Comprendiendo los seguros

¿Qué tienen en común el SGMM, el sgmm, el seguro de auto, y el seguro de hogar?

¿Qué pensarías si te dijera que todos protegen exactamente lo mismo?

En los años que tengo trabajando con seguros y asegurados, encuentro que siempre es útil comenzar por comprender que los seguros son un contrato que protegen nuestro bolsillo, como todo contrato implica derechos y obligaciones.

¿Cómo saber entonces cuál seguro es el que me conviene si todos son iguales?

Bueno, no todos son iguales. Partimos de las coberturas contratadas que son los riesgos amparados por la póliza del seguro. Se cubrirá la ocurrencia fortuita de algunos de los riesgos cubiertos por la póliza siempre y cuando no existan agravantes imputables al asegurado. Por ejemplo si el seguro de mi auto cubre inundaciones, es posible que no me cubran si yo agravo el riesgo metiendo mi auto a una corriente de agua.

El seguro es como un mantel sobre la mesa.

Si contrato un seguro con demasiadas coberturas, podría estar pagando más de lo que realmente necesito. Por el contrario si contrato coberturas muy cortas podria estar pagando menos, pero al mismo tiempo limitar la protección.

¿Entonces cómo elegir el adecuado?

Piensa primero, cuáles son los riesgos que puedes correr, una vez identificados piensa cuáles son las consecuencias que podrían ocurrir si sucediera un siniestro y entonces decide cúanto deseas cubrir. Si por ejemplo tengo un departamento que vale 3 millones de pesos, no tiene sentido contratar un seguro por 4mdp, puesto que estaría pagando de más. Al mismo tiempo, tampoco es conveniente contratar un seguro por 2mdp pues serían insuficientes en caso de que el departamento se destruya por completo.

Si deseas contratar un Seguro de Gastos Médicos Mayores (SGMM) para abatir el costo mensual el truco es aumentar el deducible; sin embargo no debemos establecerlo tan alto, que resulte imposible de utilizar el SGMM.