¿Como venció todos los pronósticos? Las cuatro claves de la victoria de Carlos Alvarado en las elecciones de Costa Rica 2018

¿Como venció todos los pronósticos? Las cuatro claves de la victoria de Carlos Alvarado en las elecciones de Costa Rica 2018

Costa Rica tuvo unas de las elecciones más polarizadas en sus últimos años. Un joven partido progresista, de perspectiva socialista, se enfrentaba a un nuevo partido conservador, de corte religioso. Las encuestas dieron siempre como ganador a este ultimo: Restauración Nacional. Sin embargo, Acción Ciudadana, que no parecía el favorito, logra finalmente la victoria de manera holgada. ¿Que pudiera haber pasado entonces? Analicemos los factores o claves que pienso pudieron definir el resultado en las urnas.

En un contexto polarizado como este, es usual que se presente la clave 0: el miedo.

De ambos bandos el miedo estuvo presente. Por un lado, a Carlos Alvarado, el Presidente electo, lo retrataban como un comunista que intenta convertir el suelo costarricense en una segunda Venezuela, como afirmaron en su momento algunos de sus detractores. El Partido Acción Ciudadana, su partido, ciertamente no luchó por limitar el tamaño del Estado, se alineó en un par de ocasiones con el grupo del Alba, y fue complaciente con los sindicatos. Sin embargo, no existió ninguna acción importante que se orientara a debilitar la democracia y la institucionalidad costarricense. Ninguna evidencia sólida sostenía con buen fundamento el temor de una nueva revolución bolivariana en territorio centroamericano.

Por otro lado, a Fabricio Alvarado, quien pierde estas justas, lo dibujaban como un extremista religioso que busca la silla presidencial para cristianizar y atacar a los homosexuales, que hablaría en lenguas en actos públicos como hacen los pastores evangélicos. Ciertamente su discurso se sostiene en preceptos religiosos conservadores, y ha pretendido abiertamente limitar el matrimonio a parejas heterosexuales, pero esa postura es absolutamente común entre políticos tradicionales costarricenses que no infunden miedo. El candidato de Restauración Nacional ha tenido una vida pública de varios años, y en todo este tiempo nadie lo ha visto hacer nada que pueda sostener estos miedos, esgrimidos por sus contendientes. En este caso, como en muchos otros en la historia, el miedo no tiene fundamento.

En una situación así, gana el partido con el menor miedo generado en la población. Desde mi perspectiva este factor no marcó diferencias en los resultados electorales. Ambos miedos terminaron siendo poco creibles.

El primer factor, o clave, de peso en la victoria del oficialismo fue la creación de la imagen del Presidente más competente, preparado para su cargo, intelectualmente apto, del cual podrían los ticos enorgullecerse en la arena internacional. Aquí, más que un largo curriculum laboral, podría haber pesado la formación académica de Carlos. Se graduó de Bachiller y Máster en la benemérita Universidad de Costa Rica, y en la Universidad de Sussex, Inglaterra, cursó otra Maestría. Fabricio no terminó sus estudios universitarios.

Sin embargo, más allá de esto, lo que parece haber sido determinante en este aspecto fue la aparente falta de preparación de Fabricio al abordar problemas concretos. La realidad percibida, principalmente en los primeros debates entre los candidatos, era que Carlos tenía un mayor dominio de la situación costarricense. Continuamente aportaba cifras y describía hechos que le hacía ver superior en cuanto a argumentos. Fabricio tenía mensajes cortos, sencillos, aptos para todo público, pero su receta se repetía con demasiada frecuencia. Esto podría haber funcionado muy bien en una campaña corta; sin embargo dos meses al parecer fue mucho. El electorado se dio cuenta de que la solución de todo, según Fabricio, estaba en "el acompañamiento" o "las sinergias y alianzas" o "el fortalecimiento" del órgano responsable de resolver el problema. Canceló varios debates en aras de evitar problemas mayores con su imagen, pero esto no logró quitar la sombra de sus aparentes debilidades en cuanto al conocimiento de la realidad nacional.

