Centrémonos en la solución

Centrémonos en la solución

Hasta hace pocos años, las soluciones de videovigilancia (no incluyo los centros de control u otros más específicos operados en seguridad privada) más comunes han consistido en instalaciones de circuito cerrado de televisión también conocidos como #cctv , cumpliendo como función única el almacenamiento de imágenes de vídeo para poder visualizar más tarde, en caso de necesidad. Siendo aparentemente pocas las prestaciones, en realidad disponer de evidencia de una situación determinada, no es poca cosa. 

Este modelo de instalación aún sigue dando adecuada respuesta a las necesidades de usuarios que no precisan de visualización o verificación de eventos en tiempo real. 

Una instalación tipo CCTV, desde un punto de vista de seguridad, sería lo más aconsejable ya que nadie visualiza, nadie interviene, nadie tiene acceso directo (salvo personas autorizadas o el servicio técnico de la empresa instaladora, en su caso). Solo se accede cuando se precisa y físicamente en la ubicación de la instalación.

Ahora bien, gracias al acceso a internet y a través de los dispositivos de grabación o desde las propias cámaras, podemos visualizar las imágenes en directo o streaming, mediante #VMS (Video Management System por las siglas en inglés), que no deja de resultar una herramienta de tipo cliente/administrador que gestiona el sistema. Se podrán extraer grabaciones, realizar búsquedas y otras operaciones en ubicación remota. Obviamente, su acceso solo puede realizarse si se dispone de los permisos pertinentes y según el nivel de autorización.

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No voy a realizar ningún tipo de comparación, al menos ahora. Todas las soluciones técnicas son posibles y pueden ser viables y seguras, cada una en su medida, pero ¿Qué utilidad esperamos? ¿Qué necesidad concreta tenemos? ¿Qué usabilidad precisamos? Es decir, VAMOS A CENTRARNOS EN LA SOLUCIÓN, NO EN LA TECNOLOGÍA, estamos creando un sistema de videovigilancia #SVV, algo que va mas allá de la mera instalación de cámaras.

¿Por qué digo esto? Pues porque no es la misma solución cuando quiero visualizar a mis hijos en el jardín de casa, cuando queremos monitorizar los espacios en la empresa, precisamos tener evidencia de situaciones incívicas en la comunidad de propietarios, necesitamos controlar el aforo de un evento, es imperativo disponer de un sistema anti-intrusión perimetral o múltiples variantes posibles con los diversos dispositivos que podemos encontrar en el mercado.

A ver, la tecnología es básicamente la misma. Un dispositivo de grabación y cámaras conectadas a él, directamente o no, y caer en la tentación de idear un sistema modelo 'Minority Report' no ayudará en absoluto a la finalidad de #videovigilancia requerida.

Mi consejo, déjese asesorar, pero elija bien a su asesor. 

Siempre hay que tener en cuenta el triángulo TECNOLOGÍA, LEGISLACIÓN y USABILIDAD. Es decir, no siempre todo lo que tecnológicamente es viable cumple con la normativa y es utilizable según las necesidades reales. 

Dicho esto, ¿Cuántas cámaras de las caras quiere? ¿Donde las quiere?

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