ChatGPT, DeepL, LanguageTool: las herramientas que están revolucionando las ventas

La inteligencia artificial generativa se ha posicionado como una herramienta vital para el ámbito comercial. Su irrupción en el mercado ha supuesto una transformación en la forma en que los directores comerciales y sus equipos abordan las ventas, interactúan con los clientes y procesan datos. No obstante, es fundamental que quienes adopten estas herramientas lo hagan con conocimiento y cautela.

Desde el surgimiento, en 2022, de herramientas como ChatGPT, he observado un cambio en cómo las empresas encaran el proceso de venta.

IA en ventas: oportunidades y desafíos

Los departamentos comerciales generan una ingente cantidad de datos poco estructurados: cadenas de correos electrónicos, llamadas, interacciones con clientes, reuniones presenciales o propuestas personalizadas. La IA es especialista en descifrar y extraer valor de toda esta información.

Además, estas herramientas simplifican tareas administrativas, permitiendo a los equipos centrarse en lo que mejor saben hacer: vender. Por ejemplo, con ChatGPT Plus es posible leer, resumir y consultar documentos PDF en cuestión de minutos, también ayuda a crear y mejorar los discursos y argumentarios de venta. De igual manera, LanguageTool garantiza una comunicación impecable, sin errores gramaticales que puedan afectar la imagen profesional. A nivel internacional, DeepL y RaskAI eliminan las barreras lingüísticas, traduciendo textos, vídeos y documentos con precisión (incluso Messi habla inglés). Y Tome adapta presentaciones comerciales según el mercado, perfil del cliente y sector, asegurando siempre propuestas a medida.

Pero, ¿y los managers? La IA les permite interactuar directamente con informes de ventas, simplemente preguntándole a un documento o a un informe Excel lo que necesitan saber. Asimismo, pueden obtener recomendaciones personalizadas para formar y desarrollar a sus equipos según su rendimiento individual.

No obstante, es esencial ser consciente de las limitaciones y riesgos, y cómo «hablar» con estas herramientas para conseguir las respuestas adecuadas. Por poner un ejemplo, si se le hace dos veces la misma pregunta a ChatGPT, es muy probable que se obtengan dos respuestas distintas. Un incidente particularmente revelador fue cuando un abogado, apoyándose en herramientas de IA, presentó datos ficticios en un juicio, lo que puso en evidencia la importancia de comprender y verificar la información generada por estas herramientas.

Quick wins, siempre y cuando haya formación

La adopción de la IA genera retornos rápidos, los ansiados quick wins. Las empresas que la implementan perciben mejoras en eficiencia, ventas cruzadas y personalización en la atención al cliente. Pero, para realmente cosechar estos beneficios, es crucial invertir en formación.

Muchos utilizan estas herramientas sin entender su funcionamiento, lo que puede derivar en errores que afecten a las organizaciones, como lo ocurrido en Samsung el pasado mes de mayo.

Tener usuarios usando inteligencia artificial generativa sin formación sería algo así como entregar un lanzallamas a cada miembro del equipo sin explicarle cómo funciona. Formar adecuadamente a los equipos garantizará que aprovechen al máximo estas herramientas, minimizando riesgos.

La inteligencia artificial generativa no es una moda, ha llegado para quedarse. No obstante, como en toda revolución, es fundamental abordarla con preparación y prudencia.