Otra de las claves que llevó a Carlos Alvarado a la Presidencia de la República fue su capacidad de hacer alianzas. Ciertamente, como escribí anteriormente, su aforo de negociación era limitado. Los partidarios de Acción Ciudadana comparten, por ejemplo, una visión sobre el matrimonio igualitario que no admite medias tintas. O lo aceptas o no lo aceptas. Sus seguidores promueven el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Muchos de sus opositores rechazan este tipo de unión. Coquetear con moderar su enfoque, promoviendo, por ejemplo, las uniones civiles o sociedades de convivencia, sería un acto de alta traición al Partido, una vía imposible. Por tanto, la posibilidad de Carlos de obtener nuevos votos aquí, era muy restringida.

El efecto de lograr una alianza con la Unidad Socialcristiana, un partido tradicional de larga historia política en el país, fue determinante. No solo atrajo votos de este Partido, sino que, más importante, demostró capacidad para sentarse a negociar con grupos con otra visión, y la habilidad para integrar en su gabinete a figuras de alto calibre, que se mueven un poco más a la derecha.


El tercer factor, que he considerado clave fue que el candidato electo mostró capacidad para tomar distancia de lo que lo perjudicaba en su propio frente, el oficialismo. Luis Guillermo Solís, presidente saliente, había basado su campaña en la lucha contra la corrupción, y en su cierre de gobierno Casa Presidencial se ha vinculado con uno de los escándalos más sonados en la gestión pública del país por tráfico de influencias, el llamado “cementazo”. Carlos supo tomar distancia del Presidente, y pese sus desavenencias se alió con Otón Solís, un estandarte ético del Partido Acción Ciudadana. Fabricio, por el contrario, fue vinculado al predicador cristiano Rony Chaves, a quien describió en el pasado como su 'padre espiritual'. El pastor Chaves ha atacado la figura de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, en un país significativamente católico. Esto fue, sin duda, una situación grave ¿Podría Fabricio negar su vínculo estrecho con el Pastor Chavez? No podría negar a su padre espiritual, aunque lo quisiera, porque pasaría de tener la imagen del Mesías de la primera vuelta, a la de Judas; y esto lo abría sepultado como candidato. La religión, que fue en su momento su arma más poderosa, se volvió paradójicamente, al final, en su peor verdugo.

La última, pero en mi criterio la más importante causa del resultado, fue la voluntad de luchar hasta el último minuto de Carlos Alvarado. A diferencia de una importante cantidad de costarricenses, creo que las encuestas tenían correctas las intenciones de voto, en su momento, dándole la victoria a Fabricio. Sin embargo, Carlos nunca se sintió derrotado. Exhortó a dejar las vacaciones para venir a votar, logrando un hito histórico para cualquier país, y es que hubiese menos abstencionismo en la segunda ronda que en la primera. Movió a jóvenes, que fueron sus principales promotores, a salir a las calles, con una energía que no parecía acabarse. Las banderas y el entusiasmo del Partido Acción Ciudadana multiplicaban por diez en la capital al Partido Restauración Nacional 48 horas antes de las elecciones. Fabricio, por otro lado, anunció a la prensa pocos días antes del escrutinio que “los votos” ya los tenían, y esa confianza en tener asegurada la Presidencia, fue la que lo llevó a perderla. Creo firmemente que fue en los dos últimos días cuando Carlos Alvarado venció en la intención de voto a su contendiente.

Han sido, desde mi perspectiva, su imagen de competencia, su habilidad para hacer alianzas, su capacidad para tomar distancias de factores negativos y, sobre todo, su voluntad de lucha, lo que ha llevado a Carlos Alvarado a la Presidencia. Costa Rica ganó en estas justas, fue un ejemplo en su proceso y triunfó la Democracia, el tesoro mayor de esta nación centroamericana. Recibirá Carlos un país en un momento histórico trascendente, por su situación económica delicada, y dada su promesa de gobierno de unidad nacional. Una mezcla compleja, y un reto que puede consagrar al joven Presidente.

Javier Brenes Guevara

Administración de Empresas, Control de la Calidad, Supervisor de Operaciones, Servicio al Cliente

6 años

Buen comentario y enfoque Don Carlos, me parece que fue muy valioso y de mucho aporte la labor realizada por el Grupo Coalición desde redes sociales y su trabajo diario casa por casa. Solicitaban a las personas afines al grupo hacer donación de volantes y luego iban a realizar su trabajo de enfoque país con banderas blancas. Este grupo estaba conformado por jóvenes estudiantes y profesionales muy motivados.

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