Claves para involucrar a los estudiantes en línea: el rol de los videos

Ganar la atención de los estudiantes en la era de la hiperconectividad no es una tarea sencilla pero tampoco es imposible.

La oferta de cursos renovados y centrados en el mercado actual, con clases dinámicas y atractivas ha aportado a las universidades una mayor integración y compromiso con el objetivo del estudiante, lo que da lugar a un mayor sentimiento de pertenencia, una de las claves centrales a la hora de la retención.

En esta tarea, la flexibilidad y el uso de las herramientas tecnológicas es clave para lograr la motivación que los estudiantes necesitan para seguir sus carreras.

Hay tres grandes dimensiones que fomentan el engagement de los estudiantes y logran su participación activa en el proceso educativo 🎓

Conexión emocional y sentido de pertenencia: 

Es esencial que los estudiantes se sientan valorados, escuchados y parte de una comunidad de aprendizaje. Para lograrlo, es importante crear un ambiente cálido y acogedor, donde se fomente la interacción entre los estudiantes y se reconozca su esfuerzo y progreso. Además, es necesario brindar oportunidades para que los estudiantes compartan sus experiencias y opiniones, creando así un espacio inclusivo y colaborativo.

Relevancia y aplicación práctica: 

Los estudiantes necesitan comprender cómo lo que están aprendiendo se relaciona con su vida y cómo pueden aplicar esos conocimientos en situaciones reales. Para ello es fundamental establecer conexiones entre los conceptos teóricos y su aplicación práctica, utilizando ejemplos y casos relevantes. También se recomienda involucrar a los estudiantes en proyectos y actividades que les permitan experimentar y aplicar lo aprendido de manera significativa.

Variedad de actividades y metodologías: 

Los estudiantes tienen diferentes estilos de aprendizaje y necesitan variedad para mantener su interés y motivación. Es importante diversificar las actividades, empleando recursos multimedia, debates, actividades grupales, evaluaciones formativas y otros enfoques pedagógicos. 

¿Cuál es el papel de los videos? 📹

Vivimos en un mundo mediatizado, por lo que los videos son una pieza valiosa a la hora de diseñar clases. Ahora bien, ¿cuál es el formato ideal para un video educativo?, ¿qué debemos mostrar?, ¿qué estrategias didácticas tenemos que poner en juego?, ¿cuáles son los límites, ventajas y desventajas del uso de estos formatos como herramienta educativa?

El primer paso en la creación de un video es definir su propósito. En educación, podemos preguntarnos si será un video promocional para un curso, si se utilizará para presentar y desarrollar un tema en una clase, o si tal vez funcionará como tutorial para guiar estudiantes a través de una propuesta más práctica.

Una vez establecido este objetivo, lo que sigue es trabajar en el guión y la estructura. Para empezar, debemos definir claramente qué es lo que queremos comunicar y cómo lo haremos, eligiendo la voz y tono adecuados según el contexto y el mensaje que deseamos transmitir. También es fundamental seleccionar la información relevante y presentarla de manera atractiva y coherente, para lograr el impacto deseado en nuestro público.

Si el objetivo es comunicar con éxito, debemos asegurarnos de utilizar un lenguaje claro y accesible, además de emplear recursos visuales y otros elementos que resulten atractivos y motivadores.

¿Videos demasiado largos o demasiado cortos?

En lo simple podemos encontrar lo complejo, pero cuando lo complejo tiende a ser rebuscado, se vuelve aburrido y carece de sentido, porque se pierde el poder de una comunicación directa y asertiva que pueda ser considerada de valor por los estudiantes.

En general, se sugiere descartar el formato de conferencia de 45 a 60 minutos. De hecho, en las clases presenciales, cada vez son más los profesionales que se corren de la figura del docente experto que expone una clase magistral y, en su lugar, fomentan la construcción colectiva del conocimiento con la participación activa de los estudiantes. 

Optar por un enfoque más interactivo y dinámico puede promover de manera más positiva la participación y el diálogo entre los estudiantes.

Por ejemplo, si se trata de un video introductorio a un tema, se puede utilizar la lógica de trailer de película, suficientemente largo como para dar una pista al estudiante acerca del contenido y ganar su atención, y suficientemente corto como para generar curiosidad y expectativa. Por otro lado, si es un video explicativo, se recomienda una duración de entre 1 y 3 minutos, tiempo más que adecuado para presentar una idea y desarrollar un concepto. 

El infotainment y la ludificación aumentan el engagement 🎯

El infotainment es un término en inglés que combina "information" (información) y "entertainment" (entretenimiento) y se refiere a un estilo de contenido que mezcla elementos informativos y de entretenimiento. Por otro lado, la ludificación consiste en aplicar elementos y técnicas de los juegos en contextos no lúdicos, como la educación, con el fin de aumentar el compromiso, la participación y la motivación de las personas. Ambas estrategias se utilizan para generar una conexión emocional más fuerte entre los estudiantes y los contenidos. 

Según un reporte de Accenture, el 83% de los estudiantes que recibe formación ludificada se siente motivado, mientras que el 61% de quienes reciben formación no ludificada se sienten aburridos e improductivos. 

Estos datos hablan de las tendencias en la interacción con el contenido digital en el ámbito educativo, las cuales invitan a las instituciones a repensar sus esquemas de contenido para brindar enseñanza acorde a los consumos de información.

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