China al borde la deflación

China al borde la deflación

Los precios de producción de China cayeron en junio a su ritmo más rápido en más de siete años, mientras que los precios al consumo se tambaleaban al borde de la deflación, lo que refuerza los argumentos a favor de que los dirigentes económicos apliquen más estímulos para reactivar la lenta demanda.

Recordemos que la deflación, es la reducción de la oferta monetaria. Su efecto inmediato suele ser la deflación de los precios. Por ello, coloquialmente se suele utilizar el concepto de deflación para denominar la bajada generalizada de los precios de bienes y servicios. 

Sus exportaciones de mayo se hundieron un inesperado 7,5%. Y las importaciones, que habían caído un 7,9% en abril, volvieron a retroceder otro 4,5%. Cabe destacar, además, que mientras las exportaciones chinas hacia Europa y EE. UU. están en caída libre, las ventas del gigante asiático a Rusia subieron un 114%. China es ahora, por tanto, el primer mercado de exportación del gas y petróleo rusos, mientras que la importación de bienes estadounidenses en China ha retrocedido casi un 10%.

La posibilidad real de sanciones contra China, bien por su cada vez más estrecha relación con Rusia o por un conflicto en Taiwán, hace que Pekín priorice proteger sus reservas internacionales de divisas preservando su superávit comercial.

Frente al dólar, solo este año, el yuan chino ha sufrido una depreciación del 6% desde niveles máximos alcanzados en enero de 2023. Es decir, si las exportaciones caen, también lo harán las importaciones, lo que impactará negativamente sobre América Latina y otras economías. Y eso es preocupante para nuestra región por las expectativas depositadas en la demanda china.

Durante los cinco primeros meses de 2021, según estadísticas oficiales chinas, el comercio total chino con América Latina creció interanualmente un 45%. China, entonces, estaba en plena recuperación postpandemia. Pero por la política de Covid cero y otros factores, el comercio chino con América Latina se desaceleró bruscamente durante los cinco primeros meses de 2022, creciendo tan solo un 12,5%. Y este año 2023, tomando también como referencia los meses de enero a mayo, el frenazo comercial bilateral se materializó con un ascenso muy moderado en torno al 3%. Por tanto, el crecimiento de los intercambios chinos con América Latina ha pasado del 45% al 3% en solo dos años.

La tendencia es general. Perú ha sufrido una desaceleración notable del crecimiento de sus exportaciones a China. Durante los cinco primeros meses de 2021, estas habían crecido un 58,4% interanual, pero este año solo han aumentado el 0,16%. Chile también ha reducido su aumento, del 40% al 8%, de 2021 a 2023. Brasil lo hizo del 32,6% al 3,3%. Y otros países latinoamericanos, como Colombia (-16,1%), Uruguay (-31,2%) o México (-1,96%) incluso han visto retroceder significativamente sus exportaciones hacia China este año 2023.

Las probabilidades de que la coyuntura en China pueda mejorar a corto plazo son escasas. Los indicadores del consumo chino ahora mismo presentan sus peores registros de las últimas décadas. El empleo urbano registrado, que no incluye las zonas rurales, cayó por primera vez desde 1962. El desempleo juvenil, por otra parte, está en niveles máximos superiores al 20%. Antes de la pandemia, en 2019, esta cifra apenas superaba el 10%.

Fuentes: Infobae, El País, otros.

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