Experiencias efectivas de aprendizaje en el aula virtual
"Big breakthroughts happen when what is suddenly possible meets what is desperately necessary". -Thomas Friedman
El compromiso es siempre una de las variables a considerar cuando se es parte de un proceso educativo ¿Pondrán atención los estudiantes? ¿Podrán entender el contenido y asimilarlo? ¿Realzarán un estudio a conciencia y harán los ejercicios propuestos?
Desde una sala de clases es fácil mirar los rostros de los estudiantes e ir moldeando la clase, es fácil poder hacer llamar la atención a quienes estén en otra cosa. Cómo lo hacemos entonces, cuando ninguna de éstas es la opción y cuando los estudiantes están no solo sentados frente a una pantalla, la principal fuente de distracción, además de que tienen en su mente los propios problemas que la situación de emergencia les genera.
La experiencia Coursera
"The mind is not a vessel that needs filling, but wood that needs igniting". -Plutarco
Daphne Koller, cofundadora de Coursera, presentaba la fórmula de como ellos, y las MOOC (Massive Open Online Courses) en general, han logrado prosperar en el desafío de la educación virtual.
Algunas de sus reflexiones:
- Las clases parten un día específico, en el que los estudiantes entran, aunque no necesariamente al mismo tiempo. El contenido de ese día estará disponible solo por un tiempo limitado (1 semana) para que el estudiante deba verlo pronto y no procrastinar más de la cuenta.
- Fijar tareas para el tiempo personal en cada semana. Así, el estudiante debe atender a la clase, y cumplir con alguna entrega descrita. Aumentando el compromiso de trabajar en su educación durante su tiempo personal.
- No traspasar directamente las clases lectivas de 1 hora a una sesión en línea, sino que generar contenido explícito para el entorno digital. Módulos de 15 minutos permiten obtener el conocimiento específico y centrarse realmente en una sola idea. Quienes necesiten un reforzamiento podrán volver a ver la clase. Quienes necesiten mejorar su base, podrán volver a contenidos anteriores (usando clases previas o estudio propio) y aquellos con mayor interés en profundizar, también podrán avanzar (por ejemplo, revisando casos de estudio).
- Disponer de foros y grupos de trabajo donde los propios pares puedan compartir ideas. Los pares son quienes mejores recuerdan el "no entender" un contenido (mucho más que el docente, que hace tiempo lo domina) por lo que pueden orientar mejor a quien requiera apoyo.
Escapando de la "clase promedio"
Revisando varios elementos sobre la enseñanza en el mundo digital, siempre resuena en mí la charla de Shawn Achor, CEO de Good Think Inc., donde habla de cómo las aulas se enfocan en atender al "estudiante promedio" y diseñan la clase en base a ésto, olvidando completamente las diferencias de potencial o capacidades de cada individuo. Por lo quienes estén bajo -o por encima- de la curva, serán catalogados con algún trastorno y donde volver a la normalidad es simplemente "volver al promedio".
Un resultado fascinante, que ocurre cuando pasamos a la educación en línea, es que podemos escapar de esa cultura. Si el estudiante puede tener pequeñas cápsulas de información y tiene una semana para fijar el contenido y hacerlo propio, puede avanzar a su ritmo, encontrando el apoyo en sus pares, en el tutor, en la tarea práctica a realizar. Invertir su tiempo y esfuerzo con sentido. Tal vez algún estudiante avanzará más lento que otro, pero no tendrá brechas en su conocimiento.
Las interacciones uno a uno, docente y estudiante, son las que generan el mayor conocimiento. Resulta impracticable tener un tutor para cada estudiante. Pero ¿Acaso no es más fácil un teléfono inteligente por estudiante? ¿Una conexión a la red? ¿Una licencia de software?
Las plataformas educacionales nunca se cansarán de volver a explicar la misma clase, poder pausar, adelantar, de volver a hacer los mismos tipos de ejercicio. Son sin duda una herramienta en la dirección hacia la personalización, hacia construir la experiencia de la clase en función de la necesidad del estudiante.
Lo que funciona
En particular, se espera que el estudiante mantenga una responsabilidad en el ambiente virtual, que sienta que debe participar y ser parte del espacio donde se genera la clase. Hay 3 elementos que permiten generar esa compromiso a pesar de la distancia.
- Observación. Utiliza las bondades de las plataformas tecnológicas. Hoy hay sustitutos para las pizarras, pero podemos ir incluso más allá, con imágenes, videos, diagramas, etc. para mantener la atención de los participantes.
- Conversación. Que los estudiantes sean parte de un grupo, que tengan que debatir ideas inmediatamente con otros asistentes. Una buena idea es darles el concepto, después separarlos en equipos y que cada equipo discuta la temática entre ellos. No habrá más remedio que poner atención y trabajar unidos en generar el conocimiento. Otra idea, mientras das la clase, los estudiantes pueden ir dejando en el chat las preguntas que van teniendo, por lo que activamente se puede ir adaptando la clase
- Movimiento. Evitar la pasividad. Las pequeñas encuestas en vivo permiten son particularmente interesantes. No solo hacen que el estudiante responda inmediatamente, recibiendo retroalimentación para la docencia, sino que rompe la clásica barrera de la clase normal, donde el profesor pregunta a viva voz y solo 1 estudiante responde. Aquí, obligados a responder para mover la clase hacia adelante, se percibe si el concepto es entendido por todos.
Aprendiendo de la experiencia
Para las instituciones, docentes y para quienes trabajamos en la transformación digital de las mismas, la experiencia puede ser infinitamente enriquecedora.
Clase invertida
Algunas universidades ya habían empezado a experimentar con la llamada "clase invertida" donde los contenidos son revisados por el estudiante, asimilados con tiempo, de manera conceptual, para posteriormente asistir a la clase con el docente, y recibir su instrucción práctica, el estudio de casos específicos para aplicar ese conocimiento bajo la tutela no solo del profesor, sino también de sus pares. Es una forma de aprendizaje activo que utiliza estos recursos computacionales.
Diagnosticar
Es interesante como los "grandes números" se transforman en "pequeños números", creando un espacio donde podemos intervenir. Cuando los contenidos están compartimentados en pequeñas cápsulas, cuando podemos registrar qué contenido es el más visitado, cuál es la clase que todos vuelven a escuchar, cuál es el ejercicio o pregunta de nuestra encuesta en que más errores se incurre. Cuando tenemos todo esto, podemos hacer algo que no es común en el aula normal, y es diagnosticar. Los grandes número nos dirán cómo podemos mejorar nuestra clase de manera activa. Ciertamente puede convertirse en una de las herramientas más poderosas para el docente.
¡No ignoremos esta pandemia. Hagamos algo con ella! Es la oportunidad de mirar detenidamente la forma de hacer clases en un mundo que avanza hacia la transformación digital.
Ingeniero en Sistemas
4 añosde hecho los cursos en linea no dura mas de 5 minutos cada videos, el primer reto cambiarse a metodologia online, segundo no aburrir e incentivar al estudiante a investigar
Academico Facultad de Ingenieria Dpto de Ingenieria Industrial en Universidad de Talca
4 añosExcelente : Una síntesis de lo que deberíamos configurar en la “carretera de la experiencia “ de nuestras y nuestros estudiantes , hoy en día en las clases virtualizadas y orientándonos al #aprendizajeadaptativo #edtech 👍