Comenzar de cero
Cuando yo era una niña, a menudo le pedía a mi tía que me contara la historia de su abuela, mi bisabuela materna. Parecía una novela romántica, pero todo lo que ocurrió era real. A finales del siglo XIX, mi bisabuela Rosario pertenecía a una rica familia, que poseía tierras, caballos, una gran mansión, ropa elegante, incluso estaban emparentados con una famosa familia aristocrática de este país. Ella era muy guapa, rubia y ojos azules y a pesar de tener solo 15 años , muchos pretendientes ya iban detrás de ella, así como familias de alto linaje. Había recibido una buena educación y era un buen partido. Pero su corazón se enamoró de un chico llamado Antonio, un mozo de cuadras que apenas tenía estudios y era pobre. Cuando la familia de ella se enteró de aquel amor imposible, primero intentaron quitárselo de la cabeza a mi bisabuela y luego quisieron separarlos, y cuando ya lo tenían todo preparado, mi bisabuelo la raptó, se la llevó en un caballo y luego la dejó embarazada. Al parecer era algo que ocurría más a menudo de lo que pensamos y la única solución en estos casos, era desheredar a la indómita chica. Mis bisabuelos maternos se marcharon de Murcia para ir a Barcelona y allí empezaron de cero. Ella pasó de tenerlo todo a no tener prácticamente nada, tan solo un amor verdadero que duró toda la vida y que les dio varios hijos, entre ellos mi abuelo materno. Mi bisabuela vivió toda la vida con carencias, lejos del lujo y comodidades de su niñez pero al parecer fue feliz y se adaptó a las circunstancias. Esto me hizo pensar que a lo largo de mi vida he pasado por carencias económicas, teniendo que renunciar a caprichos como viajar, comprar ropa o regalos pero estos momentos te enseña a valorar lo que tienes, a disfrutar de otra manera y a no derrochar y tener empatía con la gente que está peor que tú, porque te sientes afortunada. He empezado de cero varias veces y sé que volverán los buenos tiempos. Todo es cíclico y estas dificultades te hacen más fuerte y comprensiva. Gracias por leerme.