COMPRENDIENDO EL OUTPLACEMENT

COMPRENDIENDO EL OUTPLACEMENT

MITOS Y VERDADES DEL OUTPLACEMENT

El outplacement es una herramienta que algunas empresas han adoptado para manejar de forma ética y profesional los procesos de desvinculación laboral, aunque su implementación no es una práctica generalizada en todas las organizaciones. Para entender su papel en el contexto organizacional, es importante diferenciarlo de los programas de retención. Mientras que la retención busca mantener a los empleados claves dentro de la empresa mediante beneficios, desarrollo profesional y un buen clima laboral, el outplacement se enfoca en brindar un apoyo ético y profesional a quienes son desvinculados. Esta distinción puede generar preguntas: ¿por qué desvincular a talentos que generan valor?

La respuesta radica en que las decisiones de desvinculación a menudo no se basan en el desempeño individual, sino en necesidades organizacionales como reestructuraciones, ajustes de costos o cambios estratégicos. En estos casos, el outplacement se convierte en un puente que reconoce la contribución del colaborador mientras facilita su transición hacia nuevas oportunidades laborales, minimizando el impacto tanto en la organización como en el colaborador.

Un tema de suma importancia es evaluar si ciertos colaboradores, incluso en un contexto de reestructuración, podrían ser útiles para adaptarse a los nuevos objetivos estratégicos, priorizando su retención sobre su desvinculación.

Es prioritario reconocer que existen muchas ideas erróneas en torno a su aplicación y beneficios. En este artículo se exploran los mitos y verdades más comunes sobre el outplacement, con el objetivo de aclarar conceptos y analizar cómo esta herramienta influye en la organización y en el bienestar de sus colaboradores.

Mitos del Outplacement

Un mito común es que el outplacement está diseñado exclusivamente para altos ejecutivos. Muchas personas asumen que solo aquellos en posiciones de liderazgo tienen acceso a estos programas, pero la realidad es que esta herramienta, aunque teóricamente puede adaptarse a colaboradores de cualquier nivel organizacional, en la práctica está más enfocada a nivel gerencial, ya que las empresas priorizan estas posiciones por su impacto estratégico y el retorno de inversión esperado en los programas. Esto limita su aplicación en otros niveles organizacionales, donde la percepción de costo-beneficio no es tan clara. Esto plantea la necesidad de considerar si el alcance podría expandirse en el futuro o si debería priorizarse en posiciones donde el impacto profesional es más significativo. En particular, personas de edades avanzadas podrían enfrentar desafíos adicionales, como sesgos en el mercado laboral, que deben ser abordados con estrategias específicas dentro del programa de outplacement.

Otro mito es que el outplacement representa un gasto innecesario para las empresas. Si bien puede percibirse como un costo, en realidad es una inversión que mejora la reputación corporativa, eleva la moral de los empleados que permanecen y refuerza la marca empleadora. Este tipo de inversión puede ahorrar costos a largo plazo al evitar conflictos legales y daños a la imagen de la organización.

También se cree que el único beneficiado del outplacement es el colaborador desvinculado. Sin embargo, este programa también genera beneficios significativos para la organización. Reduce riesgos legales, mantiene relaciones positivas con ex colaboradores y mejora el compromiso de los empleados que permanecen al ver que la empresa actúa de manera ética.

Uno de los malentendidos más frecuentes es que el outplacement garantiza que el colaborador encontrará empleo rápidamente. Si bien proporciona herramientas y orientación para la recolocación laboral, la velocidad de este proceso depende de factores como el mercado laboral, el perfil del colaborador y su nivel de compromiso.

Finalmente, hay quienes consideran que el outplacement es solo una forma de "suavizar" el impacto de un despido. Si bien ayuda a manejar la situación con mayor sensibilidad, su verdadera función es apoyar de manera genuina al colaborador en su transición y demostrar los valores éticos de la empresa.

Verdades del Outplacement

El outplacement ayuda a preservar la reputación corporativa de una empresa. Al apoyar a los colaboradores en su transición laboral, la organización se proyecta como ética, responsable y comprometida con su gente. Por ejemplo, un estudio de Deloitte en 2023 mostró que las empresas que implementaron programas de outplacement redujeron en un 35% los comentarios negativos en redes sociales y aumentaron en un 20% la percepción positiva de su marca empleadora entre excolaboradores y empleados actuales.

Otro aspecto clave es que facilita la transición emocional del colaborador. Este proceso puede ser difícil para muchos, pero el acompañamiento profesional ayuda a mitigar el impacto emocional y permite que el empleado se enfoque en su futuro laboral con mayor claridad. Además, el outplacement fortalece el compromiso del equipo que permanece en la empresa. Los empleados que observan un manejo respetuoso y profesional de las desvinculaciones perciben que la organización se preocupa por su bienestar, lo que refuerza su lealtad y compromiso.

Este programa también proporciona herramientas útiles para mejorar la empleabilidad de los colaboradores, aunque su efectividad puede variar según factores como la edad del colaborador o las condiciones del mercado laboral. Por ejemplo, en personas de mayor edad, podrían ser necesarias estrategias específicas que aborden barreras como sesgos laborales o adaptación a nuevas tecnologías. Desde la redacción de un CV efectivo hasta la preparación para entrevistas y estrategias de networking, el outplacement equipa a los empleados con las habilidades necesarias para enfrentar el mercado laboral.

Es importante destacar que el outplacement es adaptable y personalizado. Cada programa se diseña según el perfil del colaborador, la industria en la que opera y sus necesidades específicas, garantizando un enfoque único y efectivo.

Aunque la reputación es relativamente subjetiva, su impacto es real y medible. Las percepciones de empleados actuales, excolaboradores y el mercado laboral pueden influir en la capacidad de la empresa para atraer y retener talento. El outplacement contribuye directamente a mejorar estas percepciones al reforzar la marca empleadora y crear embajadores de la marca entre los excolaboradores.

Un manejo adecuado de las desvinculaciones también reduce el ruido negativo en redes sociales y foros laborales, protegiendo la imagen de la empresa. Al actuar de manera coherente con sus valores, la organización refuerza su reputación tanto interna como externamente.

El outplacement no es solo una herramienta para manejar despidos; es una inversión estratégica que beneficia tanto a los colaboradores como a la empresa. Derribar los mitos y entender sus verdades permite a las organizaciones implementar esta práctica de manera efectiva, reforzando su cultura ética y su compromiso con el talento humano. Es esencial reconocer que, aunque la reputación sea relativamente subjetiva, su valor en el éxito organizacional es indiscutible.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Manuel Roca

Otros usuarios han visto

Ver temas