Competencias Profesionales
Las competencias profesionales son las capacidades que tenemos para poner en práctica todos nuestros conocimientos, habilidades y valores en el ámbito laboral. Son unas cualidades que precisamente en los últimos años han cobrado una especial importancia en los procesos de selección. Es ahora cuando las organizaciones se han empezado a ver abarrotadas de posibles candidatos pugnando por el mismo puesto de trabajo. Una cantidad enorme de aspirantes que inevitablemente vuelven más compleja y difícil la elección del mejor profesional, y por este motivo es necesario definir cuáles son las principales competencias que cada uno de los candidatos aporta y ver cuáles de ellas encajan con lo que realmente está buscando.
Las competencias humanas generales tiene las siguientes características: son aprendizajes mayores o comprensivos, resultado de la totalidad de experiencias educativas formales e informales; son características generales que la persona manifiesta en multiplicidad de situaciones y escenarios como parte de su comportamiento; son características que una comunidad estima como cualidades valiosas del ser humano; son capacidades generales que se desarrollan como parte del proceso de madurez, a partir del potencial humano para el aprendizaje, y ante los retos que las diferentes etapas de la vida le plantean a la persona; son un poder o una capacidad para llevar a cabo multiplicidad de tareas en una forma que es considerada como eficiente o apropiada.
La habilidad, en cualquiera de sus grados de desarrollo, se manifiesta en la ejecución del tipo de desempeños a los que dicha habilidad está referida; en otras palabras, las habilidades son constructos que se asocian a la realización de determinadas acciones que puede ejecutar el sujeto hábil; de allí que frecuentemente se utilicen de manera indistinta las expresiones "desarrollo de competencias" y "desarrollo de habilidades".
La competencia laboral es el saber hacer algo, sin lugar a dudas. Sin embargo ya no es únicamente esto, sino que se han identificado una serie de características que han ampliado su significado e incluso países como Inglaterra han desarrollado todo una serie de acciones con un solo objetivo “crear una fuerza laboral más competitiva en el ámbito internacional”. Las competencias laborales han arribado a la certificación por competencias, que es el reconocimiento formal de los conocimientos adquiridos en la vida laboral y, por ende, de la práctica. Las competencias laborales preparan al individuo para resolver problemas específicos en un mundo cambiante y global.
Se dice que “posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible, está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del trabajo”. En el espacio de las competencias se habla de competencias laborales, profesionales, de gestión e integrales. Por supuesto, cada una de ellas lleva una propuesta de acción y soluciones para la problemática específica o general del empleo, del aprendizaje y hasta del desarrollo personal y social.
Las competencias son un complemento a la globalización; son también un medio para generar un nuevo tipo de profesional que esté en mejores condiciones para su inserción laboral, pero detrás tenemos la visión empresarial que propone una gestión por competencias, que aprovecha el poder imponer sus condiciones, sobre todo a las universidades, al plantear abiertamente qué tipo de egresado desean y además contar con la ventaja de los altos índices de desempleo, teniendo un mayor margen para seleccionar a los mejores profesionales y ponerlos a competir por salarios no tan importantes y, sin la seguridad laboral de antaño.
La formación y la experiencia son importantes en un curriculum, pero cada vez lo son más las competencias profesionales. Ya no basta con que el candidato tenga unos conocimientos que le permitan desarrollar funciones concretas; se le demandan también habilidades, valores y actitudes, Y la más reconocida es sin duda la orientación a resultados.
Hoy por hoy, las competencias que generalmente más se van a valorar en un candidato/a a un puesto de trabajo son:
1. Proactividad: la mezcla de iniciativa, responsabilidad e implicación en el desarrollo de la actividad, sea la que sea. Es decir, en el ámbito laboral, ser el motor de mejoras y tomar la iniciativa para poner en valor a la empresa en la que estoy: no solo voy a pensar qué hacer si no que voy a hacerlo.
2. Polivalencia: si me vendo como licenciado/a en derecho a secas no llegaré lejos, si me vendo como profesional del derecho con conocimientos en el ámbito laboral, de RRHH, etc… tendré más opciones. Hoy por hoy, ser polivalente puede ser definitorio a la hora de ser seleccionado/a para un puesto de trabajo.
3. Trabajo en equipo: algo por todos/as conocido, tenemos que ser capaces (de verdad) de saber trabajar codo con codo con otras personas, de dar y recibir y trabajar al unísono.
4. Resolución de problemas: una persona tiene que ser capaz de solventar las dificultades diarias que vayan surgiendo en su puesto de trabajo.
5. Autonomía: en cuanto al desarrollo del puesto laboral, ser capaz de funcionar sin la supervisión constante, pero no desligado del resto del equipo.
6. Implicación: por ejemplo, si soy comercial y tengo como objetivo semanal el conseguir X número de contratos, voy a luchar por ello y me voy a comprometer para conseguirlo.
7. Motivación: es el motor de nuestra vida, si no estamos motivados a hacer las cosas, no las haremos o las haremos de cualquier manera, así que hay que cambiar el chip y encontrar el(los) estímulo(s) adecuado(s).
8. Actitud positiva: básico, primordial. No significa ignorar la realidad, si no ser consciente de la misma y encararla con ánimo y ganas.
9. Comunicación: si no sé expresar lo que quiero, siento o necesito, es imposible que los demás me comprendan. Si en un trabajo no sé expresar opiniones, mejoras, etc, será muy complicado sentirme integrado/a y por ende, dar lo mejor de mí.
10. Adaptación: la vida no es una línea recta. Cada persona tiene objetivos, deseos, que se pueden ir cumpliendo según lo planificado o no. La capacidad de no sucumbir ante situaciones no deseadas y aprender a recolocarme es importantísima.
En esta era del Conocimiento e Informacion, la capacitacion es esencial. Los cambios disruptivos tan rapidos e imprevistos, ademas acompañados de incertidumbre hace que solo teniendo capacitacion y competencias profesionales adaptativas al entorno puedas tener movilidad y dar respuestas en tiempo real a situaciones que se presenten. Los tiempos ya no son los mismos. La Transformacion Digital , esta cambiando todo y es vital estar muy cerca de ella. De lo contrario, como un Tsunami, el golpe sera muy duro y en algunos caso irrecuperable. Solo capacitandonos y adquiriendo competencias, sera la forma de estar preparado y poder mirar a nuestro alrededor para asi aprovechar las oportunidades que nos ofrece esta nueva era en este presente y futuro proximo.
“Es bueno tener una competencia válida. Te empuja a hacerlo mejor.” Gianni Versace
“La innovación constante es la única forma de mantenerse competitivo, porque ninguna ventaja es sostenible en el largo plazo.” Jorge Gonzalez Moore.
“He aquí una regla fundamental en los negocios: házselo a los demás, puesto que ellos te lo harán a ti.” Charles Dickens.
“En la naturaleza del hombre encontramos tres causas principales de querella: la competencia, la desconfianza y la gloria.” Thomas Hobbes.
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6 añosÁlvaro, interesante... Una pregunta, cómo se deben resaltar las competencias en un CV tal que un reclutador se interese por el perfil de uno? Muchas gracias!