Sin duda es una actividad maliciosa frecuente, y es que las manifestaciones de odio en línea, en mensajes, correos, publicaciones y una serie de medios y ambientes están plagadas de este tipo de contenidos.
Hay una variedad de razones, pero dentro de las principales están:
- Anonimato: Hay muchos cobardes que ganan valor en línea para desacreditar, menospreciar, injuriar o dañar por lograr un sentimiento de “libertad” para expresar opiniones ofensivas sin temor a represalias en la vida real.
- Impunidad percibida: Algunas personas pueden sentir que no enfrentarán consecuencias por sus acciones en línea, lo que puede llevarlas a comportarse de manera irrespetuosa o agresiva más fácilmente.
- Diferencias y prejuicios: Las diferencias culturales, raciales, religiosas, de género y otras pueden ser un terreno fértil para el ciberodio. El conjunto de creencias y atributos que se asignan a un determinado grupo social y diversas malas opiniones negativas y sin fundamentos pueden desempeñar un punto a favor para animarse a ser actividades ofensivas en línea.
- Frustración y enojo: Las personas pueden utilizar las plataformas en línea como un medio para liberar su frustración y enojo hacia otros, a menudo de manera inapropiada y generalmente injustificada.
- Búsqueda de atención: Algunas personas buscan atención y notoriedad a través del ciberodio, ya que saben que los mensajes ofensivos a menudo obtienen reacciones y comentarios.
- Diferencias de opinión: Las diferencias políticas, ideológicas o de otro tipo pueden llevar a discusiones en línea que se tornan hostiles y se convierten en ciberodio.
- Desinformación y polarización: La desinformación y la polarización en línea pueden promover el apetito para actuar, ya que las personas a menudo se sienten respaldadas en sus creencias extremas por otros miembros de su comunidad en línea.
- Problemas de salud mental: En algunos casos, las personas que se dedican al ciberodio pueden tener problemas de salud mental profundos que los llevan a comportarse de manera agresiva en línea.
- Cultura de la cancelación: La cultura de la cancelación se refiere a la práctica de boicotear o condenar públicamente a personas o empresas en línea por sus puntos de vista o acciones. Aquí te dejo ésta liga a un episodio en mi podcast que dedico a este tema.
- Facilidad de acceso a plataformas en línea: La accesibilidad a las redes sociales y otras plataformas en línea facilita que las personas expresen su odio de manera pública y a menudo viral.
Son las principales causas o motivaciones de hacer el ciberodio.
El enfrentamiento de cualquier manifestación digital de odio, que también puede convertirse en ciberacoso no debe de enfrentarse de forma visceral, esto es, de forma primitiva e irrefrenable, lo peor es dejarse arrastrar por los sentimientos, que tienden a ser muy irracionales. Por esto, aquí propongo algunas estrategias y enfoques comunes para abordar este tipo de mensajes:
- No responder: En muchos casos, la mejor estrategia es ignorar los mensajes de odio. Los creadores de este tipo de mensajes a menudo buscan una reacción y responderles puede empeorar la situación, pues es casi seguro que lo hacen precisamente para que tu externes algo, incluso que te des a conocer para así poder ubicarte y empezar una campaña de ciberacoso en tu contra.
- Bloqueo y denuncia: Si algo vas a hacer, esta es una buena alternativa en vez de responder. La mayoría de las plataformas de redes sociales y servicios de correo electrónico permiten bloquear a usuarios específicos y denunciar contenido ofensivo. Utiliza estas herramientas para protegerte y para que los moderadores de la plataforma tomen medidas si es necesario.
- Configura la privacidad: Ajusta la configuración de privacidad en tus cuentas para limitar quién puede contactarte y ver tu contenido. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de recibir mensajes de odio.
- Documenta los mensajes: Si sientes que estás siendo acosado o amenazado, asegúrate de guardar pruebas de los mensajes electrónicos de odio. Esto puede ser útil si necesitas denunciar el comportamiento a las autoridades judiciales o al área destinada a moderar la plataforma.
- Apoyo emocional: Habla con amigos, familiares o consejeros sobre lo que estás experimentando. El apoyo emocional puede ser valioso para manejar el estrés y la ansiedad causados por los mensajes de odio, pero en especial, al tener un grupo de confianza con el que puedes interactuar, podrán encontrar una solución más precisa a lo que estés enfrentando. No te calles este tipo de situaciones nunca.
- Denuncia a las autoridades: Si te sientes amenazado o acosado, considera denunciar el comportamiento a las autoridades locales. Las leyes varían según cada país, pero muchas jurisdicciones tienen leyes contra el acoso cibernético. En México si hay cómo responder, aquí te dejo la liga a mi entrevista con la policía cibernética para más detalle.
- Educación y concientización: Trabaja en la educación y en estar al tanto sobre el ciberodio. Ayuda a otros a comprender los peligros y las consecuencias del acoso en línea y promueve la empatía y el respeto en línea.
- Organizaciones de apoyo: Busca organizaciones y recursos que se especialicen en la lucha contra el ciberodio y que puedan ofrecer orientación y apoyo.
- Comunicación con la plataforma: Si encuentras mensajes de odio en una plataforma específica, comunica el problema a los moderadores o administradores. La mayoría de las plataformas tienen políticas contra el acoso y tomarán medidas si se les notifica adecuadamente.
- Protege tus datos personales: En especial, este tipo de mensajes puede tener el fin de permitir a quien lo hace el saber quién eres. Limita la cantidad de información personal que compartes en línea para reducir la posibilidad de que los acosadores obtengan información sobre ti, sobre todo si vas a responder.
Es importante recordar que la prevención y la gestión del ciberodio son responsabilidades compartidas entre los individuos, las comunidades en línea o dentro del ecosistema en el que tú te desenvuelves, sea tu trabajo, el lugar donde vives o la comunidad afín a la que tu perteneces, así como las plataformas en las que ocurre el acoso. La concientzación, la educación y la acción son clave para abordar este problema creciente. Nunca actúes de manera personal sin consultar, recuerda, puede ser un mecanismo para dañarte aún más o conocerte para hacerte daño en lo particular.
Por otro lado, es importante destacar que el ciberodio es perjudicial y dañino, tanto para las víctimas como para la sociedad en general. Las plataformas en línea, las comunidades y las autoridades deben trabajar en conjunto para abordar este problema y promover un entorno más seguro y respetuoso en línea. Hacer evidente el impacto negativo del ciberodio es esencial para contrarrestar este comportamiento
Strategic Partnership Development
4 semanasVery insightful Moises.