Colegas en el trabajo: ¿amigos o enemigos?
No soy de dedicar mucho tiempo a socializar en el trabajo; sin embargo, mi coach insiste en que debo trabajar la relación con mis colegas de otras áreas, y francamente no veo la importancia–cada uno está enfocado en su trabajo y lo siento un poco forzado. ¿Qué piensas?
La relación con colegas de otras áreas es una de las más subestimadas en las organizaciones y representa un descuido común entre ejecutivos.
Si quieres mejorar tu empleabilidad o ser promovido, no puedes dedicarte sólo a trabajar. Debes también socializar e incluir a tus colegas. Se trata de una necesidad profesional y organizacional. Se me ocurren cinco motivos por los cuales tiene sentido hacer caso a tu coach.
1. Resultados. La relación con tus colegas es clave para conseguir resultados porque las áreas en una organización se interrelacionan. Siempre tendrás que trabajar con ellos en proyectos multifuncionales; por ende, dependes de tus pares para crear sinergias y conseguir resultados. Esto es mucho más fácil si contribuyes a la relación y los tienes de tu lado. Estarán más dispuestos a trabajar contigo, a escucharte y—en oportunidades– hasta ceder, si sienten que te preocupas por ellos y sus áreas y que no los buscas sólo cuando necesitas algo.
2. Promociones. Los jefes observan y comparan a sus colaboradores. “Pepe es un ‘trome’, siempre va un paso más allá; Roxana mueve al equipo pero no está al nivel de Pepe, Jaime no la ve, etc.”. También validan sus propias percepciones alimentándose de las opiniones de otros. Según el estudio mundial de FutureStep, la relación con los colegas es uno de los cinco factores críticos para ser promovido y es el segundo en limitar un ascenso, después de la relación con el jefe. Puedes estar seguro de que antes de decidir a quién ascender, sutilmente levantarán opinión de otros, incluidos tus pares, y querrás que de manera natural den las mejores referencias sobre ti, porque te las has ganado con tu amistad y profesionalismo.
3. Información. Tus colegas son una fuente riquísima de información, desde sus diferentes áreas y perspectivas. Son claves para orientarte y alimentar tu visión global del negocio y viceversa, lo cual es imprescindible para tomar decisiones y seguir avanzando en la empresa.
4. Relaciones. Las relaciones siempre son importantes, pero a medida que vas creciendo en la organización se tornan fundamentales. Ya no se trata tanto del dominio técnico que caracteriza los puestos iniciales sino de conseguir resultados a través de las personas. Y esto sólo lo lograrás si tienes la confianza de tus pares, y la única manera es estar cerca de ellos. Una de las cosas más gratificantes del trabajo son las relaciones que se construyen a lo largo del tiempo y te podrías estar perdiendo de algo valioso entre personas que tienen algo en común contigo: sacar adelante a la empresa.
5. Competencia. Tus colegas tienen tu mismo rango, por ende compiten contigo en diversas situaciones y en su aspiración para los puestos más altos. Es mejor trabajar entre aliados, es decir, tener una competencia sana, que pensar en ellos como posibles enemigos. Por esas cosas de la vida, podrías terminar en una posición donde te conviertes en su jefe y querrás tener todo su apoyo y respeto. Esto no se construye de un día al otro; se alimenta a través del tiempo.
Según Marie McIntyre en su libro, Secrets to Winning at Office Politics, en las organizaciones o tienes aliados o tienes enemigos. Tú decides hacia dónde se inclina tu balanza personal. Sentarte en tu oficina, trabajar todo el día, sin relacionarte con tus colegas puede ser un error que luego te pasará la factura. Hazle caso a tu coach.
Fuente: www.business2community.com
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 13 de Agosto 2014