas a la tuya. Y si bien todo eso yo lo sabía en teoría, fue la experiencia de tener que enseñarle a otro lo que realmente me obligó a salir de mí misma. Y en Enseña Chile siempre valoramos mucho la diversidad y eso es algo que buscamos al seleccionar a los participantes en los colegios con los que trabajamos, en las regiones con las que trabajamos. Pero esa diversidad la tenemos porque la experiencia en la sala de clase realmente nos hace ponernos en el lugar del otro. Entonces se amplió mi mundo y aprendí a tomar otras perspectivas, a ser mucho más empática, habilidades socioemocionales que adquirí por el hecho de tener que estar enseñando a otros y a otras con todas sus particularidades. Y otra competencia que es una de las cosas más valiosas que aprendí en Enseña Chile, es todo lo que tiene que ver con el pensamiento sistémico y cómo los grandes problemas que tenemos que resolver como sociedad requieren que trabajemos muchas personas juntas. Y aquí hay un ejemplo bien concreto que yo siempre cuento: yo no sabía lo clave que es el sistema de salud y el sistema educativo para que los niños aprendan. Y hay fallas en el sistema de salud que afectan directamente a la educación. Entonces, por ejemplo, un niño se enfermaba y lo dejaba de ver todo el semestre. ¿Por qué? Porque las horas en que lo podían atender en el consultorio eran las horas de clase y él no podía elegir a qué hora iba, tenía que ir a la hora que estuviera disponible. Ahí ves como en el fondo todos los sistemas están en conjunto.  

Entonces si yo quiero mejorar la educación en Chile necesito estar trabajando con la gente que trabaje en el sistema público de salud también, porque tenemos muchos problemas enlazados y, como la escuela es un lugar donde confluyen las familias y los problemas de la sociedad. O sea, si a ti te importa el tema de vivienda, la escuela es un lugar donde ese tema es muy importante, porque tenemos niños que están con situaciones de inseguridad habitacional y eso afecta cómo aprenden. 

¿Crees que esta es una experiencia que cambia trayectorias profesionales y/o de vida? 

No sólo lo creo, lo viví en mí, esto realmente cambia. Sí cambió mi trayectoria profesional y mi trayectoria de vida. Y siempre digo: creo que para mí, haber hecho el Programa Enseña Chile, es una de las cosas más importantes que me ha pasado en la vida. Me hizo darme cuenta cuál era realmente mi vocación. Todas las decisiones que he tomado después de eso han estado relacionadas con este propósito que descubrí en la sala de clase. También cuando trabajé como mentora, lo vi en muchos de mis PeCh (Profesores de Enseña Chile). No importa lo que hagan después, esta noción de que lo que aprendes en la sala de clase durante los dos años del programa es un compromiso para toda la vida, lo he visto muchas veces. Y también creo que es una experiencia que cambia trayectorias profesionales y de vida de las personas con las que uno trabaja. Sea los estudiantes, sea nuestros colegas. Pongo mis manos al fuego de que esta es una experiencia que cambia todo tipo de trayectoria. 

¿Por qué crees que alguien de tu profesión debería hacer el programa? 

Creo que esto tiene dos patitas. Una es el enriquecimiento profesional para ellas y ellos, para las y los periodistas que estén pensando en postular. Creo que esta es una experiencia muy valiosa para poder primero realmente entender cómo funciona la sociedad en Chile. Insisto: las escuelas son lugares donde confluyen muchos de los sistemas y muchos de los actores principales de la educación. Si tú eres un periodista que quiere entender la sociedad, tienes que partir por la sala de clase. Y también porque esta capacidad de entender otras perspectivas es algo que no necesariamente uno por ser periodista tiene. Pero que al enseñarle a otro, sí se vuelve muy potente. Un periodista que es capaz de salir de su perspectiva para entender las de todos los demás, va a poder hacer siempre un trabajo mucho más rico y que sirva mucho más al propósito del periodismo que un profesional que nunca sale de su trinchera. Entonces por un lado, creo que para un periodista ésta es una experiencia que profesionalmente puede ser tremendamente valiosa. Y, en segundo lugar, creo que es tremendamente valioso para las y los estudiantes tener a un docente que es periodista. Porque tenemos una mirada para enseñar el lenguaje y la comunicación que puede ser distinta a lo que traen sus profesores y que es muy valiosa, porque es contextualizada y que puede generar mucho propósito. Estar aprendiendo Lengua y Literatura a partir de las cosas que están pasando actualmente en la sociedad y que en mi experiencia me ayudó mucho a hacer clases atractivas, a tener estudiantes que se interesaban por lo que estaba pasando en su país, que querían comunicar sus ideas. Y eso para las y los estudiantes es tremendo. Tengo un montón de estudiantes que después estudiaron periodismo y eso me hace sentir tan orgullosa. Yo creo que fue por muchos factores, ¿no? Pero creo que uno de los que hemos conversado que los llevó a tomar esa decisión fue la forma en que estábamos aprendiendo la clase de Lengua y Literatura. 

¿Qué le dirías a profesionales que están pensando en postular? 

Que se atrevan. Creo que tomar la decisión de ejercer la docencia es un acto de valentía, porque no es fácil, pero de verdad que les va a cambiar la vida, que no hay nada más enriquecedor que trabajar con otras personas, que no hay nada más hermoso que ver cómo cambian los ojitos de un niño, una niña, un joven cuando está aprendiendo algo nuevo. Y que se necesita gente así, que se necesita gente que esté comprometida y que quiera entender, que quiera escuchar, que quiera cambiar las cosas. Así que a atreverse, con mucha valentía.


 

Sebastián Alfaro C.

Ingeniero en Prevención de Riesgos

11 meses

Había sido mi profesora de lenguaje en cuarto medio en el Colegio San Lorenzo. Un placer de haberla conocido.

María Consuelo Barrios Balocchi

Directora de Comunicaciones en Enseña Chile y Docente UDD.

1 año

¡Qué grande, M. Cecilia González E.! Gracias por contarnos tu historia

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas