Como resumir textos difíciles

Dos excelentes profesores universitarios hicieron un aporte significativo a mi aprendizaje de posgrado: William Kurt Holstein y Peter Duchessi. El primero me enseñó el significado del método KISS (keep it simple and stupid, hazlo simple y a prueba de tontos) y el segundo que los profesionales nos dedicamos a “explicar en términos simples hechos complejos”.

               Hecha esta presentación entonces abordemos el problema que nos ocupa de la forma más simple posible.

               A lo largo de mi vida como estudiante y profesor universitario he detectado que los textos que debemos comprender tienen dos particularidades:

1.        Abarcan conocimientos que necesitamos y desconocemos;

2.      No siempre están disponibles en la forma en la cual nosotros mejor comprendemos;

3.      Contienen un núcleo de información útil y muchas pero muchísimas palabras de relleno.

¿No les ha sucedido que están leyendo un libro de texto y encuentran la misma información repetida una y otra vez, con algunos matices diferentes pero en esencia dice exactamente lo mismo? A ese fenómeno lo denomino redundancia confusa.

¿No les ha pasado que al leer observan que el autor pasa de un concepto a otro sin un hilo conductor que explique ese nuevo enfoque? A ese fenómeno lo denomino salto interpretativo.

De esta manera nuestras lecturas de textos se encuentran plagadas de redundancias confusas y saltos interpretativos amén de una serie de giros idiomáticos y operadores lingüísticos que, si bien necesarios para la forma de transmitir información (pues hacen a las reglas de sintaxis de la cultura en la cual convivimos) no lo son para la comprensión del núcleo de la investigación realizada.

¿Cómo puedo entonces salvar estos dos escollos? Redundancias confusas y saltos interpretativos, con un método simple que consiste en la lectura ordenada y metódica.

En general cada párrafo que leemos debería tener el propósito de explicarnos un concepto nuevo, caso contrario está demás, es solo relleno, es una redundancia confusa.

Si no fuera este el caso quiere decir que el párrafo es útil y aporta información entonces en lápiz, al costado de ese párrafo pondré un número secuencial de referencia y una palabra clave (simple o compuesta) que me indique el propósito de ese párrafo allí.

Acto seguido con el mismo lápiz subrayaré los conceptos o argumentos o definiciones que considero son importantes para explicar ese propósito del párrafo (¿Qué es lo que ese párrafo me quiere contar o explicar?)

Cuando finalice todo el texto me encontraré entonces con la obra literaria totalmente trabajada.

En mi caso particular, una vez que he hecho esto y en un formato Word práctico que he diseñado a estos efectos construyo un resumen en tres columnas:

·        Número de referencia de párrafo;

·        Palabra Clave; y

·        Contenido, explicación o desarrollo

En la columna contenido o explicación lo que hago es con mis propias palabras explicar lo que he entendido del texto que he analizado.

Así es como yo me focalizo en los textos que debo analizar, explicando en términos simples hechos complejos empleando el método KISS.

Seguramente existen muchos otros métodos de aprendizaje para este propósito, este es el que yo empleo hoy y sirve para analizar un libro de texto, una especificación técnica, un documento de compra y/o un contrato legal.

Esto convierte al método en una forma versátil de analizar información.