Coincidencias de la vida

Mi editora me ha escrito en un correo lo siguiente: "Tu narración tiene como vaivenes, a veces es literaria y otras está llena de datos que recuerdan a un artículo de prensa. Es tu propio estilo y puedes fomentarlo en vez de intentar cambiarlo, a menos que quieras hacer esto como ejercicio. Me ha parecido muy bueno (el relato) y ha conseguido tocar mi fibra sensible con ese último párrafo, nada periodístico y muy literario. Los finales, al igual que los inicios, son los que determinan el sabor del relato. Este final es muy bueno".

Sus palabras, que lógicamente me alegraron, se refieren a un segundo relato que le envié solo para conocer su opinión y para que lo valorara. Soy "novata" en el mundo de la escritura creativa, sobre todo con técnica, aunque a veces me da por soltar palabras inspiradas en ciertos momentos o vivencias, que no han llegado más allá de publicaciones hechas en mis redes sociales o en mi blog personal.

El primer relato ya forma parte de un libro en el que participo por primera vez. Se titula "Palabra a palabra", fue presentando recientemente y reúne 24 relatos de personas que nos gusta escribir y que durante varios meses asistimos a un taller de escritura realizado en la población de L'Eliana.

A veces es complicado hacer a un lado la técnica periodística para introducirte en la literaria. Aun así, durante varios meses acepté el reto que implicaba asistir cada semana al taller en el cual conseguí -¡por fin!- "soltar más la pluma literaria", aunque debo reconocer que me costó, porque no es lo mismo contar historias "a pluma abierta" que contar noticias.

Resultado de ese ejercicio semanal es mi participación en el libro con el relato "Coincidencias de la vida", sobre una historia real con algunas modificaciones, que me inspiró un reportaje periodístico que hice en enero pasado para la Revista Plaza del diario Valencia Plaza, sobre el escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez.

El libro fue presentado en días pasados en el centro cultural de L'Eliana por el maestro del taller, el escritor Ramón De Aguilar Martínez, así como Mónica Navarro, de Edisena Editorial, casa que se encargó de la publicación del texto.

Ha sido un buen ejercicio de aprendizaje este taller. Espero practicar y avanzar más en eso de soltar más las teclas. Es mi deseo.

Por lo pronto el segundo relato ya fue aceptado por la editora para formar parte de otro libro. ¡Más que contenta!