Claves para afrontar el mercado inmobiliario en 2024: perspectivas y tendencias

El inicio del nuevo año siempre invita a reflexionar sobre las perspectivas y desafíos que afrontará el mercado inmobiliario en 2024. En mi opinión, es crucial analizar dos factores claves que determinarán el rumbo de nuestro sector: los tipos de interés y la disposición de los bancos para dar créditos.

Uno de los aspectos más destacados para el mercado inmobiliario en 2024 será el cambio en los tipos de interés. La inflación, que ha sido una preocupación en estos últimos años, se prevé que deje de ser un inconveniente. Esto abrirá la puerta a reducciones en los tipos de interés, que todo apunta a que disminuirán un cuarto de punto antes del verano. A lo largo del segundo semestre, se prevé que siga este descenso, cerrando el año más de un punto porcentual por debajo de los niveles actuales.

A pesar de estas perspectivas positivas, es esencial destacar que los tiempos de toma de decisión y venta se alargarán, tanto en clientes nacionales como especialmente los internacionales. Como consecuencia de ello, las transacciones, especialmente aquellas realizadas por europeos, se prevé que se dilaten en el tiempo. En contraste, los latinoamericanos, con Madrid como su principal ciudad de interés, mantendrán un ritmo más constante.

Aunque en 2023 se observó una disminución del 15% en las transacciones, es crucial recordar que en 2022 se vendieron más de 700.000 viviendas. La caída de este año representa aún así unas ventas significativas, superando las cifras de cualquier otro año de la década anterior, por lo que a pesar de la recesión del mercado inmobiliario, este se mantiene en buena salud.

Respecto a los precios, se espera una disminución del 5% en 2023, y el primer semestre de 2024 puede experimentar ajustes adicionales debido a la incertidumbre económica. Sin embargo, el verano de 2024 podría marcar un punto de inflexión, con la posibilidad de que los precios vuelvan a subir, respaldados por la recuperación económica y tipos de interés más bajos. La flexibilidad en la concesión de crédito por parte de los bancos también contribuirá a esta dinámica.

Una tendencia que se consolidará en 2024 es el desplazamiento de la población hacia áreas con precios más competitivos, tanto en las cercanías de las grandes ciudades como en zonas urbanas más pequeñas. Este fenómeno será uniforme en toda España, evidenciando un doble movimiento: en primer lugar hacia viviendas individuales a pocos kilómetros del centro y en segundo lugar hacia barrios más asequibles dentro de las propias ciudades.

En resumen, en 2024 se prevé que las transacciones inmobiliarias disminuirán aproximadamente un 10%, acompañadas de una reducción del 3% en los precios a nivel nacional. El segundo semestre del año presentará mejores perspectivas que el primero, destacando el impacto positivo de la recuperación económica y la flexibilidad crediticia. En este contexto, la adaptabilidad y la planificación estratégica serán clave para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades que el mercado inmobiliario nos vaticinará para este nuevo año que empieza.