Compliance: ¿Obstáculo u oportunidad?
Autor: Rodolfo Cordero
En muchas organizaciones cuando se recibe una llamada del departamento de "compliance" puede generar una serie de sentimientos: miedo, alarma, recelo, fatiga, solo para mencionar algunos. A menudo, se asocia el cumplimiento normativo con regulaciones estrictas, auditorías exhaustivas, monitoreo o control, procesos investigativos. Por esto, es comprensible que algunas empresas tengan la percepción de que el "compliance" representa un obstáculo o amenaza para el crecimiento y para propiciar la innovación. No obstante, esta percepción está alejada de la realidad porque el "compliance" es un potenciador de la confianza y del crecimiento seguro a largo plazo.
Más allá de garantizar el cumplimiento de la normativa, el respeto de las regulaciones que tenga una industria determinada (que de por sí, esto no es opcional) el "compliance" tiene que ser visto como el aliado estratégico que garantiza la continuidad del negocio. El incumplimiento de las regulaciones puede derivar en sanciones importantes como por ejemplo las multas o mucho más gravoso una eventual disolución de la emprsa. Quedándose con el ejemplo de la imposición de una multa, puede ser mucho más grave la afectación de la reputación y la imagen de una compañía. La pérdida del valor de marca por un escándalo relacionado con actos corruptos puede ser mayor que la multa hipotética que corresponda pagar. En la era de la información y la comunicación la capacidad de esconder escándalos se vuelve cada vez más escasa, eventualmente las malas noticias saldrán a la luz. Por esta razón el "compliance" se convierte en el aliado estratégico que no solo previene la imposición de sanciones, sino que a través de la integridad y la ética garantiza la continuidad y el crecimiento seguro de las organizaciones.
Una de las principales características del "compliance" está relacionada con la confianza. Es totalmente cierto que construir confianza es algo complicado, pero su destrucción puede ser consumada en cuestión de segundos. La confianza es el mecanismo para que las organizaciones retengan a sus clientes y busquen nuevos. Mediante la confianza se construyen las relaciones comerciales entre las empresas. Una cultura de "compliance" que provenga desde la alta jerarquía de la organización es una señal de transparencia y responsabilidad, enviando una señal de confianza hacia los entes reguladores, los clientes, inversionistas, socios comerciales, solo para mencionar algunos terceros interesados. Así, las organizaciones envían un mensaje de compromiso con la ética en donde le garantizan a la sociedad que hacen las cosas de forma correcta para propiciar un crecimiento económico sólido, estable y generar valor con responsabilidad.
Además, un buen programa de "compliance" tiene bien mapeados e identificados los riesgos en una organización. Mediante la gestión de riesgos, las organizaciones de manera eficiente pueden identificar áreas de mejora u oportunidades de negocios. Así es como puede propiciarse la innovación y las empresas se posicionan mejor para competir en mercados globales y atender clientes que cada día son más exigentes, fortaleciendo así su competitividad.
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Hay que resaltar que para que el "compliance" sea el aliado estratégico del crecimiento sostenido y responsable indudablemente tiene que estar alineado con la estrategia empresarial además de un profundo conocimiento de la industria y las jurisdicciones en donde las organizaciones operan. De manera estratégica, el "compliance" no solo mitiga los riesgos existentes sino que también puede anticipar cambios regulatorios y preparar a las organizaciones para una adaptación rápida que puede posicionar a una empresa como líder de su industria. Como se dijo, la cultura de cumplimiento tiene que provenir desde el liderazgo de la alta jerarquía que convierte al "compliance" como un actor clave en la estrategia empresarial y se confirma que no es un obstáculo.
Lejos de ser un obstáculo el "compliance" se convierte en el socio estratégico para que las organizaciones puedan aspirar a un crecimiento sostenido. Es una herramienta que más allá de garantizar el cumplimiento de las normas, es sinónimo de confianza, responsabilidad, integridad que son elementos que las empresas necesitan para crecer y continuar generando valor en la sociedad. Por esto, el "compliance" se convierte en el socio perfecto que garantiza la permanencia de las empresas a través del tiempo y garantiza que la sociedad continúe recibiendo los beneficios de un crecimiento económico responsable y constante. Una sólida cultura de "compliance" transmite un mensaje claro: esta es una organización que valora la ética y está comprometida con cumplir las normas. Este compromiso genera confianza, la cual es crucial en un mercado cada vez más competitivo y globalizado.