Cerrando el año con intención: Reflexiones para el último tramo

¡Quedan sólo 8 días para despedir el año! Y con ellos llega ese momento inevitable de reflexión, de preguntarnos cómo queremos cerrar este capítulo.

Tal vez este año no fue el más fácil. Tal vez hubo momentos en los que te caíste mal a ti mismo(a). Esas actitudes que te desesperan, esos hábitos que quisieras desterrar. Y si no, felicidades. Estás en un punto de paz y aceptación total, y te invito a compartir tus experiencias con los demás. Pero, para muchos, el final de año trae consigo una mezcla de autocrítica y ganas de mejorar.

En mi opinión y experiencia, culparnos y juzgarnos por lo que hicimos o dejamos de hacer no aporta nada. Este no es el momento de cargar con culpas, sino de escoger cómo queremos terminar el año. Y yo elijo cerrarlo con una sonrisa en la cara y con mucho amor hacia adentro y hacia afuera. Punto.

Jugar con el tiempo. realizar acciones alineadas para los últimos días

Quedan 8 días, y aunque no todo cabe en ellos, eso no significa que no podamos sembrar semillas importantes. Porque, sí, somos humanos, y el tiempo nos importa. Medimos nuestras vidas en años y recordamos la edad que teníamos cuando comenzamos algo significativo.

La clave está en el “mientras antes empiezas, antes llegas”. Y aunque no todo se resuelve o culmina en este lapso, estos días son ideales para:

• Resolver fricciones: Piensa en esas pequeñas incomodidades que puedes resolver antes de cerrar el año. Tal vez sea una conversación pendiente, una tarea olvidada o simplemente organizar tu espacio de trabajo.
• Detonar procesos: ¿Hay algo que quieres lograr en 2025? Empieza a mover las piezas ahora. Envía ese correo, haz esa llamada, empieza ese proyecto.
• Tirar los primeros dominos: Inicia pequeños pasos que te den alegría verlos avanzar el próximo año. Puede ser algo tan simple como definir tus metas o tan grande como dar el primer paso hacia un sueño.

Recomendaciones para un plan de acción de fin de año

1. Identifica una fricción: Reflexiona sobre algo que te haya generado incomodidad en tu entorno laboral. Puede ser un proyecto estancado, un conflicto con un colega o una tarea pendiente.
2. Define un paso pequeño pero significativo: Piensa en una acción concreta que puedas tomar para aliviar esa fricción. Ejemplo: si tienes un correo sin responder, tómate 5 minutos para redactarlo y enviarlo.
3. Crea un "tramo" personal: Dedica 30 minutos a resolver tantas fricciones como puedas. Ajusta el tiempo según tus posibilidades, pero mantén un ritmo enfocado.
4. Visualiza el impacto: Imagina cómo se verá tu semana laboral una vez resueltas esas fricciones. Este ejercicio te ayudará a empezar el año con mayor claridad y tranquilidad.
5. Comparte tus logros: Si trabajas en equipo, comparte tus avances con tus colegas o tu líder. Esto puede inspirar a otros a hacer lo mismo.

La magia de elegir tu energía

Nadie disfruta la ansiedad de la procrastinación, esa pausa eterna que termina en un torbellino de urgencia y estrés. Estos últimos días son una invitación a elegir la energía con la que quieres cerrar el año. Y si hay algo que no cabe en estos 8 días, recuerda que siempre está el día 9 para empezar.

Te animo a que, como yo, cierres este año con intención, amor y acción alineada. Juguemos con el tiempo y aprovechemos lo que queda para preparar el terreno de un 2025 lleno de posibilidades.

¿Cuánta suerte cabe en los días que quedan? Yo también quiero saber.

¡Feliz cierre de año! 🎉