Comunicación, aliada estratégica para navegar los cambios

Comunicación, aliada estratégica para navegar los cambios

La velocidad de los cambios que estamos viviendo no tiene precedentes en la historia reciente. Las transformaciones económicas, sociales, ambientales y políticas marcan un antes y un después en la agenda empresarial, que ya no puede permitirse el lujo de desconocer que los riesgos para el negocio vienen de múltiples frentes y están interconectados.  

Este contexto nos obliga a plantear estrategias de negocio más flexibles, capaces de adaptarse a cambios inesperados y que contemplen una gestión integrada de los valores intangibles. Elementos como la percepción, el engagement con grupos de interés o la licencia social para operar se convierten en activos empresariales que permiten generar valor y diferenciación. Estamos ante un cambio de paradigma que obliga a las empresas a incorporar la comunicación como un “nivelador de cancha” para alinear, integrar y alcanzar los objetivos estratégicos.

Si bien los organigramas pueden variar, el rol estratégico y transversal de la comunicación debe permanecer. La persona responsable de la comunicación debe ser aliada de la alta dirección, mantener una escucha activa del entorno, pero, sobre todo, contar con la capacidad de innovar en su día a día. Un estudio de Dircom España señala que más del 40% de profesionales de la comunicación no concibe la innovación en su forma más amplia, sino principalmente vinculada a los formatos y canales de comunicación, que son las dimensiones más tácticas de la innovación y que afectan solo a la etapa final del proceso estratégico.

En este sentido, explotar el conocimiento propio y ajeno, fortalecer el trabajo con las áreas de marketing, sostenibilidad, recursos humanos, etc. y mantener una presencia activa en espacios clave para la empresa y su industria, pueden convertirse en herramientas que permitan al profesional de la comunicación fortalecer su posición, innovar e influir de forma estratégica en la toma de decisiones en beneficio de la empresa.

Este enfoque permite asumir la función de “gestor o gestora de la reputación” y dirigir las acciones de comunicación para consolidar confianza y credibilidad en línea con las metas de la compañía. Como indica un informe de LLYC, más allá de informar, la persona responsable de la comunicación “debe destacar el impacto de la compañía en las diferentes áreas del negocio y generar conversaciones que aporten y conecten con las comunidades de interés. Para esto, es importante dejar de ver la comunicación como una tarea administrativa y posicionarla como parte del área estratégica”.

En conclusión, la capacidad de integración, innovación y transversalidad de la comunicación en el negocio constituye una suerte de soft power que permite a las empresas navegar los cambios, diferenciarse y mantener coherencia ante sus grupos de interés. Si aún en tu empresa no visualizan el rol de la comunicación de esta forma, aprovecha estos argumentos para iniciar un proceso de reflexión interna y construye una hoja de ruta en beneficio de la organización y su sostenibilidad.

Aric Ahmed Pimentel Jaén

"Puedes copiar la idea, pero no puedes clonar al creativo". #CreativosKing

6 meses

Muy acertadas tus palabras Bruno, excelente 💯

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