Como dejar de PROCRASTINAR y no morir en el intento – Que hacer (II)
Volviendo a las tres partes que tiene asociadas una tarea (ver mi artículo anterior), cada una lleva su propia contribución de placer o desagrado.
- Al inicio de la tarea es necesario un factor de esfuerzo para llegar el punto de arranque, evidentemente es incómodo ya que cualquier actividad requiere de esfuerzo.
- La tarea contiene el factor de placer de esta que por algún motivo (experiencia, por ejemplo), también depende del placer o desagrado que la persona esté experimentando antes de comenzar. Hay que tener en cuenta que solemos dar más valor a las experiencias recientes, que a las lejanas y a las desagradables más que a las placenteras, todo en contra, vamos.
- En las consecuencias, el factor de satisfacción debido al resultado es en la mayoría de las veces, emocional. Con frecuencia la anticipación del resultado evoca a la emoción de la excitación o a la emoción de la ansiedad, aunque a veces provoca desagrado.
Analizando como la fuerza de voluntad afecta a la toma de decisiones siempre y cuando se tenga libertad para actuar y no está limitada por el placer inconsciente sucede lo siguiente:
- Cuando hay múltiples opciones y todas llevan a un aumento de placer todas se pueden elegir libremente.
- Cuando ya se ha aumentado el placer con solo una pequeña porción de la atención, se puede invertir el resto como se desee.
- Cuando se está experimentando desagrado de varias fuentes, se puede decidir cual abordar primero.
Algo interesante para desarrollar es establecer una conexión que asocie el pensamiento de una acción con el pensamiento de sus consecuencias, si bien hay que generar un hábito mediante un proceso largo y repetitivo luego todo se vuelve automático. Por ejemplo, en un inicio me resultaba complicado entrenar a las 5AM, a pesar de las actividades del día, clima, pero pude aprender y generar el hábito de asociar el dejar la cama (con todo lo que eso implica) con el bienestar que gozaría durante el transcurso del día y la satisfacción del avance en el entrenamiento. Llegó el momento en el que saltar de la cama fue automático sin tener uno que pensarlo, en algunos casos tuve que provocar una incomodidad, como quitar las colchas para no poder seguir durmiendo a gusto, sirvió.
En todo momento podemos manipular a propósito nuestro entorno para alterar la motivación para realizar cualquier actividad. Organizar físicamente el ambiente para que sea más sencillo el inicio de esa actividad, por ejemplo, dejar preparada en un mismo lugar toda la ropa necesaria para entrenar al día siguiente en la madrugada o imponernos consecuencias negativas en caso de no hacerlo, como en caso de no entrenar no podré tomar café en todo el día, son opciones. Es efectivo también quitarle lo placentero a determinadas actividades que nos pudieran distraer como por ejemplo colocar las pilas del control remoto del TV en un lugar de la casa, el control en otro, quitar los cables de conexión del televisor, con esto vamos a pensar dos veces en ver nuestro programa favorito en lugar de estudiar.
Continuará….